Carassius auratus

Familia : Cyprinidae

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Texto © Dr. en Ciencias Giuliano Russini – Biólogo Zoólogo

 


Traducción en español por la Dra Cristina Valcuende

 

Un elegante Carassius auratus con cola de velo.

Un elegante Carassius auratus con cola de velo © Giuseppe Mazza

La Carpa dorada o Goldfish o Red Cyprin, en inglés Golden fish (Carassius auratus Linnaeus, 1758) es uno de los muchos peces pertenecientes a la familia Cyprinidae, orden Cypriniformes, género Carassius.

Se encuentran entre los peces óseos de agua dulce (Osteichthyes) más conocidos del mundo. Las razas seleccionadas por el hombre, con fines ornamentales, han animado el acuario de todos.

Zoogeografia

El Carpín (Carassius carassius) está muy extendida en Europa central y Asia templada, en su estado natural; también está presente, aunque muy raramente, en Italia, donde desde hace mucho tiempo sólo se conocen tres lugares naturales por descubrir: cerca de Módena, Bolonia y Palermo. Es una especie de cuerpo amarillo pardusco.

La Carpa dorada (Carassius auratus), objeto de este artículo, es mucho más conocida que el Carpín (Carassius carassius). En realidad, esta especie tiene como centro de origen las aguas dulces del centro-este de Asia.

Hábitat-Ecología

La Carpa dorada, como otras especies del género Carassius, ama las aguas estancadas, a menudo poco limpias y pobres en oxígeno, donde se alimenta de los animales presentes en el fondo gravilla y fangoso y de las algas.

Gracias a estos hábitos Carassius auratus y sus congéneres se encuentran entre los peces más fáciles de criar en acuarios (un excelente comienzo para principiantes), ya que no requieren condiciones ambientales particulares y se satisfacen con diversos alimentos. ¡En cautiverio pueden vivir hasta 30 años!

Morfofisiologia

Carassius auratus y los demás congéneres del Carassius, son peces estrictamente similares a las Carpas, con las que pueden ser cruzados (a menudo los biólogos acuicultores, con el fin de producir razas para comercializar, efectúan estos cruces en los criaderos) debido a las características de las escamas, la forma del cuerpo y los hábitos, pero pueden sin embargo distinguirse bien de las Carpas, por la ausencia de barbillas y las dimensiones menores. Aún más fácil, es su separación de otras especies de Ciprínidos (Cyprinidae); entre los italianos, las Tencas tienen barbas muy evidentes, mientras que los Cachos y los Alburnos tienen una silueta mucho más esbelta que los Carassius.

Una forma más rústica. La relación con la Carpa es evidente.

Una forma más rústica. La relación con la Carpa es evidente © Giuseppe Mazza

En la naturaleza, Carassius auratus y Carassius carassius aparecen con piel marron, verde-marrón, con una aleta dorsal bastante alta y restos de aletas de desarrollo normal; la cola es “dificerca”: es decir, bipartita, con puntas muy redondeadas.

La longitud máxima encontrada es de 30 cm.

Sólo a través de la selección artificial se obtuvieron los preciosos ejemplares rojos y dorados que todo el mundo conoce.

En las variedades más sencillas de obtener sólo se modifica el color del pescado, que se presenta de la siguiente manera: monocolor dorado, anaranjado, rojo y blanquecino, o moteado de estos colores, en proporciones y disposiciones variables.

Estos peces, muy económicos, se suelen utilizar para embellecer tanques y fuentes.

Más buscadas y caras son las variedades en las que, además de los colores, también se modifican una o más características morfológicas; en realidad, se trata de pobres seres deformes y monstruosos, a quienes las absurdas malformaciones producidas por la selección humana pueden ocasionar diversos tipos de inconvenientes.

Se trata especialmente del desarrollo hipertrófico de las aletas y de la extrusión del globo ocular; en varias razas, con aletas muy largas y plumosas, se puede observar la duplicación de la cola y la aleta anal.

Además, los globos oculares pueden sobresalir tanto que le dan un aspecto grotesco al pobre pececito, se trata de las famosas orandas.

Un Carassius auratus “Cabeza de león” con cola de velo.

Un Carassius auratus “Cabeza de león” con cola de velo © Giuseppe Mazza

Las formas en las que el ojo está vuelto hacia arriba son llamadas por los criadores «Cryers», aquellas en las que el ojo está vuelto hacia afuera se llaman «Cabezas de dragón».

Se define entonces como una raza a la oranda “Cabeza de León”, en la que se observan voluminosas tumescencias de forma irregular en la cabeza; en esta última variedad y en la llamada «Piagnoni», la aleta dorsal está ausente.

De todos estos engendros, el que más daña al animal que lo sufre es la hipertrofia de la cola y las aletas, que impiden una natación satisfactoria; Los ejemplares de este tipo, si se crían con peces normales, corren el riesgo de morir debido a la lentitud en la obtención de alimento.

Etología-Biología Reproductiva

Las hembras de Carassius auratus y otros congéneres ponen una gran cantidad de huevos, cubiertos por una película gelatinosa, que les permite adherirse a las plantas acuáticas, que luego son fecundados por el macho. Los adultos no muestran ningún tipo de cuidado parental.

El índice de vulnerabilidad de la especie actualmente es de 24 en una escala de 100.

Sinónimos

Carassius chinensis Gronow, 1854; Carassius encobia Bonaparte, 1845; Cyprinus auratus Linnaeus, 1758; Cyprinus langsdorfii Valenciennes, 1842; Cyprinus maillardi Guichenot, 1863; Cyprinus mauritianus Bennett, 1832; Cyprinus thoracatus Valenciennes, 1842; Leuciscus auratus Mauduyt, 1849.

 

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