Familia : Orchidaceae
Texto © Pietro Puccio
Traducción en español de Susana Franke
La especie es originaria de Borneo y de las Filipinas, donde crece sobre rocas calcáreas recubiertas de musgo o residuos vegetales en descomposición, menos frecuente sobre los árboles, a lo largo de las costas y hasta cerca 500 m de altitud.
El nombre del género es la combinación de los términos griegos “phapia”, atributo de Afrodita, y “pedilón” = sandalia, con referencia a la forma del labelo; el término de la especie en latín “philippinense” = de las Filipinas, hace referencia a uno de los lugares de origen.
El Paphiopedilum philippinense (Rchb.f.) Stein (1892) es una especie herbácea, litófita, cespitosa, con hojas persistentes alternas, dísticas, lineares, largas 25-45 cm y anchas 2-5 cm, de color verde uniforme.
Escapo floral terminal sobre brotes de 2-3 años de edad, largo 35-60 cm, de color púrpura, pubescente, llevando 4-6 flores con sépalos cordados (los dos laterales se unen formando un único sépalo llamado “sinsepalo” detrás del labelo), largo cerca 5 cm, de color blanco con líneas longitudinales púrpura oscuro, pétalos retorcidos en espiral púrpura oscuro, largos hasta cerca 18 cm y anchos 0,6 cm, y labelo en cuña amarillo, largo hasta cerca 4 cm.
Se reproduce por semilla, in vitro, y por división con cada sección provista por al menos 3-4 brotes.
Una de las especies más cultivadas y apreciadas del género no solo por la espectacular floración, sino también por la cultivación relativamente fácil, requiere temperaturas medio-altas con mínimas nocturnas en invierno no inferiores a 15 ºC, elevada humedad, 60-80%, y luminosidad, con exclusión de luz solar directa y constante movimiento de aire; florece ya muy entrada la primavera y en verano siendo una especie longidiurna.
Los riegos deben ser regulares y abundantes, evitando acumulación de agua en las axilas de las hojas que podrían provocar podredumbre, ligeramente distanciadas in invierno, pero sin dejar secar jamás completamente el sustrato. Los riegos y nebulizaciones se deben efectuar con agua de lluvia, de ósmosis inversa o desmineralizada, y las fertilizaciones, durante el período vegetativo, con productos balanceados hidrosolubles, con microelementos, ¼ dosis, o menos, de la aconsejada en los prospectos, distribuidas o alternadas de manera tal de evitar la acumulación de sales en las raíces, ya que son bastante sensibles.
El sustrato de cultivación puede estar constituido por fragmentos de corteza (bark) de pequeño tamaño, carbón y perlita con agregado de pedregullo calcáreo; divisiones y trasplantes se deben efectuar cuando finaliza la floración, tratando de dañar lo menos posible el aparato radical.
La especie está inscripta en el apéndice I de la CITES (especie en riesgo de extinción por la cual el comercio está admitido sólo en circunstancias excepcionales).
Sinónimos: Cypripedium philippinense Rchb.f. (1862); Paphiopedilum philippinense (Rchb. f.) Pfitzer (1895); Cordula philippinensis (Rchb.f.) Rolfe (1912).
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