Familia : Hominidae
Texto © Dr. Silvia Foti
Traducción en español de Lucio Zavala
El orangután de Borneo (Pongo pygmaeus, Linnaeus 1760) pertenece a la familia Hominidae, subfamilia Ponginae, dentro de la cual se encuentra la única otra especie de orangután, Pongo abelii (Orangután de Sumatra). Estas dos especies comenzaron a divergir en su camino evolutivo hace alrededor de 400000 años. Entre ambos taxones, éste fue considerado una gran subespecie; y sólo a partir de 1996, gracias al secuenciamiento de su ADN mitocondrial, ambos fueron elevados al rango de especies. Por el contrario, la subfamilia de la cual forman parte actualmente fue considerada al principio como una familia separada (familia Ponginae). Hoy la subfamilia incluye un único género viviente, Pongo, y dos géneros fósiles: Dryopithecus y Ramapithecus. Además del orangután, otras especies que también forman parte de la familia Hominidae, son el chimpancé y el bonobo (género Pan), el gorila (género Gorilla) y, obviamente, el hombre (género Homo). Ascendiendo un grado en la filogenia de los simios antropomorfos nos encontramos, al fin, con la superfamilia Hominoidea, la cual engloba a la ya citada familia Hominidae y a la familia Hilobatidae, o sea gibones y siamangs.
Exactamente al igual que las otras especies de simios, los orangutanes muestran una capacidad cognitiva extremadamente desarrollada (compartiendo alrededor del 97% de su ADN con el hombre): son capaces de usar instrumentos y muestran patrones culturales característicos también en estado selvático.
Tres subespecies pertenecen a la especie Pongo pygmaeus: Pongo pygmaeus pygmaeus (Orangután del noroeste de Borneo), Pongo pygmaeus morio (Orangután del noreste de Borneo) y Pongo pygmaeus wurmbii (Orangután del centro de Borneo).
Sin embargo, existen algunas dudas respecto a la inclusión del Orangután del centro de Borneo (Pongo pygmaeus wurmbii) dentro de la especie Pongo pygmaeus: parece que podría tratarse de un taxón vecino a Pongo abelii y resultar, entonces, una subespecie del Orangután de Sumatra.
El término Pongo deriva de “mpungu”, palabra usada en la lengua kikongo (hablada por algunas poblaciones que habitan la selva tropical de Angola y la República Democrática del Congo) para designar a los grandes simios de los bosques, similares al gorila (se creía erróneamente que el orangután tenía un origen común con el gorila).
Zoogeografía
Como indica su nombre común, Pongo pygmaeus está presente en las islas de Borneo y Sumatra, donde ocupa la mayor parte de los bosques deciduos y de montaña, hasta los 1500 metros de altitud, más allá de las selvas pluviales caracterizadas por su vegetación densa.
En Borneo, puede ser hallado en la mayor parte de las dos regiones en las que se divide Malasia (Sabah y Sarawak), pero también está presente en al menos 3 de las 4 provincias de la región de Kalimatan, en Indonesia.
Sin embargo, a causa de la destrucción de su hábitat, la distribución actual de la especie parece estar muy fragmentada. Vive disfrutando el dosel (la zona del bosque constituida por las copas de los árboles) de los bosques primarios y secundarios: su vida se desarrolla principalmente sobre los árboles, por medio de los cuales se dedica a la búsqueda de alimento, recorriendo también grandes distancias, y sobre los cuales generalmente permanece durante la noche, construyendo un lecho suspendido sobre el terreno.
Morfofisiología
El orangután de Borneo posee dimensiones corporales que varían entre 1,2 y 1,4 m de altura, y entre 50 y 100 kg de peso (en las hembras, la altura es generalmente de entre 1-1,2 m, y el peso de entre 30-50 kg), hecho que lo convierte en uno de los primates más importantes dentro de los que actualmente existen, sólo superado por las dos especies de gorila (Gorilla gorilla y Gorilla beringei), entre los primates arborícolas, el más grande en absoluto.
Aunque con dimensiones similares, el Orangután de Sumatra resulta más ligero. En cautiverio, sin embargo, los orangutanes se dejan llevar por las delicias de la comida (tal vez a causa del sedentarismo o el estrés, producidos por el mismo cautiverio ¡como sucede en cierto sentido con nosotros los humanos!): su peso aumenta considerablemente, hasta superar los 165 kg.El macho mantenido en cautiverio más pesado que se conozca fue Andy, un orangután obeso de 13 años con 204 kg de peso.
