Familia : Lemuridae
Texto © Dr. Silvia Foti
Traducción en español de Carlos Jiménez
El vari blanco y negro o lémur de gorguera blanquinegro (Varecia variegata Kerr, 1972) es un mono estrepsirrino, perteneciente a la familia Lemuridae, subfamilia Lemurinae (incluyendo los géneros Lemur, es decir, los lémures que tienen una cola anillada, Eulemur, llamados acertadamente lémures marrones y Varecia, a la que pertenecen los llamados lémures de gorguera).
El nombre del género Varecia al que pertenece el lémur de gorguera blanco y negro parece provenir del nombre con el que las poblaciones locales llaman a estos lémures, es decir “varijatsy”, mientras que el nombre específico proviene del latín “variegatus” = jaspeado, para indicar la coloración “óptica” (blanco y negro) de su pelaje.
Los Estrepsirrinos (Strepsirrhini) son un suborden de Primates y se distinguen de los Haplorrinos (Haplorrhini) por la forma de la nariz, característica de la que proviene el nombre de ambos subórdenes.
En cuanto a los Estrepsirrinos, su nombre proviene del griego στρεψίς (strepsis) = flexión, y ρίς, ῥινός (rhís, rhinòs) = nariz, (es decir, con la nariz abombada), mientras que para los Haplorrinos, el nombre proviene de ἁπλόος (haplóos) = simple, y ῥίς (rhís) = nariz (con nariz simple).
En efecto, en los Estrepsirrinos la nariz está unida por una banda de tejido conjuntivo al labio superior, a su vez fijada a las encías, carácter ausente en los Haplorrinos, confiriendo a estos últimos una expresividad facial mucho más compleja. Por otro lado, son incapaces de producir de forma autónoma la vitamina C enzimáticamente, cosa que sí ocurre en los Estrepsirrinos .
Además, los Haplorrinos tienen, casi todos, hábitos diurnos, mientras que los Estrepsirrinos son principalmente nocturnos; para ello estos últimos han desarrollado un “tapetum lucidum” en la parte posterior del ojo, es decir una capa reflectante colocada detrás de la retina, para captar mejor la tenue luz nocturna. Los Estrepsirrinos incluyen los lémures, los lorísidos y los gálagos; la mayoría de las especies son endémicas de Madagascar, pero también están presentes en África continental y en el sudeste asiático (gálagos y lorísidos).
Otra característica común a los Estrepsirrinos es la presencia de un peine dental, una estructura derivada de la fusión de 4 incisivos y 2 caninos, alargados y orientados hacia adelante, que se utiliza para acicalarse y recolectar resina de los árboles de los que se alimentan.
Zoogeografía
En cuanto a los varis blancos y negros, éstos viven en las selvas tropicales primarias y secundarias de las tierras bajas y de altitud, hasta los 1350 metros, de la costa este de Madagascar. Se conocen tres subespecies: Varecia variegata subcincta (A. Smith, 1833), que es la que tiene la distribución más septentrional, y que está presente en una zona al norte del río Antainambalana (noreste de Madagascar); Varecia variegata variegata (Kerr, 1792), que ocupa un área al sur de este río y finalmente Varecia variegata editorum (Osman Hill, 1953), la subespecie más austral, que habita un área que se extiende desde el Parque Nacional Mantadia hasta la reserva Manombo.
La que antes se consideraba como una subespecie (Varecia variegata rubra) fue reconocida como especie independiente (Varecia rubra É. Geoffroy, 1812) en 2001, y es la única otra especie perteneciente al género Varecia.
Ecología-hábitat
Entre los lémures, los varis blancos y negros tienen hábitos más predominantemente arborícolas. Pasan la mayor parte del tiempo descansando entre el follaje de los árboles, en el dosel del bosque. El resto del día se dedican a comer y moverse. Dichos movimientos se realizan sobre el suelo o saltando de árbol en árbol, demostrando una gran habilidad para realizar saltos largos de extrema precisión. A diferencia de muchos lémures, el Vari blanco y el negro muestra hábitos diurnos, siendo particularmente activos especialmente por la mañana y al final de la tarde. Varecia variegata es el más frugívoro de todos los lémures, pero su dieta también incluye hojas, semillas, nueces y néctar, según la temporada.
Especial atención merece su comportamiento nectarívoro: con su hocico puntiagudo y su larga lengua consigue penetrar profundamente en las flores y es precisamente su predilección por el néctar lo que le ha llevado a desarrollar una estrecha relación con el conocido árbol del viajero, Ravenala madagascariensis, una planta herbácea endémica de Madagascar. Los varis logran alcanzar sus flores blancas protegidas por grandes brácteas y se alimentan del néctar, llenando su hocico de polen y convirtiéndose en todos los sentidos en un importante polinizador para la especie vegetal en cuestión. ¡Esta característica le ha valido con razón el título del mayor polinizador del mundo!
Morfofisiología
Es uno de los lémures más grandes, con una longitud corporal que oscila entre 50 y 60 cm, y una cola de 56 a 65 cm. El peso varía entre 3,2 y 4,5 kg y las hembras son más grandes que los machos. Es considerada una de las especies más bellas de la familia Lemuridae; esta reputación proviene en gran medida de su pelaje suave y esponjoso, que varía en sus patrones de coloración y tonos.
