Familia : Paridae
Texto © Dr. Gianfranco Colombo
Traducción en español por la Dra Cristina Valcuende
Se sabe que Giovanni Pascoli amaba la naturaleza y en cada uno de sus poemas solía describir ampliamente sus colores, formas, sonidos , movimientos, comportamientos y cantos pero también las especies, especificando claramente sus nombres, demostrando que conocía en detalle la naturaleza que lo rodeaba. En uno de sus poemas menciona al Carbonero común (Parus major), en otro al Autillo europeo (Otus scops), luego nuevamente al Mochuelo común (Athene noctua), a la Golondrina (Hirundo rustica), al Pinzón (Fringilla coelebs) y muchos otros.
Por eso no es extraño leer sobre el Herrerillo común en uno de sus poemas: “Y el arbusto parecía una colmena, llena de zumbidos y zumbidos. Pero también oyó hurgar, arrastrar los pies, caminar. ¿Quién será? Pero para aquella que miraba entre el arbusto, de repente el Herrerillo azul cantó».
El Herrerillo común (Cyanistes caeruleus Linnaeus, 1758) pertenece al orden de los Passeriformes y a la familia Paridae, especie previamente asignada al género Parus.
Este Herrerillo es un verdadero campeón tanto en inteligencia como en perspicacia e intuición.
Su curiosidad innata comienza en su juventud con continuas experiencias por curiosear en cada rincón, en todos los rincones, picoteando y saboreando cada cosa que encuentra. Escuchamos sus sonidos y cantos e incluso el propio ruido de su pico al martillar semillas. y madera.
Así aprende a reconocer si una baya contiene un insecto, tras lo cual la perfora para alimentarse de él, o si una corteza muestra signos de vacío por debajo, o incluso si la crisálida que ha descubierto está habitada o no.
Fue el primero en descubrir la manera de alimentarse de la crema de leche que salía de las botellas que el lechero inglés dejaba todas las mañanas en la puerta, rompiendo el precinto de aluminio y picoteando el contenido. Una costumbre lamentablemente olvidada tras la llegada de los nuevos envases tetrapak sellados, así como con la comercialización de la leche desnatada.
Pero siempre es el quien ha enseñado a sus compañeros, incluido el Carbonero común, este intrincado mecanismo en virtud de su sociabilidad sonora que lo lleva a informar al mundo entero emitiendo una canción para cada tipo de comportamiento y el es siempre el primera en descubrir los lugares donde posarse en los jardines con alimento para los pájaros.
Su repertorio vocal es tal que tiene sonidos disponibles para cada ocasión, desde la señalización de un depredador, hasta el llamado de contacto, desde el anuncio de haber encontrado comida, hasta el singularísimo llamado de prealarma para señalar la llegada a su territorio de un Petirrojo. (Erithacus rubecula) o un Colirrojo (Phoenicurus phoenicurus). No son verdaderos atacantes, pero sí intrusos no deseados. Y el sabe distinguirlos y lo comunica a todos. La curiosidad y el continuo deseo de aprender llevan al Herrerillo común a explorar continuamente con su pequeñísimo pico, transformándolo de vez en cuando en una herramienta especializada como una mano real o una nariz refinada. En su pico posee aquellas habilidades que no siempre expresan sus sentidos.
En Inglaterra notamos su pasión por arrancar pequeños trozos de periódico, pétalos de flores falsas , papel de las paredes de casas abandonadas o sellos de autos estacionados e incluso adornos colocados en el árbol de Navidad. ¡Por supuesto, a un pajarito curioso como el herrerillo azul no se le escapa nada!
La etimología del nombre científico es bastante singular. El género Cyanistes deriva del griego “kuanos” = azul oscuro y anteriormente era considerado un subgénero de Parus, mientras que la especie caeruleus proviene del latín que significa azul claro, celeste.
A habido una interpretación inconsciente e imperfecta, en términos lingüísticos antiguos, para indicar el color real de este pajarito, ya que carece absolutamente del azul oscuro y es recordado por su elegante y claro color celeste , puro y etéreo.
