Familia : Orchidaceae
Texto © Prof. Pietro Pavone
Traducción en español por el Prof. José Campos
Con sus inflorescencias parecidas a margaritas, que también atraen a los polinizadores de las Asteraceae, Bulbophyllum makoyanum es una epífita de sólo 8 cm y pseudobulbos ovales de 2 cm © Peter Tremain
Bulbophyllum makoyanum (Rchb.f.) Ridl. es una planta de la familia Orchidaceae, subfamilia Epidendroideae, recientemente incluida en la subtribu Dendrobiinae, tribu Malaxideae.
Es una especie endémica de Filipinas, Borneo, Malasia y Singapur.
En Filipinas crece en árboles, a baja altitud, en las islas Mindanao, Busuanga, Luzón, Palawan y Polillo.
En Borneo se encuentra en los bosques de tierras bajas de Kalimantan, entre 100 y 200 (300) m de altitud.
El nombre genérico Bulbophyllum deriva de la combinación del griego ‘βολβός’ (bolbos), que significa ‘bulbo’ y ‘φύλλον’ (phyllon), ‘hoja’, en referencia a los pseudobulbos con una sola hoja con los que está dotada la planta.
El epíteto específico honra al botánico belga Lambert Jacob-Makoy (1790-1873), que proporcionó el primer espécimen de esta especie a su colega alemán Heinrich Gustav Reichenbach (1823-1889) quien, en 1879, la describió como Cirrhopetalum makoyanum Rchb.f., aunque Henry Nicholas Ridley (1855-1956) la reclasificó en 1907 y la incluyó en el género Bulbophyllum.
Se la conoce vulgarmente como “Cirrhopetalum de Makoy” y también como “Orquídea margarita”, por la forma de la inflorescencia abierta que se asemeja al capítulo de una margarita.
Bulbophyllum makoyanum es una especie protegida del comercio por estar en peligro de extinción en estado silvestre y, como tal, incluida en el Apéndice II de la Convención de Washington (CITES), cuyo objetivo es proteger las especies animales y vegetales amenazadas de extinción impidiendo su exportación y posesión.
Se trata de una epífita perenne, simpodial, muy pequeña, que alcanza una altura de 8 cm, con raíces filiformes aptas para reptar por la corteza de los árboles, con un rizoma delgado a partir del cual, a una distancia de unos 2 cm entre sí, surgen pseudobulbos, cubiertos en parte por vainas bastante adherentes. Cada pseudobulbo, liso de joven y estriado con la edad, mide unos 2 cm de largo. Tienen forma ovalada y llevan una sola hoja. Las hojas en forma de lengua miden 7 cm de largo y 2 cm de ancho, están ligeramente disecadas en el ápice y se estrechan en la base para formar un pecíolo corto.
De la base del pseudobulbo maduro más joven surge la inflorescencia, de hasta 20 cm de longitud, con un eje erecto de color púrpura. Las flores, en número de 5-10, son fragantes y se disponen en una inflorescencia típicamente racemosa, en forma de abanico o umbela.
Los pseudobulbos llevan una hoja de 7 cm. Del centro de la inflorescencia que puede alcanzar los 20 cm, irradian los sépalos laterales, muy alargados y a veces lineares, de color amarillo pálido con una mancha púrpura en la base © Giuseppe Mazza
Esta disposición floral, según algunos investigadores, imita a las inflorescencias de plantas nectaríferas como, por ejemplo, el capítulo floral de las Asteraceae, aunque aún no se ha demostrado la coexistencia de estas orquídeas con representantes autóctonos de esta familia en el mismo hábitat. La hipótesis se basa en una estrategia muy utilizada por las orquídeas: el engaño.
