Familia : Gobiidae
Texto © Giuseppe Mazza
Traducción en español de Ignacio Barrionuevo
El Gobio de listas marrones (Amblygobius phalaena) es un pez de alrededor de 12 cm frecuente en las aguas someras tropicales del Pacífico, desde Japón a la isla de Rapa © Giuseppe Mazza
El Gobio de listas marrones (Amblygobius phalaena Valenciennes, 1837) pertenece a la clase Actinopterygii, los peces con aletas radiadas, al orden Gobiiformes y a la familia Gobiidae, una de las más diversas del mundo marino, contando con más de 200 géneros y casi 2000 especies, presentes principalmente en los mares tropicales y templados, aunque también en aguas dulces y salobres. Algunas especies, denominadas catádromas (es decir, que avanzan “hacia abajo”), tras haber pasado buena parte de su vida en los ríos descienden al mar para reproducirse.
El nombre del género Amblygobius deriva del griego (ἀμβλύς) “amblys” = obtuso, romo, por la forma ahusada del cuerpo y “gobius”, el nombre que en latín se daba a los gobios mediterráneos; mientras que el epíteto específico phalaena deriva también del griego (φάλαινα) “phalaina” dado por Aristóteles a las mariposas nocturnas, las polillas, probablemente usado para este pez por su colorida librea, no menos fantasiosa y elegante que la de dichos insectos.
La singular boca está hecha para excavar largas madrigueras y masticar la arena que expele por las branquias con las que filtra su alimento. Las aletas ventrales forman una especie de ventosa para anclarse al sustrato © G. Mazza
Zoogeografía
El Amblygobius phalaena es frecuente en las aguas tropicales del océano Pacífico, desde el sur de Japón y las Filipinas a Singapur, Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Australia y Micronesia hasta Rapa, la isla más remota de la Polinesia Francesa.
Ecología-Hábitat
Es un pez de fondo que habita en aguas someras, con abundantes escondites, generalmente sin bajar de los 20 m de profundidad. Los machos, territoriales, viven solos o con una hembra excavando galerías en la arena bajo las rocas y en la base de formaciones coralinas. Estos túneles, de hasta 30 cm de largo con un diámetro de 6 cm, pueden alcanzar, dependiendo del sustrato, hasta 19 cm de profundidad. Estos constituyen un refugio seguro donde resguardarse a la mínima señal de peligro, lo que no impide que, si la competencia con otros machos lo permite, puedan tener otras cavidades de emergencia dispersas por su pequeño territorio.
Morfofisiología
El Gobio de listas marrones mide generalmente en torno a 12 cm, o incluso menos, con un máximo de 15 cm. No hay dimorfismo sexual. La librea es bastante variable dependiendo de las zonas y la edad, con colores más o menos encendidos. Entre arabescos, líneas y puntos son típicas, como indica su nombre vulgar, 5 bandas verticales oscuras.
Presenta dos aletas dorsales. La primera, defensiva, junto a la cabeza, es corta y alta, erecta a modo de banderín con 6 radios espinosos. La segunda, que llega hasta la cola, es larga y sinuosa con un solo radio espinoso y 13-15 blandos, colocada en posición simétrica con la anal, que cuenta con una espina y 14 radios blandos. Las dos pectorales son amarillentas, con entre 18 y 20 radios inermes. Las aletas ventrales, igualmente inermes, forman una especie de ventosa para anclarse al sustrato.
La primera aleta dorsal muestra un ocelo oscuro, quizás para recordar a los atacantes la presencia de espinas, y en los adultos es evidente, en la parte superior de la aleta caudal, un falso ojo negro, simétrico al verdadero, para confundir a los depredadores que lo verán escapar al contrario de como pensaban.
Carecen de vejiga natatoria, presente en la mayoría de los peces pero totalmente inútil en este caso dada su vida sedentaria bentónica.
No presenta dimorfismo sexual. De 3 a 4 días antes del plenilunio las hembras ponen en la bóveda de una cavidad miles de huevos que vigilará el macho. Eclosionarán poco después, con la luna llena, cuando la marea es más alta y mayor es la dispersión de las larvas a mar abierto, donde pasan 3-6 semanas antes de colonizar otros fondos © Giuseppe Mazza
Etología-Biología Reproductiva
El Amblygobius phalaena se alimenta principalmente de pequeños animales y algas unicelulares, como las diatomeas. Para ello recoge y mastica arena expulsándola a través de las branquias, con las que filtra el alimento. No desdeña, sin embargo, las algas verdes filamentosas que infestan las madréporas, desgarrándolas para luego, tragándolas y escupiéndolas vigorosamente varias veces, apelmazarlas y engullirlas.
La reproducción ocurre 3 o 4 días antes de la luna llena. El macho limpia cuidadosamente una pequeña cueva y, tras haber seducido a la hembra con una danza amorosa, esta pega miles de huevos en la bóveda de la cavidad que son rápidamente fecundados. El macho permanece dentro del nido vigilándolos, ventilándolos y limpiándolos hasta que eclosionan, mientras que la hembra permanece en el exterior creando corrientes con sus aletas para introducir agua rica en oxígeno.
La librea es muy variable pero en los adultos son bien visibles 5 bandas transversales características y un ocelo en la aleta caudal que desorienta a los depredadores © Giuseppe Mazza
Las larvas, pelágicas, nacen con la luna llena, cuando la marea es más alta y, por tanto, mayor tiende a ser la dispersión hacia mar abierto, donde viven entre 3 y 6 semanas antes de colonizar otros lugares asentándose en el fondo.
El principal depredador del Gobio de listas marrones es el Synodus variegatus, un pez lagarto de gran boca que tiende emboscadas en el fondo.
Habida cuenta de que las poblaciones diezmadas del Amblygobius phalaena pueden duplicar sus efectivos en menos de 15 meses y que solo es moderadamente pescado para el mercado acuariológico, su índice de vulnerabilidad es uno de los más bajos existentes, siendo de 10 en una escala de 100 (2019).
Sinónimos
Gobius phalaena Valenciennes, 1837; Gobius annulatus De Vis, 1884.