Familia : Carchariidae
Texto © Giuseppe Mazza
Traducción en español por la Dra Cristina Valcuende
No todos los tiburones de aspecto agresivo son peligrosos para los humanos. En todo caso, el peligro para los tiburones es el hombre, hasta el punto de que alrededor de una cuarta parte de estos peces están en peligro de extinción.
Es el caso del Tiburón toro (Carcharias taurus Rafinesque, 1810) que hoy aparece en la Lista Roja de especies en riesgo como “En Peligro Crítico”.
Con sus dientes afilados y salientes, que se exhiben incluso con la boca cerrada, es decididamente aterrador, pero tiene un temperamento apacible y ataca a los humanos sólo si se siente amenazado o para robar las presas sangrientas de los buceadores.
Puede causar heridas, pero su boca no es lo suficientemente grande como para causar muertes.
Pertenece a la clase de los Condrictios, peces cartilaginosos, y al orden de los Lamniformes, al igual que el temible Gran Tiburón Blanco (Carcharodon carcharias), en lo más alto de los depredadores del mundo de los peces, y a la familia de los Carchariidae, nacida en el Cretácico superior y representada hoy sólo por este género con dos especies.
Carcharias proviene del griego antiguo “καρχαρίας” (karcharías) que significa tiburón, mientras que la especie taurus, toro en latín, se refiere a la parte frontal del cuerpo, rechoncha y maciza.
Zoogeografia
Al igual que Sphyrna lewini, el Tiburón toro es prácticamente cosmopolita y prefiere aguas templadas cálidas entre 12,5 y 28 °C.
Está presente a lo largo de las costas de todos los océanos excepto el Pacífico oriental.
Se puede encontrar en el Mediterráneo, el Mar Rojo, el Golfo de Adén y la costa africana, incluyendo Madagascar, hasta Sudáfrica y Namibia. En el Indo-Pacífico lo encontramos luego, después de la India, en las islas Andamán, Indonesia, Australia, Filipinas, Vietnam, Taiwán, China, Corea y Japón con un límite oriental en Fiji.
En el Atlántico occidental está presente a lo largo de las costas de Estados Unidos y Canadá, en las Bermudas, en el Caribe y luego en el hemisferio sur en Brasil, Uruguay y Argentina.
Al otro lado del Atlántico, partiendo del Mediterráneo lo encontramos en Francia, España, Marruecos, Mauritania, Macaronesia y Senegal, hasta Camerún y Santo Tomé y Príncipe.
Ecología-Hábitat
El Tiburón toro nada en aguas relativamente poco profundas, entre 1 y 20 m de profundidad, con un avistamiento a 191 m.
Presente en ambientes rocosos, madrepóricos y a lo largo de costas arenosas, descansa durante el día en cuevas sumergidas, permaneciendo tranquilo en mitad del agua. Aunque como todos los tiburones no tiene vejiga natatoria, de hecho puede tragar aire y almacenarlo en el estómago para lograr una flotabilidad neutra.
Realiza migraciones anuales recorriendo miles de kilómetros a lo largo de las costas de Australia y Sudáfrica. Da a luz en el extremo sur, en aguas frías.
Para aparearse sube por la costa más de 1.000 km buscando aguas más cálidas. Para la gestación se desplaza más al norte, hacia un clima tropical hasta la llegado del momento de volver al punto de partida para traer más crias al mundo.
Morfofisiología
El tamaño actual ronda los 2,5 m con un peso superior a los 100 kg, pero los machos pueden alcanzar los 2,8 m, las hembras 3,3 m y tiene un peso máximo confirmado de 158,8 kg.
El cuerpo, cubierto de pequeñas escamas espaciadas, es de color gris parduzco en la cara dorsal con manchas irregulares de color marrón oscuro rojizo en los lados, que son más evidentes en los jovenes .
La parte ventral es blanquecina como es habitual.
La cabeza es aplanada dorsal-ventralmente con un hocico puntiagudo y un ojo que es pequeño en comparación con el cuerpo sin la protección de una membrana nictitante.
Alineado con éste, hay un espiráculo muy pequeño, apenas visible.
Las fosas nasales están más cerca de la boca que de la punta del hocico.
No faltan las ampollas de Lorenzini, visibles como poros pequeños, para localizar el campo magnético emitido por las presas y orientarse a través del campo magnético terrestre.
