Vidua macroura

Familia : Viduidae

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Texto © Dr. Gianfranco Colombo

 


Traducción en español por el Prof. José Campos

 

Vidua macroura, Viduidae, Viuda colicinta

En la época nupcial, el macho de Vidua macroura tiene una cola enorme. Procedente de África subsahariana, se ha introducido en Puerto Rico, el Caribe y Hawaii © Gianfranco Colombo

Se siente una gran decepción cuando se observa a un pajarito tan hermoso y llamativo, tan vivo y animado, tan alegre y amable cuando corteja a su hembra y se descubre más tarde que va a poner sus huevos en el nido de otra ave, sin preocuparse por su propia descendencia.

Aún así, las viudas, pájaros excepcionalmente vistosos durante la época de apareamiento, se comportan como los cucos y, a pesar del tan proclamado amor por sus pequeños y por su propia progenie, se aprovechan de la bondad y el descuido de parientes desconocidos para perpetuar su especie.

Vidua macroura, Viduidae, Viuda colicinta

La viuda colicinta vive en diversos ambientes, en los que se alimenta principalmente con semillas de cereales silvestres © Giuseppe Mazza

África es el continente de la Viuda colicinta (Vidua macroura Pallas, 1764) y de varios congéneres caracterizados casi todos porque el macho durante la época nupcial está dotado de una larguísima cola de gala, que supera varias veces la longitud de su cuerpo.

Estas viudas pertenecen al orden Passeriformes y a la familia Viduidae, que comprende unas diez especies propias del continente africano.

El nombre común de viuda se debe a la larga cola generalmente negra de estas aves que recuerda a las que adornaban los sombreros de las viudas cuando seguían el funeral de sus difuntos esposos. Algunos nombres europeos vulgares son: en inglés, Pin-tailed Whydah, en alemán Dominikanerwitwe, en italiano Vedova cola a spillo, en francés Veuve dominicaine, en portugués Viuvinha y en afrikáans un noble Koningrooibekkie (= Rey de pico rojo).

El hecho de que, en algunos nombres, aparezca el término Dominica, se debe a que una vez se pensó que estas aves provenían de esa parte del mundo, donde, por otro lado, el hombre las introdujo con éxito, en particular en Puerto Rico.

La etimología del nombre específico tiene una primera versión aceptada por todo el mundo científico que indica el origen del latín «vidua» = viuda, mientras que otra indicada por Edwards sugiere que el nombre deriva de la pronunciación incorrecta de Whidah, el nombre de un viejo fuerte en África, alrededor del cual esta ave era muy común.

El nombre específico macroura procede del griego makros = largo y ourus = cola.

Zoogeografía

La viuda colicinta es originaria del continente africano y vive en toda el área al sur del cinturón sahariano.

Está muy extendida en todo el territorio desde Mauritania hasta Etiopía y hacia el sur hasta Sudáfrica, con poblaciones más o menos numerosas según los ambientes ocupados.

Debido a su belleza, ha habido muchos intentos de introducirla en áreas similares en otros continentes durante el siglo pasado, pero debido a su especialización específica en el parasitismo de algunas especies de hospedadores bien definidas, el resultado no siempre ha sido exitoso. Hoy está presente en Puerto Rico, en algunas áreas del Caribe y en Hawaii.

Ecología/Hábitat

A esta viuda le encanta vivir en áreas más o menos boscosas, tanto en ambientes húmedos como secos, en sabanas herbosas, bosques abiertos de acacias y de Mopane, el árbol con hojas en forma de mariposa (Colophospermum mopane), y en Sudáfrica en el típico bushveld.

También le encantan las áreas cultivadas, los parques y jardines y la vegetación en torno a ríos y lagos. Al alimentarse principalmente de semillas, está estrechamente ligada a áreas con abundante vegetación herbácea y cereales silvestres donde encuentra su alimento principal.

La densidad de estas poblaciones es directamente proporcional a la disponibilidad de alimentos, por lo que en algunas áreas ricas en estas plantas su número es alto, mientras que en las más pobres se reduce gradualmente. Por supuesto, todo depende de la presencia de las especies que parasita, sin las cuales no tiene posibilidad de reproducirse.

Morfofisiología

El macho, en la temporada de cría, tiene una librea absolutamente inconfundible y, cuando menos, espectacular.

El dorso es de color negro azabache con coberteras alares blancas y la cabeza muestra una capucha negra bien definida hasta la línea de los ojos, también negros, que termina en la nuca. El pecho es completamente blanco inmaculado.

Vidua macroura, Viduidae, Viuda colicinta

Tras la época nupcial, que dura unas pocas semanas, el color rojo del pico del macho se difumina y, además de la cola, pierde la librea blanca y negra y se convierte en un pájaro normal muy similar a la hembra. Esta, para poner furtivamente los huevos en los nidos de otras especies, siempre muestra un «perfil bajo» con tonos marrones © Giuseppe Mazza

Espectacular la larga cola negra de hasta 22 cm de largo que hace que la longitud total de este pájaro sea de unos 33 cm, formada por la extensión de las cuatro plumas centrales que se ensanchan apreciablemente en la parte media. El pico, corto y robusto, es de color rojo coral brillante.