Por otro lado, esta nomenclatura dio lugar, unas décadas después, a la clasificación del Herrerillo común (Cyanistes cyanus Pallas, 1770), acentuando la confusión dado que en esta pequeña ave el color azul claro está aún más atenuado.
Para confirmar su color real, en varios idiomas europeos se le llama: Blue Tit en inglés, Blaumeise en alemán, Cinciarella en italiano , Mésange bleue en francés y Chapim-azul en portugués.
Zoogeografia
El Herrerillo común suele ser residente, aunque algunas poblaciones, que ocupan las zonas más septentrionales, realizan desplazamientos cortos pero periódicos a latitudes más bajas para evitar los rigores del invierno.
También realiza movimientos erráticos de algunos kilómetros que implican el descenso de ejemplares desde zonas montañosas hacia los valles inferiores y en dirección a hábitats que garantizan el alimento durante la mala estación.
El Herrerillo común no tiene un territorio tan extenso como los Herrerillos similares y ocupa sólo una gran parte de Europa, el suroeste de Asia y el norte de África.
En Europa sólo falta en Islandia, en el extremo norte de la península escandinava y en la Rusia cisurálica. En Asia habita en Anatolia, la zona del Cáucaso y las zonas montañosas de Irán.
En África, desde Marruecos hasta Túnez. También está presente en las islas de la Macaronesia, con algunas subespecies. En Italia está muy extendida por todo el territorio a excepción de los picos más altos de los Alpes.
Ecología-Hábitat
El Herrerillo común habita principalmente en bosques mixtos frondosos, prefiriendo robles y abedules más que cualquier otra especie, pero también se puede encontrar en huertos, zarzales, campos cultivados con pequeñas arboledas, parques urbanos y pueblos rurales. No le gustan los lugares desnudos o no arbolados por ser una especie esencialmente arbórea pero también para evitar la depredación.
Si bien es una especie amante de las zonas montañosas, donde alcanza su mayor densidad, se encuentra tanto en la llanura como en la alta montaña, demostrando su capacidad de adaptarse a cualquier situación geográfica. Prueba de ello es también la difusión cada vez más importante en lugares habitados, coincidiendo a menudo con el aumento de cajas- nido colocadas en parques públicos y jardines privados. La conquista de este nuevo hábitat es una lucha continua con su similar Carbonero común, de mayor tamaño y agresividad, y competidor tanto en la alimentación como en la ocupación de las cajas-nido.
El Herrerillo común es una especie muy sociable, fuera de la época de nidificación y frecuenta asiduamente grupos de similares y no similares, desde Herrerillos de cola larga (Aegithalos caudatus) y Agateadores comunes (Certhia brachidactyla) hasta Herrerillos pequeños (Phylloscopus collybita) y Herrerillos dorados (Regulus regulus) pero también los mismos Carboneros con los que hace las paces durante la mala temporada.
Morfofisiologia
El Herrerillo común es de tamaño muy pequeño, midiendo sólo 11 cm de longitud, un peso que apenas alcanza los 12 g y una envergadura de 18 cm. Uno de los representantes más pequeños del grupo de las cince
El plumaje , la actitud y la sociabilidad habitual recuerdan ampliamente a las del primo Carbonero a pesar de ser mucho más delicados y suaves en colores y más acrobáticos en movimientos.
En el plumaje destaca un bonito color amarillo limón en el pecho, vientre y parte inferior de la cola que termina en una clara separación a la altura del cuello. Las mejillas, la frente y las sienes son muy blancas y resaltan una línea de cejas negra que desde el pico envuelve la cabeza hasta unirse en la nuca con una banda también de color negro azulado. En el mentón muestra una mancha negra triangular con reflejos azulados que desciende brevemente sobre la garganta, deteniéndose en contacto con el amarillo del pecho mientras que en la cabeza destaca una capucha de un hermoso color azul pálido que a menudo se eleva como una pequeña cresta. cuando está excitado o en peligro.
