Castanospermum australe

Familia : Fabaceae

Texto © Prof. Pietro Pavone

 

Traducción en español por el Prof. José Campos

 

Castanospermum australe A.Cunn. ex Mudie (1829) es la única especie del género Castanospermum de la tribu Sophoreae (familia Fabaceae), originaria de las selvas tropicales costeras y playas de Australia, desde Nueva Gales del Sur hasta Iron Range, en la península de Cape York, en la costa de Queensland, y penetra hasta 150 km al oeste en las montañas Bunya.

Crece en suelos húmedos, fértiles y bien drenados, en terrazas, en la selva de las laderas montañosas y en las riberas de ríos y arroyos desde el nivel del mar hasta los 800 m de altitud.

También se encuentra en las islas del Pacífico de Vanuatu, Nueva Caledonia y la isla de Nueva Bretaña (Papúa Nueva Guinea). La especie se ha introducido en la India, en África y en otras áreas tropicales y subtropicales del mundo, principalmente como planta ornamental.

El nombre genérico Castanospermum deriva del latín “Castanea”, castaño y del griego “σπέρμα”, esperma, debido a que las semillas se asemejan a las castañas en forma y color. El epíteto específico deriva del latín australis, auster, austral, nombre del viento procedente del hemisferio sur, ya que la especie fue descubierta en Cooktown (North Queensland, Australia) por los botánicos Daniel Solander (1733-1782) y Joseph Banks (1743-1820), en el año 1770.

Nombres comunes: castaño australiano, castaño de Moreton Bay.

Es un árbol de hoja perenne, de hasta 40 m de altura, con un tronco de hasta 1,2 m de diámetro. Sus raíces establecen simbiosis con algunas bacterias del suelo, que forman nódulos en cuyo interior se fija nitrógeno atmosférico, utilizado en parte por la planta. El tronco tiene una corteza grisácea muy oscura y ligeramente rugosa, y sostiene una copa muy densa debido al abundante follaje verde oscuro y brillante. Las ramas presentan numerosas y vistosas lenticelas que aseguran el intercambio gaseoso entre los tejidos internos de la planta y el medio exterior.

Las hojas son alternas, compuestas, imparipinnadas, de 20-35 cm de largo, con 8-17 folíolos de margen entero, con pecíolos de 0,4-0,7 cm de largo. Las láminas de los foliolos son elípticas, a veces ovaladas, de unos 8-17 x 3-6 cm, a menudo desiguales en la base, de color verde brillante en el haz.

Las hojas y ramitas son venenosas y si se trituran huelen a pepino (Cucumis sativus L.) o a calabacín (Cucurbita pepo L.).

En la naturaleza, en los meses de octubre-noviembre, aparecen grandes inflorescencias en las ramas y en el tronco de hasta 15 cm de largo, sobre delgados pedicelos de unos 2,5 cm. Las flores, muy atractivas y con la característica forma papilionácea, miden 4-5 cm de largo. El cáliz es amarillento, campanulado, con 5 lóbulos en el ápice, ligeramente cubierto de pelos de color castaño. La corola está formada por pétalos amarillos y coriáceos que se vuelven de color rojizo a naranja intenso cuando se ha completado la floración. El pétalo superior (estandarte) es lobulado en el ápice y mide 3-4 x 3 cm. Los estambres, por lo general en número de diez, son amarillos, libres, curvados, de aproximadamente 0,4 x 0,15 cm. El ovario, en un pedúnculo de aproximadamente 1,5 a 2 cm de largo, lleva de 3 a 4 óvulos. El estilo glabro mide 1-2 cm de largo y presenta un estigma terminal.

Las flores son ricas en polen y néctar y en la naturaleza son polinizadas por loris como Trichoglossus haematodus (Linnaeus, 1771), por mariposas y, a veces, por el murciélago «zorro volador de anteojos» (Pteropus conspicillatus Gould, 1850), ávido de néctar. El néctar es abundante y en ocasiones los loris, muy golosos, pueden intoxicarse.

Los frutos, grandes y leñosos, aparecen de marzo a mayo. Son vainas cilíndricas de 15-25 x 4-5 cm y contienen 3-5 semillas redondas o comprimidas de 3-5 cm, de color marrón. A menudo aparecen abundantemente, en el suelo, debajo de grandes árboles. Las vainas flotan y la exposición al agua salada no dificulta la germinación de las semillas.

Estudios antropológicos recientes han demostrado que el rango de distribución de la especie estuvo muy influenciado por las poblaciones prehistóricas que, hace entre 40.000 y 65.000 años, comenzaron a colonizar Australia.

