Familia : Asteraceae
Texto © Pietro Puccio
Traducción en español de Susana Franke
La Kleinia nerifolia es una suculenta perenne de las Canarias © Giuseppe Mazza
La especie es originaria de las Islas Canarias (España) donde está bastante difundida en zonas caracterizadas por un clima semiárido, en particular sobre pendientes rocosas entre los 50 y 1000 m de altitud, a menudo en asociación con Euphorbia.
El género está dedicado al botánico alemán Jacob Theodor Klein (1685-1759); el término de la especie es la combinación del nombre del género del oleandro, Nerium oleander, y del término en latín “folia” = hojas. con referencia al parecido de las hojas con las del oleandro.
Nombres comunes: Canary Islands candle plant, mountain grass (inglés); berode, higuerilla, verode, verol, vero de Canarias (español); affenpalme (alemán).
La Kleinia neriifolia Haw. (1812) es una suculenta perenne, alta 2-3 m y diámetro en la base hasta cerca 10 cm, con tallos cilíndricos ramificados, articulados (separados por estrangulaciones), de 1-4 cm de diámetro, mas bien frágil, de color verde claro con estrías verticales violáceas que confluyen en el punto de inserción de las hojas.
Estas son sésiles (sin pecíolo), dispuestas en espiral y concentradas en el ápice de los tallos, mórbidas y suculentas, de forma desde lineares a oblanceoladas, largas 6-15 cm y anchas 1-3 cm, de color gris verdoso en su cara superior, con matices púrpura en su cara inferior y nervadura central prominentes. Las hojas son caducas y se secan al inicio de la estación de reposo, el verano, y dejan una característica cicatriz permanete en el tallo.
Las inflorescencias son terminales, ramificadas en corimbos, sobre un pedúnculo largo cerca 6 cm, culminando con capítulos, la típica inflorescencia de las Asteraceae, constituidos por una base redondeada, el receptáculo, circundada por un involucro constituido aproximadamente por 5 brácteas amarillo verduzcas largas 1,5 cm, sobre los cuales están insertadas en espiral 5-10 flores tubulares bisexuales con corola constituida por cinco pétalos fusionados de color blanco marfil.
Los frutos, conteniendo una sola semilla y llamados aquenios (o más correctamente cipselas) en las Asteraceae, son rayados, largos un centímetro y coronados por el papus, el cáliz modificado de la flor que tiene la función de favorecer la dispersión, constituido por un penacho denso de pelos blancuzcos largos cerca 1,5 cm. Los frutos secos permanecen sobre la planta por más de un año. Se reproduce por semilla, puesta en superficie sobre un sustrato aireado y drenante con 50% de arena silícea gruesa o perlita, con tiempos de germinación bastante variable, de pocos días a 1-2 meses o más; se reproduce también por esqueje, dejándola secar bien, en primavera, sobre sustrato arenoso, pero el enraizamiento es bastante lento.
Flores de look insólito, en corimbos, que respetan realmente el esquema de las Asteraceae © G. Mazza
Especie muy característica por la forma y color de los tallos, muy apreciada por los coleccionistas de suculentas, cuya colocación permanente al aire libre, en pleno sol y sobre suelos perfectamente drenantes y preferiblemente arenosos y pedregosos, está limitada en las zonas con clima particularmente apacible. Resiste, de cualquier manera, altas temperaturas y períodos de sequía, pero no a las bajas temperaturas.
Seca parece que puede resistir hasta -2 ºC por breve período, pero es aconsejable evitar temperaturas alrededor de 0 ºC, especialmente en condiciones de elevada humedad.
Los riegos en otoño invierno, donde sea necesario, deben ser moderados y distanciados, una o dos veces al mes según el clima, casi suspendidos en verano, cuando en su habitat pierde las hojas para evitar la evaporación a través de la transpiración. Las flores, que aparecen desde el tardío verano al otoño, son ligeras y agradablemente perfumadas y muy apreciadas por las abejas.
Para la cultivación en tiesto, necesarios donde el clima no consiente la cultivación permanente al aire libre, se utilizan sustratos muy permeables, con el agregado, alrededor del 50%, de arena silícea gruesa, perlita u otro material drenante, y deberá ser elegida una colocación lo más luminosa posible. El eventual cambio en plena luz, en primavera-verano, se deberá realiza con mucha gradualidad para evitar antiestéticas, permanentes “quemaduras” de la epidermis.
Sinónimos: Cacalia kleinia L. (1753); Cacalia terminalis Salisb. (1796); Senecio kleinia (L.) Less. (1831).
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