Familia : Pongidae
Texto © Dr. Gianni Olivo
Traducción en español de Silvia Milanese
Para el cine el chimpancé es un animal amable y manso © Giuseppe Mazza
Podemos decir, además, que estos dos primates compiten por la supremacía debido a que quién más quien menos, siempre han despertado interés, tanto los medios de divulgación masivos las novelas, el cine y finalmente también la televisión, incluidos aquellos medios que jamás se sintieron motivados por los animales.
Pero el atractivo de estos dos animales está basado en su semejanza con los humanos, que, si por una parte puede ser útil para hacer conocer al público algunas de estas especies transformándolas en protagonistas de episodios atrapantes, por la otra genera cierta desinformación que a su vez produce convicciones y creencias equivocadas, inexactas y además peligrosas. Me he permitido esta premisa, la que podría parecer totalmente fuera de contexto, porque como sucede con el gorila, pero en este caso en un modo todavía mayor, la idea que tantas personas tienen de determinadas especies a veces y viendo la realidad de los hechos y por propia experiencia personal, cuando se habla de determinados aspectos de la vida animal hay quienes me miran como si hubiese pronunciado una herejía y como único medio para salvar lo dicho sería la condena a la hoguera.
La personalidad atribuida a estos dos primates que parecen asemejarse es absolutamente diversa y a veces el gorila es en el imaginario colectivo, la expresión misma de una fuerza extraordinaria (no siempre entendiéndola como benévola, ya que por algo ha sido denominado con la palabra “gorila” haciendo referencia al estereotipo humano) muchas veces asociada a la idea que subyace la bondad encerrada en el cuerpo de un gigante destructivo, por lo cual ha aparecido de tanto en tanto como el atemorizante King Kong, a quien en la misteriosa isla las tribus le rendían homenaje mediante sacrificios humanos hasta que finalmente se enamoró de la mujer que debería haber sido su víctima como un gigante bueno, pero siempre estaba en él la posibilidad de matar, en tanto que el chimpancé siempre ha tenido tanto en el cine como en la televisión la imagen y el aspecto de un ser inteligente, semejante a nosotros, dócil y manso.
Su menor tamaño y la gran facilidad para conseguir ejemplares y adiestrarlos han hecho que se transformara en espectáculo de circos, personaje favorito de los niños, que fuese enviado al espacio y que apareciese junto a Tarzan en los comics y películas, pero jamás apareció como un personaje potencialmente peligroso. Pero también esto es, a mi entender, un error como veremos más adelante y un error que puede costar muy caro.
En realidad el Pan troglodytes es frecuentemente agresivo y peligroso © Mazza
En posición erecta alcanza los 170 cm (machos), y el peso es de aproximadamente 30 Kg para la hembra y de 50-60 kg para los machos, mientras que los ejemplares en cautiverio pueden engordar hasta alcanzar el quintal.
El primer nombre científico «Pan» se refiere a su aspecto de sátiro de los bosques en clara alusión al dios Pan, mientras que el segundo «troglodytes», es mas bien sugestivo ya que vincula su aspecto al “hombre de las cavernas” y la idea de un nuestro antepasado emparentado a este animal probablemente es lo que ha jugado un papel en la etimología.
Siendo menos robusto y fornido que el gorila, con los brazos más cortos que sólo llegan debajo de las rodillas, en posición erecta, es, sin embargo dotado de una fuerza notable y suficientemente superior a la del hombre. Las manos presentan dedos largos, mientras el pulgar, ubicado de manera opuesta con relación al resto de los dedos, es más corto, los pies pueden cerrarse creando un efecto de prensa debido a la propiedad del dedo pulgar ubicado en similar posición al pulgar de las manos.
