Rosmarinus officinalis

Familia : Lamiaceae

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Texto © Eugenio Zanotti

 


Traducción en español por el Prof. José Campos

 

Rosmarinus officinalis, Romero, Lamiaceae

Rosmarinus officinalis es conocido desde la antigüedad por sus propiedades medicinales © Giuseppe Mazza

El Romero (Rosmarinus officinalis L., 1753) es una especie de la familia Lamiaceae que se distribuye principalmente por la parte occidental de la cuenca mediterránea, en Europa (desde Portugal hasta el sureste de la península Itálica) y en el norte de África (desde el noreste de Marruecos hasta Libia), es decir, en la región del olivo, aunque está ausente en gran parte de la costa adriática y mediterránea oriental. Asilvestrado en Creta, Chipre, Crimea y el Cáucaso.

El nombre genérico “Rosmarinus” deriva de los términos latinos “ros”, “roris”, rocío y “marini”, “marinus”, del mar, o marino, por crecer en la garriga y la maquia baja a lo largo del Mediterráneo y por el delicado color azul de sus flores, similar a las olas encrespadas del mar, o porque, como escribieron los antiguos, “esta planta recibe los vapores del mar que caen en forma de rocío”. Para otros autores, derivaría del griego “rhops”, arbusto y “myrinos”, perfumado, por sus propiedades aromáticas.

El término específico “officinalis” tiene su origen en el sustantivo latino “officina” = taller, fábrica, laboratorio, utilizado para la mayoría de las plantas con propiedades medicinales empleadas en los “talleres”, que es como se conocían a las farmacias del pasado.

Es una planta arbustiva (nanofanerófito) perenne, muy ramificada, con aroma intenso y agradable, de 30 cm a 1,5 (2,5) m de altura, con ramas postradas o ascendentes, raramente erectas, cuando son jóvenes con pelos blancos caducos, y corteza de color marrón claro. Raíz pivotante, leñosa, ramificada. Hojas sésiles de 15-30 x 2-3,5 mm, lineares, coriáceas, opuestas, de margen revoluto, con el haz de color verde oscuro y brillante, y envés blancuzco-tomentoso. Inflorescencia en racimos terminales y axilares cortos con 4-16 flores subsésiles. La floración dura de abril a agosto (todos los meses del año en las islas y a lo largo de la costa en lugares particularmente protegidos).

Corola de 10-12 mm, con el labio superior cóncavo y bilobulado, y el inferior trífido, con el lóbulo central crenulado y mucho más grande que los laterales, de color azul claro o lila, rara vez rosada o blanca; cáliz campanulado, de 5-6 mm, bilabiado, pubescente con pelos estrellados al igual que el pedúnculo. El fruto es un tetraquenio con semillas oblongas, lisas, de color marrón.

Crece espontáneamente a lo largo de las costas mediterráneas, en rocas calizas, ambientes marinos áridos, bosques de pino carrasco y de pino piñonero, también en estaciones rupestres en las costas noroccidentales del lago de Garda, y ampliamente cultivada y asilvestrada en muchos lugares (0-800 m). En el sureste de España y norte de África también está presente otra especie, Rosmarinus eriocalix Jordan & Fourr. (1866) que crece en terrenos calcáreos y se distingue de Rosmarinus officinalis por tener hojas más pequeñas (5-15 mm), inflorescencia con pelos estrellados y largos pelos glandulares, y ramas de color gris.

El romero también es una hermosa y rústica planta ornamental, actualmente con varios cultivares, que debe plantarse en suelos ligeros, donde el agua no se estanca, y en lugares soleados, preferiblemente cerca de una pared o en rocas calizas, donde sus variedades colgantes (por ejemplo, ‘Corsicus Prostratus’ y ‘Lavandulaceus’) son muy elegantes. Otras variedades interesantes son ‘Pyramidalys’, ‘Erectus albus’, ‘Majorca Pink’, con insólitas flores rosadas o ‘Tuscan Blue’, con un color azul brillante, o incluso para los que tienen poco espacio o solo un alféizar se puede usar la ‘Severn Sea’, con escaso desarrollo y ramas arqueadas y delicadas. Hay que tener en cuenta que muchas variedades ornamentales de romero tienen un olor desagradable debido al exceso de algunos componentes como el alcanfor y la resina, por lo que, para fines alimenticios y medicinales, es una buena práctica usar solo las plantas silvestres.

El romero se puede propagar por vía gámica (por medio de semillas) o vegetativa (por esquejes semileñosos). Desde la antigüedad, este arbusto se ha utilizado como planta aromática en la cocina mediterránea, en particular para asados ​​y como condimento de legumbres, guisos, bollos y pasteles salados, y también como planta medicinal; se ha extendido por todas partes en las regiones de la vid y del olivo, a menudo asilvestradas en las zonas más expuestas al sol y de clima templado.

