Echeneis naucrates

Famiglia : Echeneidae

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Texto © Giuseppe Mazza

 


Traducción en español de Carlos Jiménez

 

Presente en mares tropicales y templados de todo el mundo, Echeneis naucrates es la rémora más grande que existe y que aquí parece sonreír debido a su mandíbula superior más corta.

Presente en mares tropicales y templados de todo el mundo, Echeneis naucrates es la rémora más grande que existe y que aquí parece sonreír debido a su mandíbula superior más corta © Allison & Carlos Estape

La Rémora rayada (Echeneis naucrates Linnaeus, 1758), pertenece a la clase de los Actinopterygii, los peces con aletas radiadas, al orden de los Carangiformes y a la familia de los Echeneidae, las rémoras, con 3 géneros y 8 especies.

Todos ellos son animales de cuerpo esbelto y ahusado, de 17 a 100 cm de largo, caracterizados por un disco succionador colocado en la cabeza para fijarse y ser transportado por peces, tortugas, mamíferos marinos e incluso barcos.

El género Echeneis proviene de hecho del griego «echein», sostener, y «naus», barco, y el término específico naucrates une nuevamente en griego «naus» y «krates», comandante, porque según antiguas leyendas , al adherirse a los remos, podrían gobernarlas, frenando su avance e incluso deteniéndolas.

En realidad, la dentición densa y delgada de estos últimos, combinada con los dientes del paladar, sirven para retener el plancton que fluye hacia la boca entreabierta, mientras el huésped se mueve

En realidad, la dentición densa y delgada de estos últimos, combinada con los dientes del paladar, sirven para retener el plancton que fluye hacia la boca entreabierta, mientras el huésped se mueve © Allison & Carlos Estape

Zoogeografía

Echeneis naucrates es la rémora más común, presente en aguas cálidas y templadas de todo el mundo, excepto en las costas del Pacífico oriental.

Se la encuentra en el Atlántico occidental desde Massachusetts y el Golfo de México hasta Argentina, y es muy abundante en el Caribe.

En el Atlántico oriental está presente desde el sur de las Azores hasta la isla de Santa Elena y a lo largo de la costa africana hasta Sudáfrica.

En el Indo-Pacífico se extiende por Madagascar y las islas adyacentes hasta África Oriental, las Seychelles y el Mar Rojo.

Además, a diferencia de la mayoría de las rémoras, Echeneis naucrates también nada de forma autónoma, depredando peces, calamares y cangrejos con los largos dientes de la mandíbula inferior.

Además, a diferencia de la mayoría de las rémoras, Echeneis naucrates también nada de forma autónoma, depredando peces, calamares y cangrejos con los largos dientes de la mandíbula inferior © Allison & Carlos Estape

Al adherirse a los barcos que pasaban por el Canal de Suez, penetró también en el Mediterráneo, aumentando la gran cantidad de los llamados peces lessepsianos, que llevan el nombre de Ferdinand de Lesseps, promotor y ejecutor del Canal.

La rémora rayada se encuentra luego en India, Indonesia, Filipinas, Japón, Australia y finalmente en las islas hawaianas, la isla de Pascua y las Galápagos, que marcan su límite oriental en el Pacífico.

Ecología-Hábitat

A diferencia de la mayoría de las rémoras, Echeneis naucrates suele nadar libremente en aguas poco profundas, sin necesidad de adherirse a un hospedante.

La librea varía según el tamaño del animal. Especialmente en los juveniles, se puede ver una banda oscura que recorre el pez cruzando el ojo

La librea varía según el tamaño del animal. Especialmente en los juveniles, se puede ver una banda oscura que recorre el pez cruzando el ojo © Graham Edgar, Reef Life Survey

Se encuentra a lo largo de las costas, junto a formaciones madrepóricas y ocasionalmente en estuarios, hasta unos 15 m de profundidad, pero también puede alcanzar los 85 m y más, cuando está adherida a tiburones o mantarrayas que se desplazan hacia abajo.

Morfofisiología

Con alrededor de 1 m de largo, Echeneis naucrates es la rémora más grande de la familia. Falta la vejiga natatoria, y el cuerpo está cubierto de diminutas escamas cicloides.

La librea varía según el tamaño del animal. Especialmente en los juveniles, se puede observar una banda horizontal oscura en los costados que, partiendo de la aleta caudal, cruza el ojo y llega hasta la punta de la mandíbula inferior, resaltada, arriba y abajo, por una banda blanca.

En esta especie la ventosa adhesiva colocada en la cabeza llega hasta la mitad de las aletas pectorales. En el interior hay entre 18 y 28 pares de placas móviles para bombear el agua.

En esta especie la ventosa adhesiva colocada en la cabeza llega hasta la mitad de las aletas pectorales. En el interior hay entre 18 y 28 pares de placas móviles para bombear el agua © Paddy Ryan

Luego, el contraste se desvanece y a menudo predomina el gris.

Los muy jóvenes tienen tonos amarillo-naranja y según ciertas fotografías, y las imágenes de algunos libros, parece que el amarillo también está presente en los adultos que circulan por el Mar Rojo.

Hay dos aletas dorsales y la primera aleta, como en todas las rémoras, se ha transformado en una ventosa oblonga y redondeada en las puntas.

En Echeneis naucrates llega hasta la mitad de las aletas pectorales y tiene 18-28 pares de láminas móviles orientadas hacia la cola, como las lamas de una persiana.

Se crea así una depresión que mantiene el agarre gracias a una válvula que impide que el agua regrese, hasta que el pez decide abrirla para desprenderse del huésped.

