Familia : Asteraceae
Texto © Eugenio Zanotti
Traducción en español de Susana Franke
El género Achillea comprende aproximadamente noventa especies, más de 50 de ellas presentes espontáneamente en Europa.
La milhojas (Achillea millefolium L. 1753) es una especie del área Circumboreal, o sea de las zonas frías y templadas-frías de Europa, de Asia y de America. Se ha naturalizado en Australia y Nueva Zelanda.
El nombre “Aquilea” deriva de una antigua leyenda narrada también por Plinio, según la cual Aquiles usaba curar las heridas de sus compañeros con hojas de esta planta, informado de sus virtudes terapéuticas por el centauro Chirone. “Invenisse et Achilles discipulus Chironis qua vulneribus mederetur quae ob id Achilleos vocatur…” se narra que con esta planta fueron curadas las heridas obtenidas en combate con Télefo, rey de los Misios (Anatolia Iº siglo A.C.)
El específico “milhojas” es debido a las numerosas hojas de esta planta pero especialmente por la subdivisión de la lámina en numerosísimas y delgadas lacinias.
La Achillea millefolium forma parte de un grupo de especies muy similares, por largo tiempo considerada un entidad polimorfa, luego encuadrada en dos subespecies con once variedades y más recientemente, luego de estudios citogenéticos, han sido individualizadas numerosas especies mejor definidas (y sus híbridos) como características morfológicas y hábitat (Achillea distans, Achillea striata, Achillea aplenifolia, Achillea collina, Achillea roseo-alba, Achillea pannonica, Achillea setacea).
La milhojas es una planta herbácea perenne estolonífera que emite brotes, mas o menos finamente peluda, con olor aromático, de tallo erecto o ascendente, alto 30-60 (90) cm, normalmente simple a veces en lo alto con ramas o corimbos.
Hojas lanceoladas, estrechas, alternas, oblongo lanceoladas, bipinnado-partidas en lacinias lineares, agudas y mucronadas, las basales a cuenta gotas, las que se encuentran a lo largo del tallo subsésiles y hacia arriba sésiles. Raquis foliar entero, largo 0,5-1 mm
Los capítulos (2,5-3 x 4-5 mm) están agrupados en un corimbo, tienen lígulas orbiculares u ovadas, tridentadas, de color blanco o rosa más o menos fuerte. La floración está concentrada de mayo a septiembre. Los frutos son largo 1,8-2 mm, aplanados, brevemente alados y sin villanos. Crece en los prados áridos, en los prados estables, en los campos pedregosos, especialmente montanos y subalpinos (0-2200 m). Las numerosas y bellas variedades obtenidas por este género de plantas, marcadamente de Achillea millefolium, Achillea filipendulina, Achillea nobilis, Achillea ptarmica, Achillea sibirica, Achillea tomentosa, son muy utilizadas en los jardines para la formación de canteros y borduras. En el pasado las aquileas eran bien vistas en los prados puesto que se consideraban plantas útiles para mantener con salud a los animales en el campo y a la vez se decía que con su aroma alejaba a las moscas y a otros insectos fastidiosos.
La cultivación arriba mencionada es bastante simple puesto que son plantas rústicas que no requieren particular exigencias climáticas, prefieren posiciones soleadas y terrenos ligeros ya sean pobres y secos, o fértiles y frescos.
Se propagan por división de matas porque la semilla germina muy lentamente y las jóvenes plántulas pueden ser por lo tanto sofocadas por las infestantes. Se plantas bastante superficialmente a 30-35 cm de distancia alternadas con otras especies con flores cromáticamente aptas de manera tal de crear contrastes.
Las aquileas son muy visitadas por mariposas y otros insectos útiles. Ha sido recientemente creado un bellísimo cultivar llamado “Fuerland” con flores que varían del color rojo (jóvenes) al naranja (maduras) hasta el color amarillo crema antes de marchitarse. Excepto Achillea ptarmica que crece bien en terrenos húmedos, las otras especies del género empleadas como ornamentales tienen necesidad de poco riego, luego de las primeras efectuadas para favorecer el enraizamiento de las matas. En condiciones no óptimas (terrenos pesados, mal drenados, lugares sombríos) son a veces atacadas por la roya (Puccinia millefolii) y temen el ataque de áfidos y ácaros.