La característica de mayor relevancia en toda la fisonomía de los orangutanes seguramente está representada por sus larguísimos brazos, los cuales pueden alcanzar el metro y medio; se muestran mucho más largos y potentes respecto a las extremidades posteriores, aunque ambas son prensiles, instrumentos muy útiles que permiten al orangután llevar una vida arborícola, de ágil “braceador”.
La abertura de los brazos puede superar fácilmente los 2 m de longitud. Manos y pies están dotados de 4 dedos muy ahusados y un pulgar oponible. El cráneo es robusto, con mandíbulas y dientes muy fuertes, particularmente en los machos adultos. El cuerpo está cubierto por una pelambre rojiza, híspida y densa, particularmente larga en la zona de la espalda, donde forma un manto impermeable.
Tanto en el macho como en la hembra se presentan sacos gulares, utilizados para emitir llamados; los del macho se muestran más desarrollados.
Siempre en el macho, se puede observar la presencia de prominentes extensiones faciales a la altura de las mejillas, callosidades dérmicas conocidas como “flange” (del inglés: reborde), que en los individuos adultos llegan a formar un verdadero disco facial. El mayor o menor desarrollo de este disco facial distingue a los individuos maduros en dos categorías: “flangiati” (en italiano: con rebordes) o “aflangiati” (en italiano: sin rebordes).
Los machos dotados con rebordes alcanzan dimensiones que llegan al doble de las de las hembras, mientras que los que están privados de dichos rebordes muestran dimensiones similares a las de las hembras, y emiten llamados diferentes a los que emiten los machos con rebordes; de hecho, no son capaces de emitir llamados de larga duración.La presencia de esta callosidad está generalmente ligada a la edad y la dominancia: muchos machos privados de callosidades pueden desarrollarla conforme avanza la edad (por lo general después de los 15 años) o a medida que escalan en la jerarquía.
Sin embargo, esto no quiere decir que dicho escalamiento suceda.
Los machos dotados de callosidades se muestran mucho más agresivos e intolerantes respecto a los otros machos, cosa que no acontece entre machos sin callosidades. De todos modos, ambas tipologías masculinas pueden generar descendencia, contribuyendo a la reproducción dentro del grupo social.
Respecto al orangután de Sumatra, el de Borneo presenta un pelaje más oscuro y denso, mayor peso, un disco facial más pronunciado, está recubierto de pelos híspidos y presenta un saco gular más desarrollado.
Ecología-Hábitat
El orangután se alimenta principalmente de frutas: cerca del 60% de su dieta está basada en el consumo de higos, litchi, frutos de rambután, de árbol del pan, mangos y durianes.
La disponibilidad de dichos frutos no es constante a lo largo del año, y es por este motivo que los pequeños aprenden rápidamente de la madre a seleccionar los árboles adecuados, y a recordar los períodos en que fructifican.
Además de fruta, su dieta también incluye bayas, brotes, hojas, raíces, corteza, miel, insectos, pequeños vertebrados, como el Lori lento (Nycticebus), y huevos, para un total de más 400 tipos de alimento. Debido a su predilección por un amplio surtido de frutas, el orangután cumple un rol extraordinario como dispersor de semillas, sobre todo para aquellas plantas cuyas semillas poseen dimensiones notables y no pueden ser consumidas por animales de talla pequeña. La importancia de este rol se encuentra esbozada en el sobrenombre con el que se conoce a este simio: “jardinero de la selva”.
Ya se ha mencionado la capacidad de los orangutanes para utilizar instrumentos: específicamente en la obtención de alimento, dan prueba de gran ingenio, aunque ¡no siempre tienen éxito! En este sentido, han sido vistos usando lanzas improvisadas, en vano intento por capturar peces. Sin embargo, son capaces de “inventar” muchos tipos de objetos con el fin de procurarse un mayor confort cotidiano: un conjunto de hojas unido a una rama puede servir como paraguas para resguardarse de la lluvia durante los desplazamientos.
Una rama suficientemente larga y nudosa puede usarse como extensión del brazo para rascarse la espalda, como también las hojas pueden usarse para sostener frutos espinosos o para barrer los excrementos.
