Familia : Theaceae

Texto © Pietro Puccio

Traducción en español de Susana Franke

Si bien en general es más baja, la Camellia japonica puede alcanzar los 10 m de altura © Giuseppe Mazza
El género ha sido dedicado por Linneo al botánico y misionero jesuita moravo, Jiří Josef Kamel (1661-1706), no por haber introducido la camelia, que no conocía, en Europa como a menudo se reporta, sino por sus estudios sobre la flora de las Filipinas que firmaba con el nombre latinizado Camellus; el nombre de la especie en latín “japonica” = de Japón, hace referencia a uno de los lugares de origen.
Nombres comunes: camellia, camellian rose, common camellia, japanese camellia (inglés); shan cha (chino transcripto); dongbaegnamu (coreano transcripto); camélia, camélia du Japon, rose du Japon (francés); tsubaki (japonés transcripto); camelia, rosa del Giappone (italiano); camélia, rosa-do-Japão (portugués); camelia (español); japanische kamelie, kamelie (alemán).
La Camellia japonica L. (1753) es un arbusto o árbol muy ramificado de porte vertical alto hasta 10 m si bien normalmente se mantiene mucho más bajo; las ramas son grisáceas, aquellas del año de color marrón púrpura con hojas alternas sobre corto pecíolo (0,5-1 cm). La lámina foliar es elíptica u oblonga, de 5-12 cm de largo y de 2,5-6 cm de ancho, coriácea, de color verde oscuro en el haz, verde pálido y punteada de glándulas oscuras en el envés, con la nervadura central, prominente de ambos lados, de color amarillo verduzco, los márgenes son dentados y el ápice acuminado.

2000 variedades. Infinitos matices del blanco al rojo y formas diversas © G. Mazza
Los estambres son amarillos, largos 2,5-3,5 cm y el ovario ovoide trilocular. Los frutos son cápsulas globosas de 3-4 cm de diámetro conteniendo 1-2 semillas por lóbulo, de color marrón, de 1-2 cm de diámetro.
Se reproduce por semilla, en cuyo caso la primera floración sucede luego de 4 o más años, por acodo aéreo que se debe efectuar a inicios de invierno, e injerto a inicios de la primavera. El sistema más difundido es a través de esqueje en verano-inicio de otoño utilizando porciones de rama del año, largas 10-15 cm, semi leñosas, con cuatro nudos, dejando las hojas en los dos superiores, puesta s enraizar en arena silícea o perlita, a la sombra y en ambiente húmedo; el enraizamiento se produce en 100-120 días.
La Camellia japonica es la más cultivada en absoluto de las camelias ornamentales gracias a los cruzamientos e hibridaciones, pero también a la facilidad con que ocurren mutaciones en la yema (mutaciones espontáneas a nivel de la yema que dan lugar a un ramo de flores de color y/o forma diversas), han sido seleccionadas una multitud de variedades.
Se considera que existen al menos 2000 de infinitos matices que van del blanco al rosa, al rojo, además de moteadas o maculadas, y diferentes formas: de flor simple, semidoble, doble, como flor de peonia, de anémonas o de rosa. Flores que resaltan sobre su follaje verde intenso y brillante, de por si de gran valor ornamental. Introducida en Inglaterra en 1739, se difunde en Europa en la segunda mitad del mismo siglo; en Italia la primera ha sido sembrada en Caserta en 1786, volviéndose pronto famosa y prontamente desde Caserta se difunde hacia el norte de Italia, en particular en Toscana, donde se inicia una intensa selección y cruzamiento para obtener nuevas variedades.

La floración invernal-primaveral con corolas de 6-10 cm de diámetro © Giuseppe Mazza
Prefiere climas frescos y húmedos y es bastante resistente a las bajas temperaturas, hasta cerca -10ºC y aún menos en algunas variedades, si bien las flores se arruinan cuando la temperatura desciende bajo 0ºC.
Prefriere terrenos fértiles, sueltos, ricos en sustancias orgánicas, bien drenados, sub ácidos o neutros (pH 5-7) y mantenidos húmedos; la posición óptima es bajo ligera sombra y al reparo de los vientos.
Para mantener el terreno húmedo y proteger las raíces del excesivo calor es útil predisponer una cubierta en la base de la planta.
Los abonos moderados, se realizan en el arranque vegetativo, utilizando preferiblemente abonos orgánicos o de lenta liberación, específicos para acidófilas.
Se adapta bien a la cultivación en maceta utilizando sustrato para acidófilas con agregado, alrededor del 25% de arena silícea o perlita para mejorar el drenaje, teniendo presente que, en particular en verano, debe estar en constante humedad.
Si se utiliza agua calcárea para los riegos, la planta puede comenzar a amarillear las hojas (clorosis férrica), en tal caso tratar con quelato de hierro. Eventuales podas se deben efectuar cuando finaliza la floración. Es bastante resistente a las enfermedades. En condiciones de cultivación no favorable puede ser atacada por enfermedades fúngicas, algunas de las dañan las hojas o los capullos (en particular Sclerotinia camelliae e Sclerotinia sclerotiorum), son útiles tratamientos preventivos que es efectuarían a finales de invierno con fungicidas de contacto a base de cobre o azufre. Se debe controlar para poder intervenir prontamente en caso de ataques de ácaros, áfidos y cochinillas.

No son raras la formas maculadas y el aceite extraído de las semillas tiene varios empleos © G. Mazza
Sinónimos: Camellia tsubakki Crantz (1788); Camellia florida Salisb. (1796); Thea camellia Hoffmanns. (1824); Camellia mutabilis Paxton (1836); Camellia kaempferia Reboul (1841); Camellia bonnardii Berl. ex Lem. (1842); Camellia planipetala Lem. (1865); Thea japonica (L.) Baill. (1873); Camellia tuckiana auct. (1912); Thea hozanensis Hayata (1918); Thea nakaii Hayata (1918); Camellia hozanensis (Hayata) Hayata (1919); Camellia nakaii (Hayata) Hayata (1919); Camellia wabiske (Makino) Kitam. (1950); Camellia hayaoi Yanagita ex Kusaka (1956).
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