Familia : Bromeliaceae
Texto © Pietro Puccio
Traducción en español de Susana Franke
La Guzmania sanguinea (André) André ex Mez (1896)
es originaria de las selvas pluviales de Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Isla de Clipperton, Isla Cocos, Panamá, Trinidad Tobago y Venezuela.
El género está dedicado al naturalista español Anastasio Guzman (†1807); el nombre de la especie es el término en latín “sanguinea” = de sangre, con referencia al color de las hojas centrales en el período de la floración.
Nombres comunes “bromélia-sanguinea” (portugués); «huaicundo» (español); “blutrote guzmanie” (español).
Especie herbácea siempre-verde, monocárpica (fructifica una sola vez y luego muere), acaule, epífita, alta cerca 20 cm, presenta una roseta abierta y plana de hojas inermes dispuestas formando una cavidad central normalmente llena de agua. Las hojas son lanceoladas, largas 25-35 cm y anchas 4-6 cm, de color verde lúcido excepto en la base, que por un largo de cerca 10 cm, es de color oscuro con tiras longitudinales violetas; las hojas centrales, más cortas, en el momento de la floración cambian al rojo brillante o amarillo-naranja con manchas verdes, coloración que permanece por diversos meses hasta el término de la floración, cuando el color retorna al verde.
La inflorescencia, contrariamente a la mayor parte de las Guzmania, está constituida por un racimo extremadamente corto puesto en el fondo de la roseta, tanto como para ser fácilmente intercambiada por una Neoregelia. Las brácteas florales son largas cerca 16 mm y anchas 14 mm, un poco mas cortos que los sépalos, mientras las flores tubulares tienen pétalos largos cerca 6 cm de color amarillo naranja, la polinización es generalmente obra de los colibríes, atraídos por el rojo vivo de las hojas centrales. El fruto es una cápsula cilíndrica dehiscente (fruto que se abre espontáneamente en su madurez a lo largo de las líneas de menor resistencia) conteniendo numerosas semillas provistas de un apéndice plumoso que favorece la dispersión.
Se reproduce por semilla, y también por vía vegetativa a través de las nuevas plantas que nacen cerca del centro de la roseta, normalmente una o dos al máximo, circunstancia que no favorece la difusión, por su particular y poco accesible posición, conviene retardar al máximo la remoción, que equivale en práctica, a la destrucción de la planta madre. La especie, ciertamente una de las más ornamentales del género durante el período de la floración, es cultivable al aire libre en los climas tropicales y subtropicales húmedos ya sea como epífita sobre ramas bajas de los árboles, que como terrestre sobre sustratos ácidos, aireados y ricos en sustancias orgánicas, en posición preferiblemente sombreada. También se cultiva en maceta, y como tal es muy apreciada para la decoración de interiores, sobre sustratos porosos y drenantes que pueden estar constituidos por corteza desmenuzada y turba gruesa, con agregado de arena u otro inerte; no es muy exigente en cuanto a la luz y puede ser colocada también en ambientes poco luminosos con temperaturas que se deben mantener sobre los 14 ºC, ideal: 20-24 ºC.
Los riegos deben ser regulares en verano, pero dejando secar el sustrato antes de volver a regar, y espaciados en invierno y la humedad ambiental, en presencia de aire seco y elevadas temperaturas, puede ser incrementada con nebulizaciones utilizando agua a temperatura ambiente no calcárea, no sólo para evitar las antiestéticas manchas en las hojas, sino también porque la planta no soporta la presencia. En verano se puede dejar un poco de agua, siempre no calcárea, en la cavidad central formada por la roseta de hojas, renovándola frecuentemente para evitar que se transforme en un foco larval de mosquitos, mientras que en invierno, y también durante todo el período de la floración, debe estar seca, siendo sensible a la podredumbre.
Sinónimos: Caraguata sanguinea André (1883).