Familia : Plesiopidae
Texto © Giuseppe Mazza
Traducción en español de Ignacio Barrionuevo
El espectacular Pez Cometa o Betta Marino (Calloplesiops altivelis Steindachner, 1903) pertenece a la clase de los Actinopterygii, los peces con aletas radiadas, al orden Perciformes y a la familia Plesiopidae que cuenta tan solo con 11 géneros y 38 especies, animales similares en muchos aspectos a los serránidos, de donde le viene el apelativo italiano de “cernia cometa” (“mero cometa”).
El nombre genérico “calloplesiops” viene del griego “kállos” = belleza, “plesios”= cercano y de “opsis”= apariencia, aspecto, es, en su conjunto, un pez que encarna de cerca el concepto de belleza.
No obstante, también podría decirse que deriva de «kállos» = belleza y «plesiops», el género Plesiops que pertenece a la misma familia, Plesiopidae.
Plesiops fue el primer género en ser descrito, por Oken, en 1817, al que siguieron los géneros Paraplesiops (Bleeker,1875) = similar a Plesiops, Acanthoplesiops (Regan, 1912) = Plesiops espinoso, y nuestro Calloplesiops (Fowler & Bean, 1930) que podríamos por tanto traducir como Plesiops espléndido o precioso Plesiops.
El epíteto específico altivelis deriva del latín “altus”=alto y “velis”=vela. Es, por tanto, un pez con altas velas”, en clara referencia a las aletas.
Zoogeografía
Está presente en las aguas tropicales del océano Índico y Pacífico.
A título indicativo mencionaremos que se encuentra desde África oriental hasta el mar Rojo, las Seychelles y las Maldivas, en el archipiélago de Chagos, isla de Navidad, Australia, Indonesia, Nueva Guinea, Micronesia, Filipinas, Taiwan y China hasta el sur del Japón. Hacia el este habita en Kiribati y Tuamotu. Hacia el sur alcanza las costas de Vanuatu, Fiyi y Tonga. La distribución, que presenta áreas discontinuas, es probablemente más amplia dado que se trata de un pez de pequeñas dimensiones, prudente y esquivo, que difícilmente cae en las redes. Pasa todo el día en un refugio y está activo solo de noche durante la que, gracias a sus dibujos miméticos, es prácticamente invisible. Por todo esto, se presenta como una especie de complicada detección.
Ecología-Hábitat
Vive pasando de un escondite a otro, entre las rocas y corales, hasta los 50 m de profundidad.
Morfofisiología
El tamaño del cuerpo, comprimido lateralmente y duplicado mediante las aletas, no supera los 20 cm. La librea, casi negra con reflejos amarronados, está salpicada de puntos blancos y dibujos que en la penumbra inducen a engaño a los predadores. Dada la forma no se sabe dónde está la cabeza y dónde la cola, y un ocelo, dibujado sobre la dorsal, evoca entre las rocas la inquietante cabeza de una morena emboscada, la Gymnothorax meleagris que muestra más o menos el mismo diseño.
Presenta una sola aleta dorsal, con 11 radios espinosos y 8-10 inermes, similar aunque más grande que la anal, que solo presenta 3 radios espinosos y 9 blandos. Las pectorales muestran 17-20 radios inermes y las ventrales, muy alargadas, cuentan con 1 espina y 4 radios inermes. La caudal, majestuosa y redondeada, se solapa con el lóbulo posterior de la dorsal y de la anal para una perfecta continuidad del dibujo.
Incluso el iris ocular está maculado haciendo que el ojo resulte prácticamente invisible. Halos azules rodean a menudo las manchas blancas. El ocelo junto a la cola muestra en su parte inferior una barra anaranjada, presente también en posición simétrica en la anal; color que se encuentra también en las pectorales y el borde de las ventrales.
La boca es moderadamente protráctil, con pequeños dientes afilados sobre las mandíbulas y algunos sobre el vómer y los palatinos.
Etología-Biología Reproductiva
Aún en su pequeñez, el pez cometa sigue, como los meros verdaderos (recordemos uno de sus nombres vernáculos italianos), una dieta carnívora, depredando crustáceos y pequeños peces. En el acuario alimentarlo no es un problema, pero aparte de la espléndido librea es un pez que reporta escasa satisfacción dado que se esconde durante el día y, tan tímido como es, en un ambiente estrecho existe el riesgo de ser estresado sin descanso por los otros huéspedes, dispuestos a robarle el alimento de la boca.
Las hembras ponen de 300 a 500 huevos, pegados mediante hilos adhesivos al sustrato, y montan guardia sobre el nido. Eclosionan alrededor de 5-6 días después, con temperatura ambiente cercana a los 26 ºC.
El Calloplesiops altivelis se reproduce bastante fácilmente en cautividad donde puede vivir incluso una década. Sería demasiado costoso pescarlo y los ejemplares del comercio provienen generalmente de criaderos. En la naturaleza las poblaciones pueden duplicarse en 1,4-4,4 años. El índice de vulnerabilidad a la pesca, muy bajo, es de 10 en una escala de 100.
Sinónimos
Barrosia barrosi Smith, 1952; Callopresiops altivelis Steindachner, 1903; Plesiops altivelis Steindachner, 1903.
→ Para informaciones generales sobre peces ver aquí.