La cabeza es de aspecto redondeado, sin la clara cresta o prominencia del gorila, la cara y las orejas están desprovistas de pelo, la nariz es más bien pequeña al igual que sus orificios, el labio superior es largo y posee una gran movilidad. La dentadura es mucho más fuerte que la del hombre y los caninos, sobre todo en los machos, están muy desarrollados y constituyen armas temibles los que aunados a la fuerza de los músculos masticadores son capaces de dar mordidas devastadoras. Particularmente interesante es la cara de estos primates que es diferente de un individuo a otro, facilitando de este modo el reconocimiento y permitiendo el control familiar de cada individuo y su lazo familiar con otro grupo. Si bien el pelo es normalmente de color negro, este puede variar del color canela al marrón castaño, mientras que el espesor y la densidad varían dependiendo del hábitat y de la edad y probablemente a este último aspecto se deba que muy frecuentemente aparezcan áreas de alopecia y pelos de color más claro llegando al blanco que les da un aspecto encanecido.
El hábitat va desde la sabana, debido a la existencia de árboles, hasta el bosque fluvial y la distribución geográfica se extiende desde la Sierra Leona y desde Guinea hasta Uganda y Tanzania. El río Congo, como sucede para muchas especies, parece constituir una suerte de barrera infranqueable dividiendo así, dos áreas donde no sólo la fauna sino también la flora parecen diferentes y el chimpancé se encuentra sólo al norte del gran río.
El chimpancé a veces puede tener el aspecto de un sátiro bailando © G. Mazza
Siendo un animal adaptado tanto a la vida sobre los árboles como sobre la tierra, se alimenta en gran parte sobre las plantas pero caza sobretodo en la tierra ya que gran parte de su alimentación proviene del reino animal.
No obstante viviendo tanto en la sabana como en el bosque, este segundo hábitat es el que aloja la mayor parte de la poblaciones resultando el más apto a la especie.
Pero con respecto a la costumbre alimentaria del chimpancé, querría remarcar el hecho probablemente poco conocido y poco estimado por la sociedad, pero que es indiscutible y que es necesario conocer para tener una idea, no sólo de la dieta sino también de determinados comportamientos que lo asocian, a veces, más a ciertos cinocéfalos (babuino) que al gorila.
El gorila puede mostrarse peligroso en determinadas circunstancias (ver la ficha Gorilla gorilla), y esto es cierto y aceptado por todos, pero se trata, efectivamente de animales que si bien pueden mostrarse muy agresivos con relación a una potencial amenaza y también hacia sus semejantes (pequeños y hembras) se alimenta exclusivamente de vegetales no ataca al hombre a menos que se sienta presionado o bien considere que su harem se encuentra bajo amenaza, mientras el chimpancé, siendo su alimentación principalmente basada en frutas, sobretodo de alimentos de origen vegetal, es un omnívoro y gasta aproximadamente el 5% del tiempo dedicado a alimentarse en la búsqueda y captura de proteínas animales.
En lo que respecta a la caza, los comportamientos parecen variar según la zona geográfica, en el sentido que en ciertas áreas las preferencias van a ciertas fuentes de proteínas, y en otras áreas cambian absolutamente. Por ejemplo en la zona de Gombe (Congo) los chimpancés prefieren las termitas, mientras en la zona de Gabón las desprecia y se dedican con entusiasmo a devastar los “safari ants” conformado por las hormigas del genero Dorylus, (también denominadas “hormigas soldado”) las que en los períodos en los que escasean los recursos, se mueven en columnas que alcanzan hasta los 50 millones de individuos atacando todo ser que encuentren en su camino: las mandíbulas de éstos insectos son tan fuertes que su mordida daña a tal punto que no solo hace sangrar, sino que llegan a utilizarse para realizar la sutura para cerrar las heridas.
Sin embargo las presas de los chimpancés comprenden un amplio espectro de animales, desde los insectos a las aves, huevos, reptiles incluyendo mamíferos, hasta el tamaño de antílopes jóvenes, jabalí salvaje y roedores. El chimpancé es, por lo tanto, un omnívoro oportunista, el que recorriendo los bosques toma los beneficios tanto de sus frutos como de muchos de habitantes naturales. Entre sus presas, aunque solo sea ocasionalmente, también se encuentra el hombre.
