Familia : Scaridae

Texto © Giuseppe Mazza

Traducción en español por la Dra Cristina Valcuende

Presente en gran parte del Indo-Pacífico tropical, el Pez loro cototo verde (Bolbometopon muricatum) es el escarido más grande que existe. Aunque el tamaño normal ronda los 70 cm, en realidad puede alcanzar los 150 cm de longitud y los 75 kg. Tiene una impresionante protuberancia en la cabeza y una placa frontal córnea © Lionel Houde
Bolbometopon muricatum (Valenciennes, 1840) pertenece a la clase Actinopterygii, los peces con aletas radiadas y al orden de los Perciformes.
Es el mayor representante de la familia Scaridae, el llamado pez loro, que cuenta con una decena de géneros y cerca de un centenar de especies.

Se mueve en aguas relativamente poco profundas, rara vez baja de los 30 m. El verde domina en la librea, pero también puede ser azul o gris pizarra © Jan Messersmith
Debido al cuerpo macizo, alto y rechoncho, y a la placa córnea frontal ,con la que lucha cuando estan enamorados contra sus rivales y derriba las madréporas, triturando luego los fragmentos durante mucho tiempo, como un rumiante .
Parece apropiado el nombre común de Pez loro bisonte (Poisson bison en francés y Buffalo Garrotfish en inglés) pero también hablamos en varios idiomas de Pez loro cototo verde, Pez loro cornudo o Pez loro gigante.
Científicamente, el género Bolbometopon tiene su origen en “βολβος” (bolbos), cebolla, y “μέτωπον” (metopon), frente, en referencia a la protuberancia redondeada de la cabeza.

Vive en grupos. En los machos la protuberancia de la cabeza es más grande, alineada con el hocico, en las hembras se coloca hacia atrás y forma un hoyuelo en el perfil © Karen Honeycutt
El término específico muricatum, espinoso en latín, se refiere a la granulosidad punzante de los dientes característicos de los Scaridae fusionados para formar el típico pico de loro.
Zoogeografia
Bolbometopon muricatum tiene una distribución muy amplia en las aguas tropicales del Indo-Pacífico.

La cresta frontal sólida, rosada, también está más desarrollada en los machos. Se utiliza para dar cabezazos a los rivales y romper las ramas de formaciones madrepóricas © Bernd Hoppe
Partiendo del Mar Rojo, lo encontramos a lo largo de las costas de Somalia, Kenia, Tanzania y Mozanbico, en las islas de Reunión, Mauricio, Seychelles y Maldivas. Más al este lo encontramos en las islas Andaman, Cocos y Christmas Island. Luego en aguas de Malasia, Indonesia, Timor Oriental, Papúa Nueva Guinea y Australia hasta Nueva Caledonia.
Hacia el norte ha colonizado las costas de Palau, Filipinas, Vietnam, Taiwán, las islas Ryukyu y el sur de Japón. Al este finalmente se encuentra en Guam, en las islas de Micronesia, Wake, Kiribati, Wallis Futuna, Samoa, Tonga, Niue, Carolina, Polinesia Francesa y Tuamotu.

Los fragmentos son tragados y triturados mucho tiempo por los dientes faríngeos en forma de molares. Un adulto mastica más de cinco toneladas de madréporas al año, transformadas tras la digestión, en nubes de arena blanca de coral. El pico típico de este pez loro muestra una extraña granularidad espinosa evocada en el nombre cientifico © Bernd Hoppe
Ecología-Hábitat
Bolbometopon muricatum es un pez diurno que se encuentra siempre en grupos: generalmente de 8 a 10 individuos nadando en el lado externo de los arrecifes, pero en el período reproductivo también forma bancos de 100 a 150 adultos.
Se desplaza en aguas poco profundas, entre 1 y 30 m de profundidad, alcanzando hasta los 40 m.
Los adultos van cada día a comer entre las formaciones madrepóricas pero no se conforman con roer con su potente pico las algas incrustantes , sino que como todos los peces loro, también se tragan filamentosas´, pólipos coralinos vivos con sus algas microscópicas simbióticas y eventuales moluscos o crustáceos que tienen la desgracia de encontrarse sobre él.
Y por si fuera poco, como los bisontes, derriban con la cabeza las ramificaciones madrepóricas para tragar los fragmentos que muelen durante mucho tiempo, casi como si rumiaran, entre los dientes faríngeos.
Se calcula que un adulto mastica más de cinco toneladas de madréporas al año, transformadas, tras la digestión, en nubes de arena blanca de coral.
Se alimenta y duerme siempre en los mismos lugares, al abrigo de cuevas y en ocasiones de restos de barcos hundidos.
Los alevines, en cambio, crecen en praderas sumergidas o escondidas entre las ramas espinosas de madréporas del género Acropora.
Morfofisiología
Aunque el tamaño normal ronda los 70 cm, Bolbometopon muricatum tiene un cuerpo macizo, alto y rechoncho, que puede alcanzar los 150 cm de longitud y los 75 kg.
Como es habitual en Scaridae, los dientes maxilares se han fusionado formando dos grandes placas en forma de pico que, como hemos visto en el nombre específico, muestran un mosaico de nódulos en relieve. Luego, dentro de la boca, hay hileras de dientes faríngeos sólidos, similares a molares, para triturar.
La característica protuberancia de la cabeza y el tamaño hacen pensar inmediatamente en el Pez Napoleón (Cheilinus undulatus), que sin embargo supera los 2 m y los 190 kg.