Rosmarinus officinalis, Romero, Lamiaceae

También hay formas ornamentales colgantes o con flores rosas o azules © G. Mazza

Los antiguos griegos -que llamaban a esta especie libanotis– y los romanos la consideraban como planta de la belleza, de la juventud, del amor y de la felicidad y la quemaban como el incienso. El romero estaba consagrado a Afrodita hasta que fue sustituido por el mirto. Era portador de poderes mágicos y uno de los ingredientes en los filtros amorosos y propiciatorios, y era la base de la famosa “acqua celeste” de Caterina Sforza y d​​el agua de la reina de Hungría. El romero entró completamente en los jardines y “hortuli” de la Edad Media, cultivado junto a famosas plantas medicinales como la malva, la salvia, la ruda, el ajenjo y otras que hicieron famosas a abadías y conventos por sus preparaciones medicinales. En un antiguo libro botánico encuentro este consejo: “¡El que tenga mal aliento y cara pálida, que coma flores de romero todas las mañanas con pan y sal!”. Las flores del romero producen abundante néctar y, por lo tanto, son muy visitadas por las abejas y los apicultores obtienen una fragante y exquisita miel balsámica, conocida como miel de Narbona.

Las hojas de romero se recogen de mayo a julio y contienen de 1 a 2,5 % de aceite esencial compuesto por cineol, alcanfor, alfa pineno, borneol, limoneno, ácidos rosmarínico, labiático, clorogénico, cafeico, etc., principios amargos diterpénicos (carnosol, rosmanol, verbenol, rosmadiol, etc.), flavonoides, ácidos y alcoholes triterpénicos, colina, taninos y resinas. Estos principios activos se usan en fitoterapia como estomacales y carminativos en trastornos digestivos, en flatulencias, en la pesadez de estómago y en migrañas por mala digestión, como levemente coleréticos, así como para estimular el apetito y la secreción gástrica; también tienen una acción emenagoga, hipoglucémica e hipocolesterolémica.

Para uso externo, se usan en forma de aceites para la piel y pomadas analgésicas contra el reumatismo muscular y articular, así como para baños con acción revulsiva, hiperemizante y defatigante, y como repelentes de insectos (en el pasado, antes del uso de insecticidas sintéticos, se empleaba con éxito contra los piojos púbicos). Se emplea en la fabricación de licores, perfumes y jabones, mientras que en la industria alimentaria se usa como aromatizante y también como conservante y antioxidante, especialmente para carnes y grasas. Se debe evitar su uso interno durante el embarazo y recordamos que el aceite esencial, en dosis altas, puede causar convulsiones, gastroenteritis y nefritis.

Preparaciones:

Infusión digestiva y tónica en casos de fatiga mental

Una cucharadita de hojas secas desmenuzadas en una taza de agua hirviendo. Dejar en infusión durante un cuarto de hora, colar, endulzar con miel y beber después del almuerzo y de la cena.

Aceite de romero, calmante de dolores musculares y reumáticos

Se prepara en verano con dos puñados de ápices florales y hojas trituradas en un frasco o una botella de vidrio con medio litro de aceite de oliva. Se deja macerar al sol durante un mes, se filtra exprimiendo el residuo con un pasapuré. Se usa calentado a 40 °C al baño María para fricciones y masajes en las partes doloridas.

Sinónimos: Rosmarinus angustifolius Miller (1768) [nom. illeg.]; Rosmarinus latifolius Mill. (1768); Rosmarinus laxiflorus Noë (1852); Rosmarinus laxiflorus Noë ex Lange (1863); Rosmarinus flexuosus Jord. & Fourr. (1866); Rosmarinus rigidus Jord. & Fourr. (1866); Rosmarinus tenuifolius Jord. & Fourr. (1866); Rosmarinus aunieri Gandoger (1875); Rosmarinus perrietii Gandoger (1875); Rosmarinus platyphyllus Gandoger (1875); Rosmarinus cyanocalyx Gandoger (1875); Rosmarinus officinalis var. flexuosus (Jord. & Fourr.) Cariot & St.-Lag. (1889); Rosmarinus massiliensis Gandoger (1875); Rosmarinus ligusticus Gandoger (1884); Rosmarinus officinalis var. rigidus (Jord. & Fourr.) Cariot & St.-Lag. (1889); Rosmarinus communis Bubani (1897); Rosmarinus officinalis var. angustissimus Foucaud & Mandon (1900); Rosmarinus officinalis proles latifolius (Mill.) Rouy (1909); Rosmarinus officinalis var. latifolius (Mill.) P.Fourn. (1937); Rosmarinus officinalis var. palaui O.Bolòs & Molin. (1959).

 

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