En algunos casos, los orangutanes pueden ingerir pequeñas cantidades de tierra, con el objeto de obtener una dosis suficiente de minerales que les permita neutralizar las toxinas y los ácidos que ingieren constantemente al nutrirse de frutas y hierba.
Por lo general, los orangutanes consumen abundante cantidad de alimento durante la mañana, actividad en la que llegan a ocupar hasta 3 horas.
Excepto el hombre, no posee predadores, como sucede con el orangután de Sumatra, que debe cuidarse permanentemente del Tigre de Sumatra (Panthera tigris sumatrae).
Sin embargo, al deambular, también el orangután de Borneo debe estarse atento del nada despreciable Leopardo nebuloso de Borneo (Neofelis diardi), que está dotado de la suficiente fuerza como para arrastrar debajo de un árbol a cualquier cachorro ingenuo.
Los orangutanes de Borneo llevan una vida bastante solitaria; pueden interactuar con sus semejantes a veces, pero siempre por breves períodos de tiempo.
Generalmente son más solitarios respecto a los orangutanes de Sumatra; dos o tres individuos pueden entrar en contacto en el caso de que sus territorios se superpongan, pero siempre por períodos de tiempo muy limitados.
A pesar de ser animales arborícolas, los orangutanes de Borneo se desplazan por el suelo con mayor frecuencia que sus primos de Sumatra. Esto se debe muy probablemente a la ausencia de grandes predadores que podrían poner en peligro los desplazamientos terrestres del orangután de Borneo.
Etología – Biología reproductiva
Las hembras maduran sexualmente entre los 6 y los 11 años, edad que puede variar mucho dependiendo de la cantidad de grasa corporal disponible. El ciclo estral dura entre 22 y 30 días, y la menopausia sobreviene alrededor de los 48 años. La preñez dura aproximadamente 245 días, al término de los cuales tiene lugar el parto, por lo general de una sola cría.
Esta necesita ser amamantada con mucha frecuencia, cada 3-4 horas, y comienza a nutrirse del alimento masticado por la madre cerca de los 4 meses de edad, momento en el que comienza a ser más aventurero y a jugar con los otros cachorros. Sin embargo, la prole permanece al lado de la madre hasta los 6 años de edad, momento en el cual comienza el período de la adolescencia, y la hembra comienza a manifestar comportamientos sexuales.
De hecho, las hembras se reproducen en promedio cada 6-8 años.Este cambio en el comportamiento de la hembra, marcará también el momento en que los hijos se separen de la madre, estableciendo un territorio vecino al materno.
Muy a menudo, un macho con rebordes posee un territorio que comprende también los de numerosas hembras, con las cuales se aparea; los machos sin rebordes, en cambio, raras veces se arriesgan a tener un territorio propio y se ven forzados a deambular. Cuando en su peregrinar encuentran una hembra, por lo general la fuerzan a copular, ya que éstas prefieren copular con machos con rebordes.
El apareamiento se efectúa de manera bastante acrobática: los integrantes de la pareja se dejan bambolear entre los árboles, aferrándose con sus potentes brazos, uno frente al otro.
Los orangutanes de Borneo no tienen una estación reproductiva, pero las hembras muestran una actividad ovárica mayor durante el periodo de abundancia de alimentos.
Mientras las hembras invierten muchísima energía en el cuidado de la prole, criándola hasta que alcanza la adolescencia, los machos, optando por un estilo de vida solitario, no tienen casi ningún tipo de contacto con sus propios hijos.
Son animales diurnos y gran parte de su tiempo transcurre sobre las copas de los árboles.
Las hembras se desplazan en pequeños grupos, seguidas de su prole, mientras que los machos adultos son animales solitarios incluso durante los desplazamientos. Sin embargo, durante el periodo de fructificación, pueden formarse grupos temporales de 6 o más individuos. De acuerdo con la estacionalidad de la fruta que sirva de alimento, quedan determinados los desplazamientos diurnos y estacionales.