Aunque suele ser bicolor, se han observado al menos 5 patrones diferentes que combinan el blanco y el negro. Sin embargo, se puede definir una tendencia: en la zona norte de su zona de origen presenta un pelaje predominantemente negro, mientras que el blanco domina en las poblaciones más meridionales. La cara y la parte superior de la cabeza suelen ser negras, en marcado contraste con los grandes ojos amarillos muy brillantes y el cuello blanco que enmarca la cara. Incluso las manos, los pies y la cola son negros. A diferencia de las especies pertenecientes a los géneros Lemur y Eulemur, que tienen un solo par, los varis tienen tres pares de mamas.
Etología-Biología reproductiva
El sistema reproductivo del vari blanco y negro no es bien conocido: estudios realizados tanto en cautiverio como en libertad han puesto de manifiesto una gran variabilidad en la organización social de la especie, que puede vivir en pareja o en grandes grupos. Parece, de hecho, que a menudo viven en lo que parecen ser grupos familiares, formados en promedio por 2 a 5 individuos, o por una pareja reproductora y su eventual descendencia. Estas observaciones sugerirían un sistema de reproducción monógamo.
Sin embargo, en algunas zonas de Madagascar se han observado grupos de hasta 16 individuos, y esto no excluye la posibilidad de que también puedan presentar poligamia. Cabe señalar, sin embargo, que estos grandes grupos se dividen en numerosos subgrupos con el inicio de la estación fría y húmeda. Los apareamientos ocurren generalmente entre mayo y julio, y la gestación es muy corta en comparación con las otras especies de lémures: apenas dura de 90 a 120 días, y puede que facilite una descendencia bastante numerosa, que llega hasta los 6 pequeños. Generalmente, sin embargo, nacen 2 o 3 crías cada vez. La mitad de los cachorros, de hecho, son gemelos.
El destete ocurre alrededor de los 4 meses, mientras que la talla adulta se alcanza alrededor de los 6 meses. El desarrollo sexual de las hembras es rápido: antes de los dos años ya son capaces de concebir, aunque generalmente el primer embarazo no se produce antes de los 3 o 4 años. Las madres muestran un comportamiento bastante particular: poco antes de dar a luz se arrancan pelos de los costados, y con esa suave y cálida pelusa, combinada con hojas y ramitas, “rellenan” las cavidades de los árboles, a alturas comprendidas entre los 10 y los 20 metros del suelo, para construir nidos adecuados para alojar a los jóvenes por venir.
La forma en que la madre transporta a las crías también es curiosa: sabemos en concreto que, en muchas especies de lémures y primates en general, las crías se aferran firmemente al vientre de la madre para ser transportadas, para luego pasar, cuando son más grandes, a la espalda. Pues bien, en Varecia variegata la madre utiliza su boca para transportar a las crías, que suelen abandonar el nido a las 3 semanas de haber nacido, adquiriendo su plena capacidad de movimiento en torno a las 7 semanas de vida.
Los machos desempeñan un papel en el cuidado de la descendencia, especialmente en grupos pequeños, en los que la protección dada por los padres es alta. En grupos más grandes, la posibilidad de que una hembra se aparee con más de un macho aumenta notablemente: esto tiende a reducir el nivel de cuidado que los machos dan a la descendencia. Cuando se ven amenazadas, los varis blanquinegros defienden su territorio emitiendo una llamada de alarma casi ensordecedora, y las hembras son más activas en la defensa del grupo que los machos.
Como todos los primates, muestran un sofisticado sistema de comunicación intraespecífico basado también, más allá de las vocalizaciones, en determinadas posturas y expresiones faciales. El “acicalamiento”, los momentos de juego y agresión constituyen la mayor parte de la comunicación táctil que ocurre dentro de la especie. Además, tanto machos como hembras emiten sustancias aromáticas para marcar su territorio.
Sin duda, hay que destacar otra peculiaridad de este divertido lémur: presenta un raro fenómeno de dominación femenina dentro de los grupos sociales. Las interacciones agresivas entre machos y hembras generalmente las gana la hembra, que puede establecer su dominio sobre el macho con respecto a la comida, y generalmente tiene acceso a ella primero. Este comportamiento se justifica por el hecho de que las hembras a menudo cuidan solas a las crías y, por lo tanto, necesitan mucha energía no sólo durante el embarazo, sino también y especialmente después del nacimiento de las crías para transportarlas y cuidarlas.
Curiosidades
También es cierto que la dominancia nunca la establecen las hembras más jóvenes del grupo y, por lo tanto, en ausencia de una hembra adulta, el grupo generalmente se queda sin una figura dominante. Cuando está presente, lo lleva a la fuente de alimento y come más que los otros componentes.
En la naturaleza, los varis blancos y negros viven en promedio hasta 19 años, pero pueden alcanzar hasta los treinta años en cautiverio. Según la UICN, los varis blanquinegros están clasificados como “en peligro crítico” (las tres subespecies), es decir como una especie con un alto peligro de extinción, especialmente por la distribución de su hábitat, a causa de los cultivos, la minería y el desarrollo de otras actividades manufactureras, sino también por la caza de la que son víctimas, tanto para la carne como para la peletería. Su tamaño y hábitos diurnos los convierten en objetivos particularmente «fáciles» de localizar. Sobre todo, son objeto de un exitoso comercio de mascotas. Sus depredadores incluyen el azor de Henst (Accipiter henstii), el fosa (Cryptoprocta ferox), la mangosta de cola anillada (Galidia elegans) y la mangosta unicolor (Salanoia concolor). La tasa de depredación contra la especie parece alta, en particular debido a su comportamiento de «anidación» en las cavidades de los árboles.
Sinónimos
Varecia variegata vari Muirhead, 1819; Varecia variegata varius I. Geoffroy, 1851.
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