Se alimenta de algas incrustantes, filamentosas y simbióticas de los pólipos de coral, con los moluscos y crustáceos que tienen la desgracia de estar cerca © Wisnu Purwanto
Pertenece a una familia muy unida, la de los Labridae, tan unida que, a partir de recientes estudios filogenéticos, algunos incluyen también a ella a los peces loro, creándose para ellos la subfamilia Scarinae.
En comparación con el Pez Napoleón, el perfil del hocico es mucho más corto, con esa enorme cabeza rematada en una impresionante cresta rosada con aspecto córneo y sin escamas en el borde anterior. Estos escamas, ya muy grandes en los Scaridae, aquí son gigantescos y muy duras. Una verdadera armadura.

Bolbometopon muricatum, sobrepescado, figura en la Lista Roja de especies vulnerables desde 2007 ademas de que el cambio climático degrada el arrecife cada día mas © Paddy Ryan
Hay una única aleta dorsal con 9 radios espinosos y 10 blandos. La aleta anal, más corta, tiene 3 radios espinosos y 9 inermes y los radios pectorales tienen 16-17 radios blandos. Las aletas pélvicas son triangulares redondeadas y la poderosa aleta caudal está ligeramente alargada en los bordes.
No existe un dimorfismo sexual evidente, pero los machos son generalmente más grandes, con la cresta osificada que desciende abruptamente hasta el hocico, casi como una extensión, mientras que en las hembras la cresta y la joroba cefálica son más pequeñas, y esta última comienza un poco más atrás. , tanto es así que queda una ligera depresión entre ambas partes. La librea de los adultos muestra cierta variabilidad: puede ser de color verde, azul o pizarra, y la cresta en ocasiones es amarillenta.

En el período reproductivo, en lugares adecuados para la dispersión de los huevos, se pueden encontrar bancos de alrededor de un centenar de individuos © Kim Yusuf
Etología-Biología Reproductiva
Bolbometopon muricatum es un pez de crecimiento muy lento y longevo que puede superar los 40 años.
La madurez sexual se produce alrededor de los 60 cm de longitud. Todos los machos pasan por una fase femenina inmadura en su juventud con gónadas morfológicamente femeninas, pero luego, como ocurre con Sparisoma cretense, el sexo se define y se mantiene estable durante toda la vida.
Demasiado fácil de arponear, el Pez loro cototo verde se ha vuelto cauteloso y generalmente huye al ver a los buceadores.

Sólo recientemente se ha observado los métodos reproductivos, ligados al ciclo lunar, en los que las parejas emiten sus gametos a no más de 2 m de profundidad © Klaus Stiefel
Así, por ejemplo, hasta hace unos años nadie se había dado cuenta de que en las zonas de desove los machos de esta especie social y pacífica luchan por las hembras, como los Bovidae con ruido de cabezazos.
Para evitar el derramamiento de sangre, también aquí los rivales primero dan señales inequívocas para demostrar su superioridad: nadan nerviosamente en paralelo, mirándose fijamente y sólo cuando ninguno de los dos cede se produce un choque frontal, seguido de un rápido semicírculo para morder. en el costado o en la espalda del oponente.
Si éste no se escapa, empezamos de nuevo: con nuevos embates cada vez más vigorosos y con una carrera más larga. Al final, el perdedor se marcha, pero el ganador también muestra algunos moretones. Todo ello porque, aunque al amanecer en lugares aptos para la reproducción se pueden contar hasta cien individuos, la fecundación no es colectiva sino que sigue siendo una cuestión de parejas.

Como ocurre con los bisontes y otros bóvidos, los machos compiten por las hembras, ahuyentando a sus rivales con fuertes cuernos según un preciso ritual © Jim Greenfield
La liberación de los gametos se produce en los dos primeros metros de agua sobre el fondo marino, en los puntos donde, con luna favorable, pasan fuertes corrientes que dispersan los huevos, cada uno, como las larvas, con un destino pelágico incierto.
Al principio los alevines que llegan al fondo marino son de color gris con pequeñas manchas de camuflaje en blanco y negro; luego el cuerpo se oscurece, adquiriendo tonos amarillo-marrón con 5 hileras verticales de manchas blancas a los lados. La protuberancia frontal todavía está completamente ausente.
La resiliencia de Bolbometopon muricatum es muy baja, dado que se necesitan entre 4,5 y 14 años para duplicar las poblaciones.

Huevos y larvas son confiados a las corrientes. Después de la metamorfosis, los pececillos suelen esconderse en prados sumergidos: son grises, salpicados de blanco y negro © Keoki Stender

Cuando crecen viven entre los corales. La librea se oscurece, adquiriendo tonos amarillo-marrón con 5 características filas verticales de manchas blancas en los lados © Keoki Stender
El altísimo índice de vulnerabilidad pesquera alcanza ya 67 en una escala de 100, y sólo en algunas zonas se limita o prohíbe la captura por la noche, cuando estos peces duermen tranquilamente y es fácil sorprenderlos.
Por lo tanto, desde 2007, Bolbometopon muricatum figura como “VU, Vulnerabile” en la Lista Roja de especies en peligro de extinción de la UICN.
Sinónimos
Scarus muricatus Valenciennes, 1840; Bolbometopon muricatus (Valenciennes, 1840); Callyodon muricatus (Valenciennes, 1840).
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