Familia : Lophiidae
Texto © Giuseppe Mazza
Traducción en español por la Dra Cristina Valcuende
Lophius piscatorius Linnaeus, 1758, comúnmente conocido como Rape, pertenece a la clase Actinopterygii, del orden de los Lophiiformes, al que dio nombre por su notoriedad y tamaño, y a la familia Lophiidae que tiene sus raíces en el Terciario. y está presente hoy en todos los mares gracias a sus 4 géneros y 28 especies.
Una característica común de todos estos peces es el primer radio de la aleta dorsal colocado en la cabeza y transformado en un sedal móvil completo con cebo, llamado illicio del latín «illicium» = atraer, cebo, para atraer la curiosidad de los peces que pasan que luego son tragados a traición por una boca enorme.
El término genérico Lophius deriva del griego antiguo “λόφος” (lóphos) = penacho, penacho, en referencia a este órgano en concreto, mientras que el específico piscatorius nos recuerda en latín que es un pez que pesca.
Zoogeografia
El Rape está presente en el Atlántico oriental, desde las costas de Groenlandia e Islandia hasta Mauritania, en el Mediterráneo y el Mar Negro.
Ecología-Hábitat
Es un pez bentónico que generalmente se desplaza entre 2 y 1000 m de profundidad, con capturas registradas incluso a 1800 m. Prefiere los fondos arenosos y fangosos, donde espera, a menudo parcialmente enterrada, a sus presas, pero también frecuenta ambientes rocosos y praderas sumergidas. Se ha observado que los ejemplares del Atlántico norte, que también alcanzan mayores dimensiones, se pescan generalmente en aguas menos profundas que los de Mauritania.
Morfofisiología
Lophius piscatorius puede alcanzar los 2 m de longitud y casi 60 kg, de los cuales más de la mitad se debe a una enorme cabeza plana y de contorno quebrado, al igual que la parte anterior del cuerpo, por numerosos apéndices ramificados similares a algas con función de camuflaje.
La mandíbula superior es protráctil, pero cuando está en reposo encaja en el arco de la inferior que sobresale. Los dientes, de diversos tamaños, son robustos, cónicos y afilados. Hay cuatro filas de caninos curvados hacia adentro para sujetar a sus presas, hay otros dientes pequeños entre otros, en el vómer, el palatino y la faringe.
Los ojos, salientes, son relativamente pequeños, elipsoidales, colocados en alto y protegidos por una órbita espinosa.
Las branquias, recubiertas de piel, son de gran tamaño, situadas en la base de las grandes aletas pectorales, pedunculadas y robustas. Se utilizan para nadar, pero también para sedimentarse y moverse en el fondo marino, donde entran en juego las aletas pélvicas, transformadas en miembros sólidos, capaces de levantar al pez y hacerlo caminar sobre el fondo.
A partir de la cabeza, se pueden ver 3 antiguas espinas independientes que se han estirado desproporcionadamente para atraer la atención de las presas. La primera, que puede alcanzar incluso el medio metro, es el famoso illicium móvil que termina en un cebo lobulado: dos hojas bioluminiscentes gracias a la presencia de bacterias simbióticas. Los otros dos no son móviles, pero sí igualmente curiosos por la presencia, de excrecencias ramificadas. La segunda termina en punta, la tercera es la más pequeña, dado que mide más de la mitad de largo que el primero.
Le siguen dos aletas dorsales, la primera con 3 radios filiformes unidos por una membrana en la base y la segunda con 10-13 radios inermes, situada junto al pedúnculo caudal, simétrico al anal que tiene 9-11 radios blandos.
La piel, sin escamas, es lisa y un poco viscosa. El vientre que se apoya en la parte inferior, es blanco mientras que el dorso, cuyo color cambia según el entorno, es marrón violáceo o marrón oliva con un patrón jaspeado de manchas irregulares, más oscuras en las pectorales, también blanquecinas en el envés.
Etología-Biología Reproductiva
Lophius piscatorius es increíblemente voraz: no sólo puede tragar peces de su tamaño, gracias a su piel elástica y un estómago increíblemente distensible, sino que se le ha visto devorando gaviotas y otras aves marinas como si nada, en aguas poco profundas.
Es un pez solitario que se reproduce entre enero y junio dependiendo de la ubicación. Una hembra puede liberar incluso un millón de huevos de color púrpura, insertados en una cinta gelatinosa flotante de varios centímetros de ancho y hasta 10 m de largo, que luego se rompe naturalmente con el movimiento de las olas.
Las larvas crecen pelágicas y sólo después de la metamorfosis, los juveniles que superan los 5-8 cm se dirigen hacia el fondo marino para comenzar su vida bentónica.
Ni que decir tiene que el Rape es un pez cazado por gourmets, capturado con redes de arrastre y aparejos de fondo. Su carne, blanca y firme incluso después de la cocción, recuerda el sabor de la langosta. Se pescan hasta 33.000 toneladas al año, pero sólo se consume la parte final del cuerpo, de sección redonda.
A pesar del gran número de huevos y de una buena resistencia, con la posible duplicación de las poblaciones en 1,4-4,4 años, la especie está hoy en peligro porque las hembras sólo alcanzan la madurez sexual alrededor de los 14 años, cuando superan los 60 cm. y que, al frecuentar los mismos ambientes que los ejemplares más grandes, que pueden alcanzar los 24 años, se pescan juntos, siendo demasiado jóvenes para reproducirse.
El índice de vulnerabilidad a la pesca, relativamente alto, alcanza 64 en una escala de 100, sin embargo, desde 2013, Lophius piscatorius figura como «LC, Least Concern«, es decir «Preocupación menor» en la Lista Roja de especies en peligro de extinción de la UICN.
Sinónimos
Batrachus piscatorius (Linnaeus, 1758); Lophius eurypterus Düben, 1845; Batrachus eurypterus (Düben, 1845).