Familia : Cathartidae
Texto © Dr. Gianfranco Colombo
Traducción en español de Ignacio Barrionuevo
El Zopilote negro, Jote de cabeza negra o Gallinazo (Coragyps atratus Bechstein, 1793) pertenece al orden de los Cathartiformes y a la familia Cathartidae siendo la única especie perteneciente al género Coragyps.
El orden de los Cathartiformes agrupa a los cinco géneros y siete especies de buitres que viven en el Nuevo Mundo, tras su separación del orden de los Accipitriformes donde antes estaban incluidas todas las rapaces necrófagas de nuestro planeta.
A la nueva clasificación taxonómica, aún hoy no aceptada por todos, se llegó después de diversas evaluaciones que tomaban en consideración algunas características propias de estas aves y que les hacían converger, por distintos comportamientos y caracteres morfológicos, no solo a los Falconiformes sino también a los Ciconiiformes.
Dedos centrales muy alargados y parcialmente palmeados, costumbre de orinarse sobre las patas para refrescar el cuerpo durante los días cálidos, despliegue de las alas durante los descansos para calentarse y desinfectar el plumaje a los rayos del sol, peculiaridades todas típicas de las cigüeñas unidas a un cuerpo y una alimentación de rapaz necrófaga.
En cualquier modo, la taxonomía exacta de los buitres americanos permanece aún poco definida y quizás nuevas investigaciones y estudios genéticos lleven en un futuro a una nueva y diferente clasificación.
Ya la actividad de buitre comporta a estas aves la pésima reputación de devoradores de carroña, colocándolos en una categoría ciertamente a otra altura del resto de las otras aves generalmente dotadas de una elegante librea y a menudo de notables capacidades canoras, pero estos zopilotes, junto a su pariente el Aura gallipavo (Cathartes aura) son tan poco agraciados e insignificantes en tierra y tan carentes de color que son llamados localmente gallinazos o buitres pavo, confundiendo unos y otros.
En efecto su cuello, como veremos, carece totalmente de plumas y es rugoso y carunculado como el de un pavo (o gallinazo), uniendo a esta característica la manera de caminar bamboleante y desgarbada.
El nombre “urubú”, usado localmente en algunos países sudamericanos para nombrar esta ave, deriva de un término en lengua Tupi que significa simplemente “ave negra”.
Aún en Sudamérica son también denominados Cuervos, para indicar su parecido en apariencia y comportamiento.
La etimología del binomio científico trae, por el contrario, orígenes del griego en el caso del género Coragyps, fusión de los términos “corax” = cuervo, y “gups” = buitre, subrayando las características ambiguas de esta ave. El epíteto específico, atratus, proviene del latín “ater” = vestido de oscuro, negro, por el color de la librea. Es singular el origen de los términos Cathartiformes–Cathartidae dados respectivamente al orden y a la familia de esta rapaz, derivados del griego “kathartes” = purificador, en clara referencia a la ingrata tarea asignada a estas aves, que devoran y purifican a la humanidad de las ubicuas carroñas provenientes de animales muertos.
En Europa es llamado: Black vulture en inglés, Urubu noir en francés, Urubù dalla testa nera en italiano, Urubu-de-cabeça-preta en portugués, Rabengeier en alemán y en Japón recibe el símpatico apelativo de kurokondoru.Zoogeografía
El zopilote negro está bastante ampliamente distribuido por todo el continente americano, con un área de distribución que cubre gran parte de los Estados Unidos orientales y meridionales y, sin solución de continuidad, llegan hasta Argentina y Chile central, sin haber colonizado el área patagónica y la parte sur del continente.
Es un ave sedentaria y no lleva a cabo verdaderas migraciones sino breves movimientos erráticos en busca de alimento o huyendo de condiciones meteorológicas adversas puntuales.
Es fácilmente confundible con su primo el aura gallipavo, con quien comparte completamente la distribución aunque este último sí avanza más allá, ocupando la parte extrema de la Patagonia y los Estados Unidos por completo hacia el norte.
Se han descrito tres subespecies que habitan respectivamente la región norte del área de distribución (Coragyps atratus atratus), la gran Cordillera de los Andes (Coragyps atratus foetens), y la parte sur del territorio (Coragyps atratus brasiliensis).
Debe quedar dicho que el aura gallipavo, a pesar de ser morfológicamente muy parecido, tiene características bastante diferentes a nuestro zopilote y, taxonómicamente, pertenece al género Cathartes.
Ecología-Hábitat
Su actividad de ave necrófaga está ampliamente compartida con el parecido aura gallipavo, del que aprovecha la increíble y siempre acertada capacidad olfativa que le lleva a descubrir piezas de carroña incluso en la parte más densa de las selvas tropicales aún volando a notable altura. Se piensa que nuestro zopilote no está dotado de esta capacidad, por otra parte bastante rara en el mundo de las aves, sino que sigue a su pariente con asiduidad durante los vuelos de reconocimiento al saber de sus habilidades.
Como todas las aves pertenecientes a este grupo, vive alimentándose de carroña que busca metódicamente mientras vuela alto junto a otras especies necrófagas, a veces en grupos muy numerosos compartiendo y ayudándose entre sí en la búsqueda de los cadáveres. Este zopilote es capaz de matar pequeños animales recién nacidos y es culpado con frecuencia de los presuntos daños provocados a las granjas de ganado bovino, siendo por esta razón cazado. Parece, de hecho, capaz de terminar con los terneros pequeños cuando se reúne en bandadas numerosas. Se alimenta también de huevos robados de nidos, pequeños mamíferos, reptiles y aves terrestres. Aunque el hábitat ideal para esta ave son las zonas áridas y esteparias, vive en cualquier ambiente extendiéndose sin problema aparente desde los altiplanos de la cordillera andina a los centros habitados, pasando por las selvas amazónicas y las zonas costeras.En los núcleos de población ha encontrado, además, un ambiente ideal, sin temor alguno a la presencia humana y disfrutando, por tanto, de los vertederos urbanos y demás residuos y desechos provenientes de la actividad humana moderna.