La hembra, por otro lado, es completamente diferente, tanto que parece otra especie. Tiene una tonalidad marrón más o menos moteada, con el pecho de color crema y la cabeza cruzada longitudinalmente por dos rayas en la parte superior y por una banda muy acentuada que se extiende desde el ojo hasta la nuca. El pico es de color gris carne.

Vidua macroura, Viduidae, Viuda colicinta

El macho tiene un territorio pequeño, con un harén que defiende ferozmente contra los intrusos. Aquí revolotea con destreza, deteniéndose en el aire en la posición del «Espíritu Santo» para seducir a la hembra que que pasa © Gianfranco Colombo

Por supuesto, la cola es normal, por lo que la longitud de la hembra no supera los 12-13 cm.

Después de la temporada nupcial, que dura unas pocas semanas, el macho pierde la cola y muda la librea convirtiéndose en un pájaro normal muy similar a su compañera; permanecerá con esta librea hasta el año siguiente.

La viuda colicinta pesa unos 12-18 g y tiene una envergadura de 20 cm.

Las crías que, como veremos, nacen en otro nido, son muy similares a los padres cuando están en la fase críptica, con una cola muy pequeña y boqueras amarillentas.

Etología-Biología reproductiva

El parasitismo de puesta adoptado por la viuda colicinta difiere fundamentalmente del que lleva a cabo nuestro Cuco (Cuculus canorus), pero también del que ponen en práctica sus propios congéneres.

Se diferencia del parasitismo del cuco en que su trabajo se limita a poner uno o dos huevos en el nido elegido, sin retirar o destruir ninguno de ellos.

A diferencia de sus semejantes, esta viuda no tiene una especialización en la elección de la especie parasitada.

Mientras que las otras viudas parasitan solo una especie, la nuestra tiene un rango de al menos 10 especies diferentes, aunque su preferida sigue siendo, con mucho, la Estrilda común (Estrilda astrild).

Aunque muchos de los otros, desde el Bengalí cebra (Sporaeginthus subflavus), hasta la Estrilda culirroja (Estrilda rhodopygia), desde la  Estrilda culinegra (Estrilda troglodytes) hasta la paludícola (Estrilda paludicola), desde la Estrilda carinaranja (Estrilda melpoda) hasta la Amaranta senegalesa (Lagonosticta senegala) y el Capuchino bronceado (Spermestes cucullatus), pertenecen a la familia Estrildidae, la viuda colicinta también ha ampliado su parasitismo a especies fuera de esta familia al elegir algunas con características distintas a las de su especie.

Así, se han observado casos de parasitismo en el Cistícola coronirrufo (Cisticola fulvicapilla) y la Prinia modesta (Prinia subflava), dos cisticólidos africanos que además son especies genuinamente insectívoras.

Vidua macroura, Viduidae, Viuda colicinta

Aquí, en cambio, baila como una mariposa. La hembra, a la derecha, está embelesada y pondrá hasta 20 huevos, de 1 a 4, en los nidos de su agrado. Hay una docena de especies parasitadas, que deben elegirse cuidadosamente en el momento adecuado porque después de una incubación de 11 días, los jóvenes tendrán que nacer junto con sus hermanastros. Se quedarán con ellos durante 15-20 días © Gianfranco Colombo

El macho de la viuda colicinta es polígamo y reúne un harén de varias hembras en su territorio, que defiende ferozmente contra cualquier intruso.

Su baile aéreo frente a la hembra que pretende conquistar es espectacular, con vuelos prolongados de «Espíritu Santo» o de mariposa, durante los cuales la larguísima cola es continua y desordenadamente exhibida frente a la hembra que permanece embelesada.

La hembra pone de 1 a 4 huevos en los nidos escogidos y luego empieza con otro nido siempre dentro de su territorio, hasta que ha agotado su puesta típica de unos diez huevos. Hay que verificar algunas observaciones que hablan de una cantidad total por hembra que puede incluso superar los 20 huevos.

La puesta debe estar sincronizada con la de la especie parasitada para evitar la disparidad de edad dentro de la nidada.

Los huevos eclosionan después de 11 días y las crías permanecen en el nido, junto con sus hermanastros, durante otros 15-20 días.

Incluso después de volar, se quedan con los padres adoptivos durante una semana y luego, de repente, sin ninguna razón aparente, abandonan gradualmente a la familia hospedadora y se unen a grupos de la misma especie. No tiene enemigos particulares que puedan comprometer su estado. Se han visto depredaciones de nidos por el Elanio azul (Elanus caeruleus) pero el ataque ciertamente estaba dirigido hacia las especies parasitadas. Por lo tanto, no se incluye en las especies consideradas en peligro.

La viuda colicinta es un ave muy codiciada en la cría de aves exóticas y a menudo aparece entre las especies criadas en el mundo de los aficionados para el mercado de animales de compañía. Los zoológicos también muestran a menudo ejemplares de esta especie, incluso sin fines reproductores. De hecho, la cría de las viudas en jaulas es a menudo difícil debido a la fuerte competencia que muestran hacia sus compañeros encerrados en el mismo entorno y también con los mismos paseriformes que luego parasitará. Por supuesto, solo solo hablamos del macho que adopta en la naturaleza una forma común de poliginia, agrupando a su alrededor un harén de hembras de las cuales dependerá su progenie.

Sinónimo: Fringilla macroura Pallas, 1764.

 

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