Esto fue posible, durante las glaciaciones del Pleistoceno, porque el Estrecho de Torres había emergido del mar. El mar volvió a ocupar el estrecho hace entre 12.000 y 8.000 años y Australia permaneció aislada durante mucho tiempo, aunque los aborígenes australianos comerciaban con los habitantes de las islas del estrecho.

Los aborígenes, en su dieta, hicieron un uso extensivo de semillas de C. australe y, a menudo, las mantenían bajo tierra durante varios meses y, muy probablemente, al hacerlo, fueron responsables de la propagación de la especie más allá de su área de distribución original. Esto explica la presencia actual de esta especie en la parte norte de Nueva Gales del Sur.

Dado que las semillas son venenosas y pueden causar malestar gastrointestinal severo, los aborígenes las usaban solo después de un tratamiento particular. De hecho, se cortaban en rodajas y se lavaban con agua corriente durante varios días, aproximadamente diez, luego se tostaban y trituraban para obtener harina. Además de su importancia como alimento, el castaño australiano era, para esos pueblos, un punto de recolección estacional y esto actuaba como catalizador de ceremonias. Además, usaban la corteza para hacer trampas para peces y animales, y los niños usaban las vainas vacías como botes de juguete.

C. australe es una especie muy utilizada como planta ornamental en todo el mundo, por el color de sus vistosas inflorescencias y la sombra de su follaje.

El árbol produce una madera de alto valor comercial por su aspecto similar a la de nogal. Es suave, de grano fino y se puede pulir.

En cultivo, la planta desarrolla una copa redondeada y densa que alcanza una altura de 8-20 m, con un diámetro de 4-8 m. Por tanto, es un árbol de sombra ideal en carreteras, parques y jardines. El extenso sistema de raíces y su preferencia por los suelos húmedos lo convierten en un árbol útil para estabilizar las orillas de los arroyos; sin embargo, debido a su gran sistema de raíces, no debe plantarse a menos de 10 metros de tuberías, alcantarillas, cimientos de casas, garajes o piscinas.

La propagación de esta especie se realiza a partir de semilla fresca y la germinación requiere una temperatura de 18-25 °C.

La siembra se realiza en macetas individuales utilizando una mezcla de tres partes de arena de río y una parte de perlita.

Tras la formación de los primeros pares de hojas es necesario trasplantarla a un suelo bien suelto y húmedo, con un pH ligeramente ácido.

La base de la planta ha de cubrirse con mantillo y debe regarse con regularidad.

Pasados ​​unos tres meses desde el trasplante, se puede utilizar un fertilizante líquido a base de nitrógeno, fósforo y potasio (NPK).

Como planta de maceta, C. australe es una especie muy extendida en Europa y América, pero sus raíces deben estar confinadas en un recipiente para evitar que crezca demasiado.

También es una planta de interior ampliamente disponible en floristerías y viveros. Tolera la luz escasa y filtrada a pleno sol si se adapta gradualmente.

Entre los problemas que puede sufrir, destacamos los posibles ataques de cochinillas y psílidos. Para evitarlos, es conveniente utilizar un pesticida de amplio espectro durante el invierno.

Debe evitarse el riego excesivo porque puede provocar la pudrición de la raíz por el desarrollo de hongos.

La toxicidad de la planta y sus semillas deriva del alcaloide polihidroxilado «castanospermina», descubierto en 1981. De hecho, se conocen intoxicaciones de animales, en particular caballos, y en ocasiones incluso de personas.

El alcaloide, sin embargo, tiene propiedades medicinales porque es un inhibidor de la alfa-glucosidasa ácida, que puede usarse para combatir la «enfermedad de Pompe», un trastorno neuromuscular poco común caracterizado por un defecto en el metabolismo del glucógeno que se acumula en los tejidos, dañándolos y provocando un debilitamiento lento y progresivo de los músculos.

También se ha demostrado la actividad antiparasitaria de la castanospermina, que impide la adhesión de Plasmodium falciparum Welch, 1897 (protozoo parásito unicelular que causa malaria) a los eritrocitos infectados.

Estudios recientes han demostrado que la castanospermina posee actividad inhibidora de la beta-glucosidasa y que se muestra prometedora en la lucha contra el cáncer y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Finalmente, C. australe es una fuente natural de fármacos terapéuticos, alternativos o complementarios de los productos sintéticos, también para el tratamiento de enfermedades analgésicas e inflamatorias.

Sinónimos

Castanospermum australe A. Cunn. Y C. Fraser, (1830), Castanospermum australe A. Cunn. & C. Fraser ex Hook., Castanospermum australe var. austral Hook., Castanospermum australe var. brevivexillum F.M.Bailey, Castanospermum brevivexillum Domin, Castanospermum cunninghamii J.M. Wood.

 

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