Famiglia : Serranidae
Texto © Giuseppe Mazza
Traducción en español de Carlos Jiménez
Cephalopholis fulva (Linnaeus, 1758) pertenece a la clase Actinopterygii, los peces con aletas radiadas, al orden Perciformes, a la familia Serranidae, subfamilia Epinephelinae, prefiriendo algunos estudiosos distinguir 16 géneros con alrededor de 170 especies, incluida ésta, en la familia Epinephelidae.
La etimología del género Cephalopholis proviene del griego «kephale», cabeza y «pholis», escama, en referencia a que la parte anterior del hocico, hasta las fosas nasales, está libre de escamas, mientras que el término específico fulva , rojizo en latín, hace referencia al color rojizo de la librea.
Zoogeografía
Cephalopholis fulva vive en el Atlántico occidental desde Carolina del Sur y las Bermudas hasta las costas del sur de Brasil.
Ecología-Hábitat
Frecuenta las aguas claras de formaciones madrepóricas, donde generalmente pasa las horas del día en una madriguera de entre 5 y 30 m de profundidad, descendiendo aún más en determinadas localidades como el Golfo de México, donde alcanza los 45 m.
Morfofisiología
Con un tamaño actual de 25 cm, Cephalopholis fulva se encuentra sin duda entre los meros más pequeños existentes, si tenemos en cuenta que en el Mediterráneo Epinephelus marginatus y Mycteroperca rubra pueden superar los 140 cm y que en el Caribe Epinephelus itajara alcanza los 2,5 m.
Cephalopholis fulva puede alcanzar un máximo de 44 cm, pero por lo demás la estructura corporal es la misma, robusta y compacta con una boca enorme con una mandíbula inferior saliente y grandes labios carnosos. Cuando lo abre, se crea un vacío que succiona la presa, tragada entera o retenida por cientos de pequeños dientes también presentes en la lengua y el paladar.
La librea es extremadamente variable según la profundidad y el humor del pez, pero además de las pequeñas manchas azules en el cuerpo, siempre hay dos características manchas negras en la parte posterior del pedúnculo caudal y otras dos en el labio inferior.
Por lo demás, se pueden distinguir 4 configuraciones típicas.
La más frecuente es de color marrón rojizo, con aletas pélvicas y anal azulada. La segunda, que aparece instantáneamente tan pronto como el pez está estresado o excitado, es bicolor, marrón rojizo o marrón en el dorso y el resto del cuerpo blanco, incluidas las aletas.
En la tercera, poco frecuente, el pez se vuelve completamente amarillo con matices anaranjados en el dorso, y en la cuarta, adoptada por la noche o cuando se coloca en el fondo, aparece un diseño de camuflaje con contrastes entre zonas claras y oscuras.
En los jóvenes, que tienen 4 puntos negros más en el labio inferior, la librea depende de la edad.
Al principio presentan un dorso pardo, en marcado contraste con el cuerpo claro, una mancha blanca brillante encima de una gran mancha negra al inicio de los radios dorsales blandos y dos manchas blancas no menos vistosas junto a las dos negras del pedúnculo caudal; luego, a medida que crece, el pez entero se vuelve amarillo con puntos azules.
Etología-Biología Reproductiva
Cephalopholis fulva se alimenta principalmente de peces, que a menudo caza inmóvil, al acecho, pero también de cangrejos y camarones.
Al igual que Cephalopholis argus, un congénere del océano Índico y del Pacífico occidental, en ocasiones se une a las morenas que salen a cazar, utilizándolas como batidoras. Al verlas, los pececillos huyen despavoridos de las grietas accesibles a la morena pero no al mero, y ésta, naturalmente, se aprovecha de ello con rápidos saltos.
Después de todo, la morena tampoco sale perdiendo, porque cuatro ojos ven mejor que dos para encontrar pescado y media comida es mejor que ninguna.
Entre las presas habituales de este mero se encuentran los peces lima, como el Monacanthus tuckeri, los peces cirujano, como el Acanthurus coeruleus, y el pez trompeta del Caribe (Aulostomus maculatus), pero en ocasiones acaba en la boca de un gran mero voraz más de dos veces mayor: Epinephelus striatus.
Cephalopholis fulva es una especie hermafrodita protógina, con hembras que alcanzan la madurez sexual alrededor de los 16 cm y pueden transformarse en machos territoriales con harén cuando alcanzan los 20 cm.
El período reproductivo varía según la ubicación y el desove ocurre poco antes del atardecer.
Las hembras, que el macho inspecciona todos los días para ver si están listas, pueden liberar entre 150.000 y 282.000 huevos cada una.
Miden 0,95 mm y nada más ser fecundados suben a la superficie gracias a una partícula oleosa.
Confiados a las corrientes, eclosionan rápidamente y también las larvas pelágicas y las crías crecen rápidamente, con una esperanza de vida, según la zona, de 25-28 años.
La resiliencia de la especie es mediocre, con una posible duplicación de las poblaciones en un plazo de 1,4 a 4,4 años, y el índice de vulnerabilidad a la pesca es alto, de 58 en una escala de 100.
Aunque se trata de un pez de tamaño modesto y de escaso interés comercial, en realidad es capturado localmente con nasas y cazado por pescadores deportivos, independientemente de que la carne pueda tener riesgo de ciguatera si el mero ha consumido peces que acumulan en su dieta la toxina producida por el dinoflagelado Gambierdiscus toxicus.
Cephalopholis fulva aparece como “Least Concern“, es decir preocupación menor, en la Lista Roja de especies en peligro de extinción de la UICN.
Sinónimos
Labrus fulvus Linnaeus, 1758; Epinephelus fulva (Linnaeus, 1758); Epinephelus fulvus (Linnaeus, 1758); Perca punctata Linnaeus, 1758; Holocentrus auratus Bloch, 1790; Bodianus guativere Bloch & Schneider, 1801; Gymnocephalus ruber Bloch & Schneider, 1801; Serranus ouatalibi Valenciennes, 1828; Serranus carauna Valenciennes, 1828.