Los hombros resaltan un plumaje de color amarillo oliva, compacto y delicado que contrasta con las coberteras primarias y las rémiges que reflejan el azul pálido de la capucha. Estas últimas están atravesadas por una línea blanca claramente visible, formada por los extremos de las coberteras primarias. La cola, bien pronunciada aunque reducida, también es azul en perfecta armonía con la cobertura del ala. Los ojos y las patas son negros mientras que el pico es gris nacarado. Este último es extremadamente pequeño y cónico, de forma menos alargada que el de otros Herrerillos pero a la vez fuerte y robusto.
No existe un dimorfismo sexual evidente , quizás una tonalidad a veces más acentuado en los colores del macho pero apenas perceptible en el campo. Los jóvenes, en cambio, tienen colores más vivos con un amarillo más cálido e intenso en el pecho.
También se han clasificado varias subespecies para el Herrerillo común, de las cuales dos, Cyanistes caeruleus raddei y Cyanistes caeruleus persicus, son específicas de Irán, la parte más oriental de su área de distribución, Cyanistes caeruleus satunini de la zona del Cáucaso, Cyanistes caeruleus orientalis de La Rusia europea y Cyanistes caeruleus caeruleus típicos de Europa.
Otras subespecies se refieren a poblaciones relegadas a lugares insulares que han tenido evoluciones mínimas en el plumaje como Cyanistes caeruleus obscurus de las Islas Británicas, Cyanistes caeruleus balearicus de las Islas Baleares, Cyanistes caeruleus calamensis de las islas del Mar Egeo, y Cyanistes caeruleus ogliastrae de Cerdeña, Córcega y parte de la península ibérica.
Etología-Biología Reproductiva
El Herrerillo común es un auténtico acróbata cuando hurga entre las ramas de un árbol en busca de insectos. Salta de ramita en ramita, gira y gira, cuelga hacia abajo, queda colgando de una pata y con la otra sujeta la baya en la que ha descubierto una pequeña oruga, se deja caer peso muerto para enganchar una ramita unos centímetros. más abajo y luego nuevamente un pequeño tramo para llegar a una rama más alta. En definitiva, un auténtico equilibrista.
Su principal alimento durante la época estival es de origen animal: orugas, crisálidas, pulgones y arañas, mientras que en otras épocas del año se alimenta de semillas, frutos y bayas.
Su incesante necesidad de buscar insectos a todas horas del día deriva de que para sobrevivir el Herrerillo común debe ingerir nada menos que 10 g de insectos al día, más del 50% de su peso total ,a lo que se suma las necesidades ingentes de alimentos para sus numerosas crías
De la comida puesta en los comederos colocados en los jardines, prefiere las semillas de girasol que rápidamente toma y lleva a una ramita cercana donde, con paciencia y fuerza, perforará la cáscara para extraer el contenido.
El Herrerillo común es un reproductor temprano y el cortejo comienza en febrero con cantos incesantes y los primeros apareamientos.
El nido lo construye la hembra, sola, en grietas de las paredes, en agujeros de árboles, en muros de piedra, en cavidades de cualquier tipo incluso a poca altura del suelo y, a menudo, en nidos artificiales. El nicho se puede utilizar repetidamente en temporadas posteriores renovando parcialmente el material después de que el uso repetido haya llenado completamente el espacio.
El nido se construye con lana y pelo, con líquenes y musgos, y con plumas para formar una masa informe . En el interior se forma una copa blanda en la que se encuentran de 7 a 10 huevos blanquecinos con motas rojizas.
La eclosión, realizada por la hembra, dura unos 15 días y las crías abandonan el nido al cabo de otras tres semanas, cuidadas con cariño por ambos padres. Suele tener dos puestas al año.
Siempre se ha sabido que los Herrerillos azules tienen un lenguaje muy variado y evolucionado, pero entre los sonidos que emiten también saben silbar como una serpiente, parece increíble.
Fácil de comprobar, basta con echar un vistazo al nido donde la hembra está incubando y el dueño de la casa inmediatamente comienza a silbar para intimidar al intruso, ¡como una serpiente real!
Las poblaciones de Cyanistes caeruleus están aumentando, y desde 2016 figura como “LC, Least Concern”, es decir, como «Preocupación Menor», en la Lista Roja de especies en peligro de extinción de la UICN.
Sinónimos
Parus caeruleus Linnaeus, 1758.
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