Es un oportunista omnívoro que se ha adaptado perfectamente a los ambientes mas variados © Mazza
Tan solo en Uganda fueron denunciados, en pocos años, quince ataques a niños, de los cuales aproximadamente la mitad fueron fatales, mientras los que lograron sobrevivir lo hicieron con terribles heridas y mutilaciones.
Uno de estos chimpancés asesinos, uno en particular, llamado Saddam, aterrorizó una aldea en las proximidades del Parque nacional Kibale, robando y matando por lo menos a tres niños antes de ser abatido. Otro chimpancé, llamado Frodo, mató a la hija de un granjero del Parque Nacional Gombe en Tanzania en el año 2002.
Es tal el peligro mortal que significan estos primates que las reglas del Parque prohíben el ingreso de los niños menores de 12 años, y la madre de la pequeña victima lo sabía, siendo la esposa de un guardabosques, pero pensaba que la presencia de dos adultos fuese suficiente para evitar el ataque. La pequeña estaba sobre los hombros de la tía y detrás venía la madre: Frodo, un animal de aproximadamente 50 Kg, la tomó de improviso y se trepó a un árbol, donde comenzó a devorarla.
Generalmente la caza de grandes presas está conducida por grupos de machos que son especialistas en tales actividades, y una de las presas preferidas es la de las simias colabas (Procolobus), pero también los duikers (cefalofos) y otros antílopes son capturados y devorados y el ejemplar que mata la presa generalmente tiene el derecho de comer primero, mientras que los otros componentes del grupo de cazadores extienden las manos como si se tratara de un ritual de pedido de la parte que les corresponde, a la que solo tendrán derecho solo después de haber respetado el derecho del jefe de caza.
Se encuentra a gusto ya sea en el suelo como sobre los árboles © G. Mazza
En la actividad de búsqueda de comida o de los quehaceres de los chimpancés se ven individuos solos o reunidos en bandas muy cerradas pero que no mantienen reglas fijas: a veces se observan agrupamientos familiares conformados por sólo una hembra con sus pequeños y otras veces grupos de 50 a 70 individuos juntos, pero en general, los machos tienden a andar solos o en grupo pero sin hembras.
Se sienten cómodos ya sea sobre el suelo o sobre los árboles, generalmente transcurren la noche sobre los árboles en los que construyen un nido, el que, según las condiciones ambientales pueden encontrarse a tres metros de altura como a 30, si bien los peligros a los que se hallan expuestos no son demasiados: pero en los bosques pluviales el peligro está en la presencia de los leopardos (si bien los leopardos de los bosques son seres de tamaños menores), del hombre y sobre todo de machos de chimpancé pertenecientes a otros grupos. En ciertas zonas de la sabana, hiena y león pueden constituir un riesgo más importante, pero de todos modos el chimpancé, especialmente el macho, es siempre un temible adversario: tres veces más fuerte que un hombre adulto, dotado de cuatro manos y de una dentadura de temer, pude dar lucha a muchos depredadores o por lo menos defender a muy alto precio su propia piel.
El territorio de una comunidad puede desde los 4 km cuadrados en el bosque pluvial donde la abundancia de comida está concentrada en áreas reducidas, hasta los 50 km cuadrados en la sabana, a veces con verdaderas migraciones a tal punto que el rango de acción se puede extender hasta los 400 km cuadrados, como fue observado en Senegal. Por la relación social y la notable longevidad (40 a 60 años) comprender plenamente la complejidad de la vida social de estos simios no es simple, y en particular las relaciones entre hembras presentan aspectos aún casi desconocidos, pero respecto de la actividad reproductiva ha sido comprobado que la hembra tiene un ciclo menstrual de 34 días, con una regular pérdida de sangre, manifestándose el primer sangrado o menarca, alrededor de los 9 o 10 años.