A tal fin, los orangutanes usan diversos medios de locomoción: mientras los jóvenes prefieren desplazarse de un árbol a otro valiéndose de sus largos y fuertes brazos, los individuos más ancianos se desplazan caminando sobre sus cuatro extremidades o de modo bípedo, durante trayectos breves. La característica que distingue a los orangutanes del resto de los grandes simios es su forma de caminar, cuando asumen una postura cuadrúpeda, usando sus puños en vez de sus nudillos. Pasan la noche sobre lechos fabricados con vegetación apretada, generalmente a 12-18 m del suelo.No pueden nadar: esto convierte a los ríos y otras fuentes de agua en barreras intransitables, estableciendo límites a su dispersión.
Debido a que los orangutanes de Borneo no son animales muy sociables respecto al resto de las especies de grandes simios, carecen de una amplia variedad de vocalizaciones.
La principal es aquella de larga duración, una llamada de 1-2 minutos emitida por los machos dotados de rebordes, audible a varios kilómetros de distancia.
El objetivo de esta vocalización es advertir a otros machos la presencia de aquel que la emite, información importante, sobre todo para los individuos sin rebordes, que generalmente se baten en retirada, alejándose rápidamente. También funciona como llamada de advertencia para las hembras sexualmente activas.
Algunos estudios sugieren que serían precisamente estas llamadas las que “inhiben” el desarrollo en machos sin rebordes: oír un llamado de larga duración (long-call) de parte de un potente macho con rebordes desencadenaría la producción de hormonas de estrés, resultando en la interrupción del desarrollo de los machos más inmaduros. Otro llamado producido por el orangután de Borneo es el que se conoce como “veloz”, manifestado generalmente durante los conflictos entre machos; mientras que cuando se percibe un peligro, estos simios emiten verdaderos gritos.
CuriosidadesEl orangután de Borneo tiene un promedio de vida de 35-40 años en estado salvaje. En cambio, en cautiverio puede alcanzar los 60 años de edad.
El orangután es un animal capaz de relacionarse muy bien con el hombre. Demuestra tener éxito para aprender del comportamiento humano, y es capaz de llevar a cabo acciones similares (clavar clavos, cortar un pedazo de leña con la sierra…) con sólo observarlo.
En la actualidad, es el único primate de grandes dimensiones que habita fuera del continente africano.
En Borneo existe un centro para el cuidado de orangutanes. La mascota de dicho centro, desde el fin de la década el ’70, es un orangután hembra que ha logrado aprender treinta señas del lenguaje para sordos y puede comunicarse con éxito con los seres humanos. El centro acoge cachorros de orangután que han quedado huérfanos a causa de la caza despiadada que se lleva a cabo contra las madres, con el fin de apoderarse de los cachorros. Luego de haber sido curados y haber crecido, los orangutanes vuelven a dejarse en libertad dentro de áreas protegidas.
Conservación
El orangután de Borneo está clasificado actualmente como Amenazado-Endangered (EN) dentro de la lista roja de la IUCN, y se encuentra incluido dentro del Apéndice I de CITES.
Se estima que el número actual de orangutanes es menor al 14% de los que existían hace poco tiempo atrás (alrededor de 10000 hacia mediados del siglo XX), y esta vertiginosa disminución ha sido registrada sobre todo a causa de la actividad humana en las últimas décadas. Actualmente, la distribución del orangután de Borneo aparece ampliamente fragmentada; parecería ausente o muy poco común en la parte sudoriental de la isla, al igual que en las selvas circundantes de los ríos Rejang y Padas.
Una población de cerca de 6900 individuos ha sido hallada en el Parque Nacional Sabangau, pero dicho hábitat se encuentra en riesgo en la actualidad. Este escenario permite hipotetizar que, si las condiciones ambientales no son restauradas de modo que se adecúen más a las necesarias para la supervivencia de estos animales, los orangutanes podrían quedar extintos en estado salvaje durante un lapso de 10-20 años.En el pasado, los orangutanes han sido víctimas de los cazadores en la mayor parte de su hábitat, principalmente a causa de sus grandes dimensiones y sus movimientos lentos, factores que los han convertido en objetivo de presa fácil.
Sin embargo, actualmente la principal amenaza para los orangutanes es la pérdida de hábitat.En los últimos veinte años, el 80% de su hábitat ha sido destruido por causa de la deforestación ilegal, la apertura de minas de oro y las plantaciones de palma aceitera.
Además, a causa del largo intervalo que transcurre entre un nacimiento y el otro (hasta 6-8 años), los orangutanes resultan particularmente vulnerables a todos estos factores.