Se crea así una depresión que mantiene el agarre gracias a una válvula que impide que el agua regrese, hasta que el pez decide abrirla para desprenderse del huésped © Allison & Carlos Estape

Cuando las rémoras se posan sobre el huésped, éstas bombean el agua mientras se mueven y la depresión que se forma mantiene al pez adherido y está asegurada por una válvula, con cierre de solapa, colocada junto al primer par de branquias.

Todas ellas son dentadas en la parte inferior y, cuando el huésped acelera, se enderezan, aumentando el agarre.

Lo saben bien los pescadores locales, que utilizan a la pobres Echeneis naucrates para capturar las tortugas que descansan en el fondo marino.

Lanzan al agua la rémora atada por la cola a una cuerda resistente, y si ésta se adhiere instintivamente con la esperanza de llegar lejos, al tirar de la cuerda las láminas se enderezan y la tortuga con la rémora se iza fácilmente a bordo.

Echeneis naucrates a menudo se adhiere a las tortugas, a las que limpia de parásitos, pero también a los cascos sumergidos de barcos y a mamíferos marinos como ballenas y delfines.

Echeneis naucrates a menudo se adhiere a las tortugas, a las que limpia de parásitos, pero también a los cascos sumergidos de barcos y a mamíferos marinos como ballenas y delfines © Allison & Carlos Estape

Para desprender la ventosa basta con empujar el pez hacia delante, mientras que en el mar, cuando la rémora quiere abandonar al huésped, le basta con abrir la válvula levantando la trampilla y el agua que entra anula la depresión y por tanto el agarre.

La segunda aleta dorsal de Echeneis naucrates tiene aproximadamente 32-42 radios blandos y la anal, simétrica, 29-41.

Las pectorales, ubicadas en lo alto del cuerpo junto al opérculo, son puntiagudas, con 22-23 radios, y las pélvicas, grandes, son muy similares.

La cabeza es aplanada, con el rostro triangular y mandíbulas con una superficie de contacto reducida. La inferior, prominente, tiene grandes dientes de varios tamaños para agarrar presas.

Entre sus hospedantes favoritos se encuentran los tiburones, que esparcen fragmentos de comida en sus ataques. Aquí monitorean un Carcharhinus melanopterus con una raya al lado.

Entre sus hospedantes favoritos se encuentran los tiburones, que esparcen fragmentos de comida en sus ataques. Aquí monitorean un Carcharhinus melanopterus con una raya al lado © François Libert

La superior tiene 3-4 hileras de pequeños dientes puntiagudos y afilados, que alcanzan los 2-3 mm en los adultos. Luego hay otros en el paladar, y cuando las rémoras navegan con la boca abierta adheridas a la huésped, filtran el agua dirigida a las branquias, reteniendo diversos organismos planctónicos como larvas y huevos.

Etología-Biología Reproductiva

Cuando caza solo, Echeneis naucrates se alimenta de peces pequeños, calamares y cangrejos pequeños. Si es remolcado por el huésped, además del plancton, que constituye su plato principal, aprovecha los restos de comida y lo libera de pequeños crustáceos parásitos.

Incluso los jóvenes suelen limpiar los peces loro de los parásitos de la piel en «estaciones de limpieza» y si encuentran uno grande, como Sparisoma viride, lo enganchan e inmediatamente comienzan su carrera, filtrando el plancton.

Para la reproducción se forman parejas, y los huevos fecundados se confían a las corrientes. Las larvas también son pelágicas, y después de aproximadamente un año las crías miden 3 cm.

Para la reproducción se forman parejas, y los huevos fecundados se confían a las corrientes. Las larvas también son pelágicas, y después de aproximadamente un año las crías miden 3 cm © Allison & Carlos Estape

La reproducción de la rémora rayada se produce en primavera-verano en aguas cálidas y en otoño en el Mediterráneo.

La fertilización se produce en parejas, con huevos pelágicos grandes y esféricos confiados a las corrientes.

Las larvas también son planctónicas. Cuando eclosionan miden 0,47-0,75 cm y cuando han consumido el saco vitelino se alimentan de microorganismos planctónicos. Las crías tardan aproximadamente un año en alcanzar los 3 cm de longitud.

Luego pueden adherirse a un huésped y madurar sexualmente alrededor de los 3 a 5 años de edad.

La resiliencia es mediocre, con un tiempo mínimo para duplicar la población de 1,4 a 4,4 años, pero la vulnerabilidad a la pesca es muy alta, con una puntuación de 66 en una escala de 100 porque a menudo cae en las redes.

Frecuentan estaciones de limpieza para limpiar peces de parásitos de la piel y comienzan su carrera como huéspedes adhiriéndose a peces loro, como este Sparisoma viride.

Frecuentan estaciones de limpieza para limpiar peces de parásitos de la piel y comienzan su carrera como huéspedes adhiriéndose a peces loro, como este Sparisoma viride © Allison & Carlos Estape

La rémora rayada acaba así en los mercados locales, aunque su carne puede provocar urticaria, vómitos y diarrea.

Sin embargo, considerando su difusión global, Echeneis naucrates ha sido catalogado como «LC, Preocupación Menor» en la lista de especies en peligro de extinción de la UICN desde 2012.

Sinónimos

Leptecheneis naucrates
(Linnaeus, 1758); Echeneis lunata Bancroft, 1831; Echeneis vittata Rüppell, 1838; Echeneis fasciata Gronow, 1854; Echeneis fusca Gronow, 1854; Echeneis guaicano Poey, 1860; Echeneis metalica Poey, 1860; Leptecheneis flaviventris Seale, 1906.

 

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