Familia : Bromeliaceae
Texto © Pietro Puccio
Traducción en español de Susana Franke
La Portea petropolitana (Wawra) Mez (1892) es originaria de Brasil sudoriental donde crece sobre rocas y a lo largo de la costa sobre formaciones arenosas.
El género ha sido dedicado al naturalista y recolector francés Marius Porte (†1866); el nombre de la especie “petropolitana” = de Petrópolis, hace referencia a la ciudad brasileña que ha sido sede imperial.
Nombres comunes: “gravatá” (portugués).
Especie herbácea siempre-verde, monocárpica (fructifica una sola vez y luego muere), acaule, terrestre o epífita, presenta una roseta imbutiforme, larga hasta cerca 80 cm de diámetro, de numerosas hojas dispuestas formando una cavidad central normalmente llena de agua.
Las hojas son lineares, rígidas, ascendentes, de color verde brillante, largas cerca 1 m y anchas 3-4 cm, con el ápice redondeado con espina; los márgenes son recurvos y provistos de espinas muy cercanas unas de otras cerca 6 mm de color oscuro.
La inflorescencia, en el centro de la roseta, está constituida por el escapo floral alto 70 cm, de color verde amarillento, recubierto de brácteas imbricadas de color verde más larga que los entrenudos, que termina en una inflorescencia erecta constituida por un racimo compuesto, formada por más racimos que parten de un eje central, alto cerca 40 cm, con ejes centrales y laterales de color rosa pálido.
Las brácteas, debajo de los simples racimos, son de color rosa salmón de largo decreciente desde la base (10 cm) al ápice (1cm); las flores simples, sobre un pedúnculo largo 2-4 cm, tienen sépalos largos 15 mm, de color lila, espinosos en el ápice, y pétalos largos 3 cm y anchos 5 mm de color lavanda, más intenso en el ápice.
Los frutos son bayas de color púrpura oscuro. Se reproduce, además de por semilla, por vía vegetativa a través de las nuevas plantas que nacen en la base y que pueden ser separadas cuando han alcanzado un dimensión de al menos un tercio de la planta madre.
Especie muy ornamental y de gran efecto paisajístico, por la vegetación compacta y el color vivaz de la larga inflorescencia que permanece por algunos meses, es cultivable al aire libre en los climas tropicales y subtropicales húmedos ya sea como epífita, pero sobre todo terrestre, para formar borduras y canteros, sobre sustratos muy aireados, porosos, drenantes y ricos en sustancia orgánica, en pleno sol o ligera sombra. Se puede intentar la cultivación también en climas templado-cálido, en posición reparada, pudiendo soportar por breves períodos temperaturas alrededor de -4/-6ºC.
Puede ser cultivada en tiesto para la decoración de ambientes espaciosos y luminosos, sobre sustratos con las mismas características previstas para la cultivación en exterior, manteniéndolos húmedos en verano y con elevada humedad ambiental.
En presencia de aire seco y elevadas temperaturas, la humedad puede ser eventualmente incrementada con nebulizaciones utilizando agua a temperatura ambiente y no calcárea para evitar antiestéticas manchas sobre las hojas.
En verano se puede dejar un poco de agua en la cavidad central formada por la roseta de hojas, renovándola periódicamente para evitar que se transforme en un foco de larvas de mosquitos, mientras en invierno es preferible dejarla seca para evitar posibles podredumbres.
Sinónimos: Aechmea petropolitana Wawra (1880); Portea petropolitana var. typica L.B.Sm. (1943).