Familia : Cetorhinidae
Texto © Giuseppe Mazza
Traducción en español por la Dra Cristina Valcuende
Los dos tiburones más grandes que existen no son depredadores tan feroces como podría pensarse, ya que se alimentan pacíficamente de plancton.
Este es el caso del Tiburón peregrino [Cetorhinus maximus (Gunnerus, 1765)] que lo encontramos en segunda posición, con un tamaño máximo de 15 m y un peso estimado de 16 t, después del famoso Tiburón Ballena (Rhincodon typus) que alcanza los 20m.
Pertenece a la clase de los Chondrichthyes, peces cartilaginosos, y al orden de los Lamniformes, al igual que el Gran Tiburón Blanco (Carcharodon carcharias), en lo más alto de los depredadores del mundo de los peces, y a la familia de los Cetorhinidae, nacida en el Cretácico Superior y representada hoy sólo por esta especie.
El nombre del género Cetorhinus proviene del griego antiguo “κῆτος” (ketos), monstruo marino, y “ῥιvός” (rinocerontes), nariz, destacando su tamaño aterrador y su extraño hocico alargado por encima de la mandíbula en forma de nariz, mientras que el término específico maximus, el más grande en latín, sigue siendo una referencia al tamaño.
Zoogeografia
Al igual que Sphyrna lewini, el Tiburón martillo festoneado, Cetorhinus maximus es prácticamente cosmopolita, pero mientras el primero ama las aguas templadas cálidas entre 18,7 y 29 °C, el segundo vive en aguas templadas frías a temperaturas entre 6 y 24 °C con preferencia por aquellas entre 8 y 16 ºC.
Presente en los océanos Atlántico y Pacífico, está casi ausente en el océano Índico, excepto en Australia Occidental. También se puede encontrar en el Mediterráneo donde son más frecuentes los jóvenes de 3-8 m de longitud.
Ecología-Hábitat
Cetorhinus maximus nada en la superficie, chocando a veces contra barcos pesqueros, hasta el punto de que algunos han colocado crueles cuchillas cortantes en la popa, pero para grandes movimientos continentales prefiere la calma del abismo, como demuestra el descubrimiento en su estómago de camarones que viven sólo en lo profundo. Parece que puede descender hasta los 2000 m.
Se acerca a las costas, penetrando también en las aguas salobres de los estuarios pero sigue siendo esencialmente un pez pelágico-oceánico. Cuando el agua está fría, tiene la curiosa costumbre de descansar en la superficie, a veces tumbado de lado o boca arriba, de ahí el nombre en inglés de «Basking Shark», es decir, un tiburón que toma el sol.
Cuando se mueve, lo hace lentamente a una velocidad de unos 3 km/h. En verano busca alimento en la superficie mientras que durante el invierno sigue las corrientes de zooplancton que circulan en las profundidades.
Morfofisiología
El tamaño actual ronda los 7-9 m y pesa 4-5 t. El cuerpo es fusiforme a partir de la primera aleta dorsal, que marca el diámetro máximo del pez.
La cabeza está ligeramente comprimida lateralmente con el hocico que en los jóvenes termina en una trompa, una especie de nariz destinada a desaparecer con la pubertad, rica como la cabeza en receptores electromagnéticos, las famosas ampollas de Lorenzini que utiliza para localizar las concentraciones planctónicas y memorizar los lugares por donde pasan a través del campo magnético terrestre.
Las aletas, como suele ocurrir en los tiburones, no tienen espinas. Es inconfundible la primera cresta, muy alta, en forma de triángulo equilátero. El segundo es más pequeño, aproximadamente una cuarta parte del primero, como el anal.
Las pectorales, situadas inmediatamente después de la quinta hendidura branquial, miden una séptima parte de la longitud total, mientras que las pélvicas, de forma similar a la primera dorsal, miden alrededor de una cuarta parte de esta última.
La poderosa aleta caudal asimétrica, con el lóbulo superior aproximadamente dos veces más grande que el otro, está precedida en el pedúnculo por quillas prominentes.
Los ojos son pequeños y carecen de la membrana protectora nictitante, completamente inútil porque el pez no tiene que protegerlos de la reacción de la presa y lo mismo ocurre con las fosas nasales que aquí no necesitan detectar rastros ínfimos de sangre.
Cinco enormes aberturas rodean la cabeza protegiendo las branquias. Éstos, además de oxigenar la sangre, llevan unos filtros particulares que retienen el plancton mientras el pez avanza con la boca abierta: cerdas formadas por 1000-1300 láminas de queratina por cada arco branquial que se renuevan periódicamente.
En comparación con su tamaño, el cerebro es muy pequeño respecto al de otros tiburones, porque en la práctica sólo sirve para memorizar, como notas en un calendario y un mapa geográfico, los lugares y la estación donde el mar es rico en plancton.