En algunas zonas de Centro y Sudamérica se ha convertido prácticamente en un ave urbana con colonias establecidas dentro de las ciudades, ocasionalmente perjudiciales para el tráfico aéreo cuando están próximas a los aeropuertos.
Morfofisiología
El zopilote negro es una rapaz de mediano tamaño, bastante alejado de los tradicionales e inmensos buitres euroasiáticos.
Tiene, no obstante, una envergadura de 160 cm, un peso de más de 2 kg y una longitud de 70 cm. Tiene una destacada maniobrabilidad en su vuelo, con rápidos movimientos y soltura en el control de las corrientes ascendentes. Al contrario de los típicos buitres, tiene un vuelo menos rígido y estático, siendo capaz de llevar a cabo virajes laterales, ágiles cambios de altura y vertiginosos picados que le hacen más similar a los grandes cuervos.
En efecto, tiene las alas proporcionalmente pequeñas en comparación con sus dimensiones generales, más bien cortas y redondeadas y cola también poco pronunciada.Su librea no está marcada con colores singulares sino de un general y lúgubre color negruzco que cubre tanto el cuerpo como las partes desnudas de cuello, la cabeza y las patas, aunque estas partes tienden al gris oliváceo. La única marca distintiva es una mancha blanca que aparece cuando extiende las alas en vuelo, situada en las remeras primarias, y el ojo de un hermoso color rojo intenso visible, naturalmente, solo desde poca distancia.
La piel desnuda del cuello y de la cabeza está muy arrugada y rugosa desde la juventud, como picada y pustulosa, de aspecto poco atractivo particularmente cuando está aún cubierta de sangre y restos del alimento recién consumido.
Los pies son anchos y aplanados, con dedos de pequeñas uñas, los dos anteriores muy alargados y, como se ha mencionado, ligeramente palmeados, creando en conjunto unas patas que no están adaptadas a agarrar mantener una presa.
El pico no es robusto y prominente como en buitres típicos sino más bien fino y ahusado, algo similar al de nuestro Alimoche (Neophron percnopterus), con punta curvada y fosas nasales perforadas (sin tabique) que, vistas de perfil, dejan ver la parte opuesta.
El vuelo del zopilote negro es particular y característico, con rapidísimos batidos de ala, rígida, intercalados con planeos poco lineales, alternados también a su vez con imprevistos virajes laterales, como es típico en los milanos europeos (Milvus sp.).
Como hacían los antiguos egipcios con el alimoche, que está mencionado en sus jeroglíficos como ave sagrada, también el pueblo Maya cita a menudo al zopilote en sus antiguos códigos, indicándolo como un símbolo de la muerte. El zopilote no está dotado de siringe, por lo que no tiene la posibilidad de emitir sonidos o cantos particulares. Los únicos ruidos son el típico silbido de defensa cuando se encuentra alimentándose y un tosco gruñido cuando está en grupo o próximo al nido.
Etología-Biología reproductiva
Al ser un ave relativamente pequeña entre los necrófagos, el zopilote sufre con frecuencia la presión del resto de carroñeros en los sitios donde hay alimento y quizás haya sido este el motivo de la diversificación de su dieta.
A menudo, para defenderse de los ataque de los depredadores o cuando se sienten en peligro, estas aves regurgitan el alimento engullido para debilitar al atacante y también para aligerar su peso y facilitar así la huida.
Es este un comportamiento también llevado a cabo por otras especies, como son algunas aves marinas cuando se ven atacadas por los págalos (Stercorarius sp.).
Es un ave social y vive generalmente en nutridos grupos, particularmente en los dormideros, pero también durante la alimentación, momento en el que se reúne en elevadísimo número alrededor de la carroña.
El zopilote negro es monógamo y anida una vez al año, en fechas variables en función la latitud y las condiciones meteorológicas del lugar donde habita.
Coloca el nido por lo general en cavernas sobre rocas inaccesibles, nunca en alturas considerables, o en ambientes boscosos, en grietas de viejos troncos e, incluso, directamente en tierra a los pies de una roca o de un grueso tronco.
No suele aportar al nido ningún material, usando directamente el sustrato presente, pero ocasionalmente y, en particular, en las últimas décadas, se han visto nidos adornados con piezas de material plástico coloreado u objetos de metal reluciente, naturalmente sin ningún objetivo de protección.
Pone habitualmente dos huevos de color blanquecino manchados de marrón oscuro que son incubados por ambos progenitores durante alrededor de 40 días. Los pollos son alimentados durante alrededor de dos meses con alimento regurgitado pero, aunque abandonan el nido tras dicho periodo, no son aún totalmente independientes en el vuelo y permanecen en las cercanías unas semanas más.
Cuando anida en tierra las nidadas, mientras que presentan huevos o pequeños recién nacidos, están frecuentemente sujetas a la rapiña por parte de animales terrestres como los mapaches, zorros o coyotes mientras que cuando los polluelos se robustecen pasan a ser agresivos y raramente sucumben a estos ataques.
A pesar de estar presente en alto número en todo el territorio ocupado y está colocado entre las especies menos en peligro, el zopilote negro, por sus funciones de “purificador” del ambiente, goza de buena protección en toda su área de distribución.
Una curiosidad ya observada en el caso de otros buitres es el hecho de que se ha visto que el estiércol de estas aves, esparcido sobre el terreno, tiene el efecto de herbicida, perjudicando a la vegetación y matando matas y arbustos.
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