Desde el centro de la inflorescencia irradian los sépalos laterales, que son alargados y estrechamente lineares, de color amarillo pálido, con pequeñas manchas púrpuras hacia el centro de la inflorescencia. Son más largos que las demás partes de la flor (unos 3,7 cm) y están unidos entre sí por los bordes en casi toda su longitud. El sépalo superior es de color rojizo, con manchas y rayas oscuras, y con pelos en los bordes de aproximadamente 1 mm de longitud. Los pétalos son similares a los sépalos en forma y color.
La columna es robusta y tiene el pie geniculado, al que está unido el labelo, de modo que es móvil y oscila con cada soplo de viento para atraer a los insectos polinizadores. Este es carnoso y liso, de 0,25 cm de longitud, con forma de lengua, de color amarillento y borde rojizo.
El pedicelo y el ovario miden 0,6 cm. En Filipinas, la floración se produce en febrero y marzo y de septiembre a diciembre.
La belleza de las flores de esta orquídea ha llevado a muchos aficionados a cultivarla tanto en interior como en invernaderos.
Es una planta termófila, por lo que requiere temperaturas intermedias a cálidas. De hecho, en sus lugares de origen, a lo largo del año, la temperatura media diurna es de 29-32°C y la nocturna de 22-24°C, con una oscilación diaria de 7-9°C. La humedad oscila entre el 85 y el 90% durante la mayor parte del año y desciende hasta alrededor del 80% a finales del invierno y principios de la primavera.
En cultivo, las plantas no deben exponerse a la luz solar directa, especialmente durante las horas de mayor insolación, sino que requieren una luz de unos 12000-20000 lux, es decir, luz parcialmente filtrada y difusa.
Durante el período de crecimiento, las plantas se deben regar abundantemente, pero es necesario garantizar un buen drenaje del sustrato, ya que nunca debe estar demasiado empapado. Es conveniente que haya circulación de aire alrededor de las raíces y, para ello, es bueno utilizar macetas muy planas o cestas con sustrato muy suelto para que pueda secarse rápidamente y evitar la formación de hongos. Como la planta no tolera un trasplante estrecho, son preferibles las fibras de helecho arborescente, más duraderas que las de corteza de pino.
Las flores fragantes, dispuestas en umbelas de 5-10, tienen los pétalos y el sépalo superior rojizos. El labelo es oscilante, similar a una lengüeta amarilla © Giuseppe Mazza
Cuando el sustrato esté completamente descompuesto y se vayan a trasplantar las plantas, es mejor esperar a que surjan nuevas raíces.
Las plantas deben abonarse cada semana con 1/4-1/2 de la dosis recomendada de abono para orquídeas. En primavera y a mediados de verano puede utilizarse un abono rico en nitrógeno, mientras que a finales de verano y en otoño debe ser más rico en fósforo. En invierno, la cantidad de agua debe disminuir, al igual que el abonado.
De esta especie se han obtenido varios híbridos. Por ejemplo, el híbrido primario Bulbophyllum Daisy Chain se obtuvo cruzando Bulbophyllum makoyanum × Bulbophyllum cummingii (Lindl.) Rchb.f. y fue registrado por Stewart Inc. el 1 de enero de 1969. Es una planta atractiva incluso cuando no está en flor y fácil de cultivar.
Especie protegida, ha dado lugar a varios híbridos en cultivo. Aquí, Bulbophyllum Daisy Chain, derivado de Bulbophyllum makoyanum × Bulbophyllum cummingii © Bill Galli
Crece rápidamente y la floración, que se caracteriza por un gran número de flores de color rosa claro dispuestas en pequeñas umbelas, se produce desde finales del invierno hasta principios del verano.
El cruce entre Bulbophyllum Daisy Chain × Bulbophyllum purpurascens Teijsm. & Binn. produjo el híbrido Bulbophyllum Daisy Chain × purpurascens, registrado por Wingarden & Home en 2018. La inflorescencia, compuesta por 14 flores amarillas delicadamente perfumadas, se asemeja mucho a una “margarita”.
Sinónimos: Cirrhopetalum makoyanum Rchb. F. 1879.
→ Para información general sobre ORCHIDACEAE, haga clic aquí.