Cada macho tiene su modo de seducción. Aquí ofrece a la hembra una rama para comer © Giuseppe Mazza
Si bien la menarca aparece entre los 9 y los 10 años, es al menos por dos años siguientes que la hembra es virtualmente estéril pudiendo aparearse sin procrear, (como si tomase anticonceptivos), casi una especie de período de prueba establecido por la naturaleza antes de acceder a la maternidad, ya que solo puede reproducir a los 12 años aproximadamente. Los machos son mucho más precoces: pueden teóricamente aparearse desde los 3 años pero solo a los 3 o 4 años adquieren la capacidad de cortejar a una hembra.
La ceremonia del cortejo consiste en realidad más en una exhibición de agresividad hacia la hembra que en un verdadero cortejo y cada macho puede mostrar características diferentes unos de otros en su técnica de seducción. El apareamiento se produce generalmente como en la mayoría de los mamíferos por la parte posterior y muy extrañamente utilizando la posición del misionero, como sucede en los grupos de los bonobos: la hembra se aparea entre 5 y 6 veces al día, en la primera semana del estro, no presenta objeciones, y acepta con agrado las atenciones de cualquier macho, mientras que los machos se manifiestan mas bien indiferentes y evitan interferir con el amante de turno, por lo que se deduce que los celos no son parte del galanteo de los chimpancés a diferencia de los hombres.
La gestación dura 8 meses y el pequeño, durante los primeros seis meses, depende totalmente de la madre. En algunas circunstancias se ha observado que los pequeños que quedan huérfanos son adoptados por otra hembra del mismo grupo familiar que el de la madre, pero no se sabe a ciencia cierta que esto funcione como una regla general ya que la mortalidad no pasa desapercibida. Los contactos entre los miembros del grupo se mantienen con un amplio espectro de señales tanto sonoras como visivas y táctiles. A los chimpancés se los considera como los animales más ruidosos y pueden mantenerse en contacto aún a grandes distancias a pesar de que estén dispersos en vastas extensiones o en medio de los bosques los que perturban de manera importante la visibilidad.
Las hembras están siempre disponibles para el sexo y los machos no son celosos © Giuseppe Mazza
La diferencia con otros simios también del tipo antropomorfo, en el caso de los chimpancé aún no se conocen a ciencia cierta que existan sonidos típicos de un sexo o de una edad determinada y cada individuo es dueño del completo repertorio vocal de la especie. Un sonido típico es el Hoo-hoo-hoo agitado que todos conocemos, que utilizan sobretodo para marcar el territorio, pero más allá de esto tienen otros numerosos sonidos: un grito similar al de uno de los antílopes más pequeños (Tralegaphus scriptus), gruñidos, una especie de breve rugido, chillidos en varios tonos, entre ellos un Haaaaaa, muy modulado, que va desde el sonido que emiten las cabras o las ovejas hasta un chillido rabioso.
A la agresividad la demuestran con una cantidad distinta de reacciones que van desde la simple intimidación hasta el ataque claro y espontáneo (sobretodo contra los machos de otro clan que hayan invadido el territorio).
Pueden atacar sin demostrarlo previamente, como sucede hacia el elefante, haciéndolo en silencio, corriendo sobre sus cuatro miembros, a toda velocidad y finaliza en una decidida agresión que puede producir la muerte al adversario o al agresor o bien efectuarle heridas más o menos serias.
Para finalizar, digamos que el chimpancé es un animal de una personalidad y comportamiento realmente complejos y a pesar de que se trate de la especie más estudiada estamos bastante distantes de asegurar que la conocemos en profundidad, sobretodo, en lo que respecta a su vida secreta dentro de su hábitat natural, constituido por el bosque fluvial, que es uno de los ambientes que aún hoy nos reservan continuas sorpresas que lejos estamos de haber profundizado en su exploración.
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