Los dientes, numerosos pero muy pequeños, miran hacia atrás para sujetar y tragar incluso peces pequeños. En un joven de 4 m miden apenas 3 mm, y en un adulto de 10 mm
Están dispuestas en varias filas con alrededor de un centenar de elementos: 3-4 bandas en la mandíbula superior y 6-7 en la mandíbula inferior. Y es gracias a estos diminutos dientes que en el útero materno los pequeños, después de haber agotado su saco vitelino, crecen royendo el de los óvulos no fecundados.
La piel muy gruesa, cubierta de abundante moco, está protegida por dentículos córneos que la hacen áspera como papel de lija. La única fuente de accidentes es la de los nadadores que se acercan demasiado y molestan al Tiburón abusando de su buen carácter.
La piel tiende al gris con el vientre blanquecino y posibles manchas o bandas claras en el dorso y los costados.
El gigantesco estómago puede contener hasta 500 kg de plancton mezclado con pequeños peces gregarios como sardinas, caballa y arenque.
El hígado, que ayuda a la flotabilidad, representa el 15/20% del peso del pez. Suele alcanzar una tonelada y puede proporcionar una media de entre 600 y 700 litros de aceite, utilizado en tiempos de hambruna también para freír y con propiedades terapéuticas, aunque menos valiosas que las de otros pescados como el bacalao.
Etología-Biología Reproductiva
Cetorhinus maximus se alimenta principalmente de zooplancton, especialmente de copépodos calanoides como Calanus helgolandicus, que traga avanzando con la boca abierta. A 3 km/h tamiza más de 1.000 toneladas de agua por hora.
Vive solo o, a veces, en grandes grupos.
Estas reuniones parecen ser preliminares al apareamiento y no es raro observar a una hembra nadando seguida en fila india por varios machos.
Ante tal espectáculo, los marineros del pasado estaban convencidos de que se encontraban ante una gigantesca serpiente marina capaz de subir al barco para devorar a la tripulación, como lo demuestran las imaginativas representaciones de la época.
En estas ocasiones se ha visto a los machos saltando como ballenas fuera del agua, quizás para demostrar su fuerza, pero también lo hacen en otras circunstancias para deshacerse de rémoras y lampreas como Petromyzon marinus que no pueden chupar sangre debido a su espesor de la piel pero ciertamente les molestan.
Los machos alcanzan la madurez sexual entre los 12 y los 16 años, las hembras entre los 16 y los 20 años.
No se sabe bien cómo se produce el apareamiento pero lo cierto es que dado el tamaño y la falta de dientes adecuados para bloquear a la pareja como otros tiburones, el apareamiento no es muy estable cuando el macho introduce uno de sus dos perigópodos, aunque sea de un metro de largo. . en la cloaca de la pareja, para transportar unos quince litros de esperma empaquetados en paquetes, llamados espermatóforos, de unos 3 cm de ancho.
En estas circunstancias la piel granulada deja visibles marcas de abrasión en los órganos sexuales y al final de la temporada reproductiva, en primavera, las más marcadas en las hembras sugieren que se han apareado con más machos.
La gestación parece durar más de un año y se ha documentado un embarazo con 6 pequeños que habrían superado el metro y medio al nacer.
Luego la hembra debe recuperarse del esfuerzo, y pueden pasar 4 años entre un nacimiento y otro.
La resiliencia de la especie es muy baja, con un tiempo mínimo para duplicar las poblaciones de 14 años, y además el índice de vulnerabilidad a la pesca está casi en su máximo, con una puntuación de 86 en una escala de 100.
Aunque hoy, en 2022, la pesca industrial ha terminado, en el mercado asiático el hígado de Cetorhinus maximus todavía se vende como afrodisíaco, las aletas frescas a 1.000 dólares el kilo y las secas a 700 dólares.
Aunque Tiburón peregrino parece capaz de vivir 50 años, hoy figura, como Sphyrna lewini y otros tiburones, en la Lista Roja de la UICN, clasificado desde 2018 como “Endangered”, es decir, en peligro, al borde de la extinción.
Sinónimos
Squalus maximus Gunnerus, 1765; Halsydrus maximus (Gunnerus, 1765); Selache maxima (Gunnerus, 1765); Selache maximum (Gunnerus, 1765); Selache maximus (Gunnerus, 1765); Squalus gunnerianus Blainville, 1810; Squalus homianus Blainville, 1810; Squalus pelegrinus Blainville, 1810; Halsydrus pontoppidiani Fleming, 1817; Squalus rostratus Macri, 1819; Squalus isodus Macri, 1819; Cetorhinus rostratus (Macri, 1819); Squalus elephas Lesueur, 1822; Selache elephas (Le Sueur, 1822); Squalus rashleighanus Couch, 1838; Squalus cetaceus Gronow, 1854; Polyprosopus macer Couch, 1862; Cetorhinus blainvillei de Brito Capello, 1869; Selachus pennantii Cornish, 1885; Tetroras maccoyi Barrett, 1933; Cetorhinus maccoyi (Barrett, 1933); Halsydrus maccoyi (Barrett, 1933); Cetorhinus maximus f. infanuncula Deinse & Adriani, 1953; Cetorhinus normani Siccardi, 1961; Cetorhinus maximus normani (Siccardi, 1961).
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