Familia : Gobiidae

Texto © Giuseppe Mazza

Traducción en español por la Dra Cristina Valcuende

Frecuente en el Caribe, el Gobio nueve rayas (Ginsburgellus novemlineatus) no supera los 2,5 cm de longitud © Mélodie Caussat
Conocido como Gobio nueve rayas, Ginsburgellus novemlineatus (Fowler, 1950), pertenece a la clase de los Actinopterygii, los peces con aletas radiadas, al orden de los Gobiiformes, aunque algunos estudiosos lo incluyen en los Perciformes y otros en los Cypriniformes, y a la familia de los Gobiidae, una de las más ricas del mundo marino, que cuenta con más de 200 géneros y casi 2.000 especies, en su mayoría presentes en mares tropicales y templados, pero también en aguas salobres y dulces, donde algunos peces, llamados catádromos, que corren hacia abajo, después de pasar la mayor parte de su vida en los ríos llegan al mar para reproducirse.
El nombre del género Ginsburgellus, con el cariñoso diminutivo «-ellus», honra la memoria de Isaac Ginsburg (1886-1975), ictiólogo del Museo Nacional de Estados Unidos, mientras que el término específico novemlineatus nos recuerda en latín que el cuerpo del pececillo está atravesado por 9 vistosas bandas verticales.

Vive al abrigo de los erizos de mar, y en particular de Echinometra lucunter, que se protege cavando con sus dientes nichos en el sustrato calcáreo © Allison & Carlos Estape
Zoogeografia
El Gobio nueve rayas es común en el Caribe desde las Bahamas, las Islas Turcas y Caicos, Cuba, las Islas Caimán, Jamaica, Haití, República Dominicana, Puerto Rico y las Antillas Menores hasta Trinidad y Tobago, Venezuela y Colombia.
Ecología-Hábitat
Es un pez bentónico de aguas poco profundas y claras, presente hasta los 3 m de profundidad, pero que también se puede encontrar casi aflorando en las pozas de marea, escondido bajo los erizos de mar.

No sólo se aprovecha de esto, desapareciendo bajo la hostia en caso de peligro, sino que vive alimentándose de los pedicelos que el erizo utiliza para moverse © Allison & Carlos Estape
Morfofisiología
Ginsburgellus novemlineatus mide un máximo de 2,5 cm.
El hocico es alargado con la mandíbula superior sobresaliendo respecto a la inferior y el labio superior, unido a la cabeza, aparece libre sólo en la parte posterior. Los ojos, muy juntos, están tan separados como el diámetro de la pupila. No tiene escamas y las aletas pélvicas, completamente fusionadas entre sí, forman una perfecta ventosa circular, situada a mitad del ano, que le sirve, como todos los gobios, para anclarse al sustrato. Se pueden observar dos aletas dorsales que llevan un total de 7 radios espinosos y 12 blandos. La aleta caudal está ligeramente truncada y las aletas pectorales, con 18 radios, son el motor del pez, que se mueve agitándolas como Pez globo, con un estilo de nado conocido como diontiforme.

Aquí está con mirada inocente, pegado con su ventosa pélvica a la puerta de entrada. Si pasa un pequeño crustáceo será una variación de la dieta © Mickey Charteris
La parte superior del cuerpo, de color marrón grisáceo oscuro, tiene nueve finas barras verticales de color azul turquesa. La parte inferior de la cabeza y la cubierta branquial suelen tener un aspecto salmón y el iris de los ojos es rojo.
Etología-Biología Reproductiva
Aunque también frecuenta a otros erizos de mar, el Gobio nueve rayas está relacionado mayoritariamente con Echinometra lucunter, una especie de unos 7 cm de ancho, cuerpo negro o rojizo y espinas cortas de color marrón que, día tras día, excava con sus dientes un nicho protector en el sustrato calcáreo. Ginsburgellus novemlineatus se aprovecha de ello, a veces asomando sólo la cabeza entre las espinas y refugiándose completamente bajo la hostia en caso de peligro. Y si levantas al erizo para verlo, se lanza como un cohete debajo del que está al lado.

Los huevos de Ginsburgellus novemlineatus se depositan y fertilizan en el fondo marino. Las larvas pelágicas, arrastradas por las corrientes, propagan la especie © Allison & Carlos Estape
Estos equinodermos son su salvación y también se aprovecha de ellos, descaradamente, alimentándose mayoritariamente de sus pedicelos tubulares.Naturalmente, si se encuentran a su alcance, no deja de lado a los pequeños crustáceos bentónicos que pasan por allí, y mordisquea los pepinos de mar y las estrellas de mar de los alrededores.
Los huevos los ponen en un nicho madrepórico o sobre el fondo rocoso y las larvas pelágicas propagan la especie. La resiliencia de Ginsburgellus novemlineatus es excelente, con un tiempo mínimo para duplicar las poblaciones de menos de 15 meses, y el índice de vulnerabilidad a la pesca se encuentra entre los más bajos, con una puntuación de sólo 10 en una escala de 100. Por lo tanto, desde 2011 figura como “LC, Least Concern”, es decir como «Preocupación menor», en la Lista Roja de especies en peligro de extinción de la UICN.
Sinónimos
Ginsburgellus novemlineatus (Fowler, 1950); Gobiosoma novemlineatum Fowler, 1950.
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