La parte superior de las flores, recogidas en junio y secadas preferiblemente a la sombra en ambientes ventilados, contienen glucosidos achilleina o aquileina, ácido aquileico, una sustancia amarga, aceite esencial con compuestos terpénicos (cineol, pineno, borneo, cariofileno, y camazuleno), alcanfor, ésterés de los ácidos acéticos isovaleriànico y formico, huellas de eugenol, taninos y mucílagos, sales de potasio, fosfatos, cumarinas, taninos, etc. En las flores está también el ácido propiónico y en las raíces, compuestos sulfurados volátiles. La milhojas es empleada especialmente como mejorador de las condiciones generales de la circulación, para acelerar el recambio, como emenagogo, eupéptico, antigastralgico, espasmolítico sedante. Se suministra en polvo o en infusiones. Mejora las condiciones generales de la circulación, influencia positivamente las funciones digestivas y hepáticas, acelera el recambio, frena las hemorragias uterinas, hemorroidales, nasales y pulmonares, estimula el apetito y es aconsejada en las curas primaverales depurativas de la sangre.
Indicada como amargo-aromática, blandamente antinflamatoria antipirética e hipotensiva.
Diversos botánicos y herboristas hablan de ella desde el Medioevo y además en sus tratados es la “hierba de los cortes”, la hierba del carpintero o “hierba del soldado” y aún hoy es considerada providencial sobre las heridas porque desinfecta, cicatriza y estimula la regeneración de los tejidos. Otro empleo interesante que recientemente ha dado buenos resultados en cosméticos es el de preparados tópicos para aclarar progresivamente las llamadas “manchas de la vieja” de la piel, causadas por una alterado metabolismo de los melanocitos.
No es aún claro el mecanismo de acción y cuales sean los principios activos que determinan el efecto: podrían ser los glucósidos cianogenéticos presentes en la planta o bien, más probablemente, los flavonoides que tienen notable capacidad antioxidante; en esta hipótesis el flavonoide cedería al citoplasma del melanocito la cantidad necesaria de H+ necesaria para impedir la oxidación de la tiroxina. Junto a otros congéneres entra en la composición de las recetas tradicionales para la preparación de amargos o licores digestivos y sus hojas jóvenes son recolectadas en muchos lugares y cocinadas fritas y sopas junto a otras hierbas comestibles y confieren un agradable aroma. En el pasado en los países del norte de Europa esta planta sustituía al aromático lúpulo en el proceso de la fabricación de la cerveza, y en Alemania, en el siglo XVI colocaban sus semillas en las tinas para asegurar la conservación del vino.
Preparaciones
Infusión carminativa, indicada en casos de digestión difícil y como calmante de dolores abdominales
Una cucharadita colmada de flores secas en una taza de agua hirviendo; dejar descansar 15 minutos y beber una hora después de las comidas endulzando con una cucharada de miel.
Vino digestivo
Un puñado de flores secas en un litro de vino blanco seco: dejar en maceración una semana. Para mejorar el sabor se puede agregar a la Aquilea un pizco de semillas de hinojo o de anís. Se filtra todo y se bebe una copita luego de las comidas endulzado con miel o azúcar.
Infusión cosmética
Un puñado de flores secas en medio litro de agua hirviendo: se deja descansar media hora y luego de la filtración y de exprimir el residuo se aplica sobre la cara por veinte minutos mediante algodón hidrófilo. La misma infusión es útil como loción para aplicar a los cabellos con seborrea y caspa.
Sinónimos: Achillea millefolium L. var. alpestris Wimmer & Grab (1827), Achillea millefolium L. var. lanuginosa Gaudin (1829), Achillea millefolium L. var. lanata Koch (1838), Achillea millefolium L. var. collina (Becker ex Reichamb. Fil. (1854), Achillea millefolium L. var. macrocephala (1861), Achillea millefolium L. subsp. alpestris (Wimmer & Grab.) Gremli (1878), Achillea millefolium L. subsp. lanata Arcangeli (1882), Achillea millefolium L. subsp. sudetica (Opiz) Oborny (1885), Achillea millefolium L. subsp. compacta (Lam.) Boonier & Layens (1894), Achillea millefolium L. proles monticola (Martrin-Donos) Rouy (1903), Achillea millefolium L. var. lamotteanum Rouy (1903), Achillea millefolium L. proles setacea sensu Rouy (1903), Achillea millefolium L. subsp. caroli Sennen (1929), Achillea millefolium L. subsp. strictifolia Sennen (1929), Achillea millefolium L. subsp. ceretana Sennen (1929), Achillea millefolium L. subsp. foliosa Sennen (1929), Achillea millefolium L. subsp. tanacetifolia (Janchen) P. Fourn. (1939), Achillea millefolium L. var. pedemontana Briq. & Cavillier in Burnat (1917), Achillea millefolium L. var. pellatii Bonnier (1922).
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