Las impresionantes mandíbulas, que vistas desde abajo forman un arco afilado, tienen dientes afilados en forma de dagas con dos puntas inusualmente afiladas en la base.
Hay 45-55 en la mandíbula superior y 40-46 debajo.
Están dispuestas en varias filas, las dos primeras sobresaliendo, la tercera doblada hacia atrás y las otras, en reserva, aún creciendo en el tejido de las encías.
La mandíbula superior tiene dientes muy pequeños en el centro que dan la impresión de un vacío y los que están al lado están menos inclinados hacia afuera para sujetar a la presa.
Las cinco hendiduras branquiales terminan en la unión de las vistosas aletas pectorales que, al igual que las pélvicas, muestran bordes y una punta oscura en la parte inferior. Estas últimas, mucho más pequeñas, tienen casi el mismo tamaño que la aleta anal y las dos aletas dorsales, similares entre sí en forma y tamaño.
La aleta caudal heterocercal es larga y robusta, con un lóbulo inferior modesto y el lóbulo superior que tiene una muesca subterminal pronunciada.
Etología-Biología Reproductiva
El Tiburón toro caza de noche, solo o en grupo si la presa es grande y agresiva, como la gran Barracuda (Sphyraena barracuda).
Se trata de peces óseos 60% demersales, es decir, que nadan por encima del fondo, que muchas veces sorprende permaneciendo quietos, sin hacer ruido, gracias a su flotabilidad neutra, pero también ataca a rayas y pequeños tiburones, calamares, langostas y cangrejos.
Los machos de Tiburón toro alcanzan la madurez sexual alrededor de los 5-7 años cuando miden unos 1,9 m, las hembras más tarde, a los 7-10 años y 2,2 m de longitud.
El apareamiento se observó en el acuario, donde un macho dominante ahuyentaba a sus rivales y cortejaba durante varios días a una hembra mordiente y defensiva.
El enganche se desarrolló como es habitual, con el macho agarrando el pectoral de su compañera entre sus dientes mientras introducía uno de sus dos pterigopodos con el esperma en su cloaca.
El Tiburón toro es una especie ovovípipara particular, caracterizada por el canibalismo intrauterino de los embriones.
La hembra tiene dos úteros que inicialmente pueden contener hasta 25 óvulos fecundados cada uno. En ambos, después de haber consumido su saco vitelino, crecen los embriones de unos 10 cm , devorando a los demás embriones. Así que al final sólo queda uno por útero y la hembra, después de 8-9 meses de gestación, da a luz sólo dos hijos de aproximadamente 1 m de largo.
Por un lado, salen ya destetadas, con buenas posibilidades de sobrevivir,. Las hembras tienen que recuperarse del esfuerzo, pasan 2-3 años antes de volver a parir y la tasa media de reproducción es, por tanto, inferior a una cría. por año.
El resultado es una resiliencia muy baja, con un tiempo mínimo de duplicación de la población de 14 años, además de una alta vulnerabilidad vinculada a la pesca, que ya alcanza una puntuación de 58 en una escala de 100.
Pesca submarina, pesca con sedal, capturas aleatorias con redes de arrastre o dirigidas, como por ejemplo en Japón, donde la carne de este tiburón es especialmente apreciada.
Desde el 2022, la especie ha desaparecido frente a las costas de Florida y está en fuerte disminución en todos los lugares. Desde 2020, Carcharias taurus está catalogada como “CR Critically Endangered”, es decir, a un paso de la extinción en la Lista Roja de especies en peligro de extinción de la UICN.
Sinónimos
Carcharhinus taurus (Rafinesque, 1810); Eugomphodus taurus (Rafinesque, 1810); Odontaspis taurus (Rafinesque, 1810); Odontaspis americanus (Mitchill, 1815); Squalus littoralis Lesueur, 1818; Carcharias littoralis (Lesueur, 1818); Squalus macrodus Mitchill, 1818; Carcharias griseus Ayres, 1843; Odontaspis cinerea Ramsay, 1880; Lamna ecarinata Hemprich & Ehrenberg, 1899; Carcharias arenarius Ogilby, 1911; Odontaspis arenarius (Ogilby, 1911); Carcharias owstoni Garman, 1913; Odontaspis platensis Lahille, 1928; Carcharias platensis (Lahille, 1928).
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