Al parecer, un tercio de los orangutanes de Borneo ha desaparecido por causa de los numerosos incendios que han embestido gran parte de las selvas indonesias en 1997 y 1998.
Además, los orangutanes que habitan en las áreas destinadas a plantaciones de palma aceitera, y otras áreas habitadas por el hombre pueden caer fácilmente, presas de captura para abastecer el negocio de tráfico de fauna.
El orangután de Borneo se encuentra protegido por la ley tanto en Malasia como en Indonesia; sin embargo, y aunque algunas poblaciones se encuentran dentro de áreas protegidas, la deforestación ilegal dentro de estas áreas sigue siendo una amenaza importante para la supervivencia de la especie.
Con el fin de asegurar la conservación de la especie, las acciones destinadas a proteger al orangután implican la participación activa de las poblaciones locales.
Sin embargo, el análisis, una a una, de todas las amenazas que sufren los pobres y desvalidos orangutanes, deja en evidencia que todo lo que se hace actualmente aún no es suficiente para garantizar la supervivencia de estos simios.
Pérdida de hábitat: a consecuencia de la destrucción de amplias áreas de selva tropical destinadas al cultivo de Elaeis guineensis, es decir palma aceitera, aunque también de acacias, arroz, coco, cultivos de subsistencia, etc. Entre 1985 y 1997, ha sido estimada una pérdida de aproximadamente 15,5 millones de hectáreas de selva en la isla de Sumatra y la región de Kalimantan (la parte indonesia de Borneo).
La demanda continua de aceite de palma, usado en la industria alimentaria, cosmética y mecánica, ha llevado en las últimas décadas a un aumento vertiginoso del área destinada a tales cultivos (de 2000 km2 a 27000 km2 en menos de 20 años).
Incendios: en el curso de las últimas décadas, el evento climático El Niño se ha abatido varias veces sobre la isla de Borneo, llevando consigo graves sequías e incendios forestales. El 90% del Parque Nacional Kutai se vio afectado a causa de los incendios masivos ocurridos en 1983 y 1998, y su población de orangutanes se ha visto reducida, de aproximadamente 4000 individuos (en 1970), a menos de 500. Además, se piensa que la más reciente oleada de sequía en Kalimantan, registrada en 2006, hubo exterminado diversos centenares de orangutanes en solo seis meses.
La explotación del hábitat y la deforestación ilegal: los orangutanes son una especie con capacidad de adaptarse incluso a condiciones ambientales alteradas, son capaces de sobrevivir en selvas utilizadas para la extracción de madera, siempre que dicha extracción se encuadre dentro del respeto por una práctica sostenible. Sin embargo, esto no resulta un escenario común: la adopción de prácticas significativamente convencionales, caracterizadas por su alto nivel de impacto ambiental, está dejando consecuencias dramáticas sobre la ya comprometida población de orangutanes.
Fragmentación del hábitat: es el problema fundamental para las poblaciones que cuentan con un número muy exiguo de individuos; en casos en que el número de componentes gira en torno a 50, parece que tales poblaciones se encuentran destinadas a extinguirse en un lapso de 100 años; la fragmentación del hábitat reduce las dimensiones de tales poblaciones y las vuelve más vulnerables a los efectos de la deriva génica y los factores ambientales.
Caza: en algunas partes de la isla, la caza representa la amenaza de más vasto alcance y es la responsable directa de las extinciones locales. La causa de una presión de caza tan elevada reside en el uso de animales para consumo (carne), el uso de partes de su cuerpo en la medicina tradicional, la sustracción de cachorros para el comercio de mascotas, y en la persecución para controlar el impacto que tienen estos animales sobre los cultivos.
Sin embargo, aunque el escenario actual es decididamente alarmante y no deja presagiar nada bueno para el futuro de este magnífico simio frugívoro, el orangután de Borneo es en la actualidad más común que el de Sumatra, cerca de 54500 individuos contra 6600, en estado salvaje. La pregunta que resta hacerse en este punto es una sola: ¿por cuántos años más será posible admirar, apreciar y estudiar a esta especie, antes de que el hombre tenga éxito en su intento por erradicarlo, manipulado y cegado por el “dios dinero” que domina su (in)civilización?
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