Familia : Arecaceae
Texto © Pietro Puccio
Traducción en español de Ignacio Barrionuevo
La especie es originaria de Cuba, donde crece, con un número más bien limitado de ejemplares, en la costa sudoriental, en la provincia de Guantánamo, solamente a una altura caracterizada por una vegetación baja principalmente xerófila. El suelo, casi carente de humus, está constituido por rocas calcáreas sujetas a fenómenos de erosión de tipo kárstico. El clima de la zona es de los más cálidos y secos de la isla, con temperaturas elevadas casi constantes a lo largo de todo el año y una baja pluviosidad concentrada en 2 o 3 meses, condiciones extremas parcialmente mitigadas por las húmedas brisas marinas que suben desde la cercana costa.
El nombre genérico deriva de la combinación del término griego “κόκκος” (coccos) = baya y el nombre del género Thrinax, al que estas plantas se asemejan; mientras que el epíteto específico es el adjetivo latino “torridus, a, um” = tórrido, abrasador, quemado, en referencia al singular clima del área de origen.
La Coccothrinax torrida Morici & Verdecia (2006) es una especie monoica inerme de tallo solitario, erecto, de entre 2 y 8 m de altura y entre 3 y 4,5 cm de diámetro, de color grisáceo, a menudo con una masa de raíces expuestas en la base y escondida en la parte superior, en un segmento más o menos largo, por las hojas secas persistentes.
Las hojas, sobre un peciolo de entre 20 y 30 cm de largo y de 0,5 a 1 cm de ancho, son palmadas, generalmente poco más que semicirculares, de color gris verdoso y cubiertas por una pátina cerosa blanquecina en el haz, verdes y con un tomento caedizo gris argénteo en el envés. La lámina foliar está profundamente hendida, casi hasta la base, en entre 16 y 19 segmentos rígidos linear-triangulares con ápice acuminado y de entre 24 y 30 cm de longitud en el centro. El hástula (apéndice presente en el punto de inserción de la lámina foliar con el peciolo), poco prominente, es de forma triangular y de color amarillo. La base foliar, de entre 20 y 30 cm de longitud, está provista en los márgenes de fibras de color amarillo pajizo de entre 0,5 y 3,5 mm de grosor, inicialmente unidas al ápice formando una característica falda triangular con ápice acuminado que progresivamente se disgrega con el desarrollo de las hojas.
Las inflorescencias nacen ente las hojas (interfoliares), de entre 90 y 110 cm de largo, inicialmente erectas pero que se curvan al fructificar, con entre 3 y 4 ramificaciones primarias separadas entre sí y de longitud decreciente hacia el ápice, con entre 4 y 12 raquillas de entre 2 y 7,5 cm de largo que portan flores hermafroditas sésiles de color blanco crema y fragantes. Los frutos son globosos, de entre 0,5 y 0,6 cm de diámetro, de un color inicialmente verde que torna al blanco crema al madurar en vez de al púrpura negruzco, particularidad que comparte en el género con la Coccothrinax montana Burret (1929), y contienen una sola semilla cerebriforme de entre 0,3 y 0,5 cm de diámetro. Se propaga por semilla, colocada en sustrato perfectamente drenante y aireado mantenido ligeramente húmedo a una temperatura de entre 28 y 30 ºC, con un tiempo de germinación a partir de 5 o 6 meses y un crecimiento lento.
Se trata de una de las especies más particulares del género, dependiente de las características microclimáticas y edáficas del área de origen, que dan además útiles indicaciones acerca de su cultivo, no habiendo salido nunca de su restringido territorio antes de su descripción y la primera recolección de sus semillas con fines científicos, rápidamente distribuidas a jardines e instituciones botánicas de todo el mundo. El ambiente más idóneo parece ser el de las regiones con clima tropical y subtropical con una pronunciada estación seca, a pleno sol sobre suelos rocosos calcáreos, incluso pobres, y con un notable poder drenante. Ya que en la naturaleza recibe a menudo brisas marinas, podrá ser usada sin problemas en jardines “desérticos” cerca del mar. No se conocen usos particulares de esta planta por parte de la población local.