Familia : Acanthuridae
Texto © Giuseppe Mazza
Traducción en español por la Dra Cristina Valcuende
Aunque toma su nombre de la isla de Tonga, Naso tonganus está presente en gran parte del Indo-Pacífico tropical © Lyle Vail
Naso tonganus (Valenciennes, 1835) pertenece a la clase Actinopterygii, los peces con aletas radiadas, al orden Perciformes, a la familia Acanthuridae y a la subfamilia Nasinae que agrupa una veintena de especies, todas ellas atribuidas al género Naso. del latín «nasus», es decir, nariz, debido a la llamativa protuberancia ósea, similar a una nariz o un cuerno, de ahí el nombre común asignado a todos los peces unicornio.
El término específico tonganus, que en latín significa «de Tonga», se refiere a la isla de Tonga, en el Pacífico Sur, donde está presente este pez.
Zoogeografia
El rango de distribución de la especie es muy amplio y abarca gran parte del Indo-Pacífico tropical .Lo encontramos en Tanzania y Sudáfrica, en las aguas de Madagascar y en las islas adyacentes de Comoras y Reunión, en las islas Seychelles, Chagos y Maldivas, en India y Sri Lanka, luego en la Isla de Navidad, Malasia, Indonesia y más al norte en costas de Filipinas. , Taiwán y Japón, aunque aquí los avistamientos son raros y generalmente se trata de ejemplares callejeros que han seguido las manadas de otros Acanthuridae.
A veces en manadas, es un herbívoro pacífico que puede alcanzar los 60 cm de longitud y se alimenta de todo tipo de algas © Giuseppe Mazza
En Oceanía, después de Australia y Papúa Nueva Guinea, llega a Nueva Caledonia. Avanzando hacia el este, colonizó Micronesia y, por supuesto, Tonga. Finalmente, también lo encontramos en Samoa y las Islas Cook que marcan el límite oriental de la especie.
Ecología-Hábitat
Es un pez herbívoro bentopelágico diurno, asociado a formaciones madrepóricas, que nada generalmente entre 2 y 40 m de profundidad. Limpia las madréporas de algas herbáceas filamentosas y pasa la mayor parte del día pastando las más sustanciosas , verdes o rojas, que crecen en las rocas. Son abundantes en lagunas y estuarios soleados, pero frecuentemente pasta en pequeños grupos también en los arrecifes.
Morfofisiología
Naso tonganus puede alcanzar los 60 cm de longitud. El perfil del cuerpo es ovalado y la gran protuberancia ósea sobre los labios carnosos es mucho más pronunciada que en Naso vlamingii. Tiene una segunda joroba en la espalda después de la cabeza. El pedúnculo caudal es estrecho con dos láminas ganchudas a cada lado , más grandes en los machos que las hembras es el único dimorfismo sexual evidente.
Protuberancias cerca de los ojos y en la espalda. Se diferencia del Naso tuberosus por las manchas presentes sólo alrededor de la joroba y el margen negro de los pectorales © Reef EcoImages, Andy Lewis
Hay una única aleta dorsal larga que tiene 5 radios espinosos y 27-30 blandos. La aleta anal es simétrica con 2 radios espinosos y 26-28 inermes. Las pectorales tienen 16-18 radios blandos, y las pélvicas, puntiagudas, tienen un radio espinoso y tres husos. La aleta caudal es truncada, ligeramente cóncava, sin los largos y espectaculares filamentos laterales presentes en algunos congéneres, como Naso elegans o Naso vlamingii.
El color del cuerpo, que se aclara en los lados de la mitad inferior del pez, es gris plateado, con tendencia a amarillento en el vientre. El área alrededor de la joroba tiene un fino punteado negro y la cabeza tiene dos bandas oblicuas oscuras. La primera banda ,que desde lejos puede dar la impresión de una boca enorme, va desde el labio superior hasta el ojo, mientras que la segunda va paralela a la abertura branquial.
Las aletas pectoral y caudal también tienen una banda negra. La dorsal es oscura, generalmente bordeada por un azul más llamativo que la caudal y la anal. Se trata de la única pequeña nota de color en una especie carente de ambiciones cromáticas, donde incluso las láminas defensivas del pedúnculo caudal, rojo fuego en Naso elegans y azul turquesa en Naso unicornis, son simplemente negras.
Naso tonganus a veces se confunde con Naso tuberosus , ambién muestra dos jorobas y es muy similar a primera vista. Se distingue por la protuberancia nasal más corta, que apenas llega al perfil del labio superior, y por las manchas negras más grandes en el dorso , presentes en toda la parte superior del pez y en toda la aleta caudal. Además, falta la típica franja negra de Naso tonganus en el borde de las aletas pectorales, sustituida por una mancha oscura en el pecho entre éstas y el opérculo.
Los juveniles, de forma redondeada, no presentan la protuberancia ósea característica de los adultos y están protegidos por una densa mancha negra de camuflaje © François Libert
Etología-Biología Reproductiva
Naso tonganus generalmente vive solitario o en pequeños grupos. El apareamiento, sin embargo, no es colectivo y sigue siendo una cuestión de pareja. Los huevos, fecundados en la natación, son confiados a las corrientes. La fase larvaria dura mucho tiempo y las crías suelen colonizar lugares lejanos. Tienen un perfil redondeado y están protegidos en todo el cuerpo por unas densas motas de camuflaje negro.
La resiliencia de esta especie es mediocre, dado que se necesitan entre 1,4 y 4,4 años para reconstruir las poblaciones diezmadas por los acontecimientos, y el índice de vulnerabilidad pesquera relativamente alto es de 49 en una escala de 100.
Sin embargo, las poblaciones son estables y desde 2010 Naso tonganus figura como “LC, Least Concern”, es decir, como «Preocupación menor», en la Lista Roja de especies en peligro de extinción de la UICN.
Sinónimos
Naseus tonganus Valenciennes, 1835.