Famiglia : Solenostomidae
Texto © Giuseppe Mazza
Traducción en español de Carlos Jiménez
El mimetismo definitivamente está en casa en el orden de los Syngnathiformes.
Por ejemplo, echemos un vistazo a las gorgonias, tan frecuentes en el colorido mundo de los corales. Sobre ellos viven unos diminutos caballitos de mar, como el Hippocampus bargibanti de 2 cm, que escapa de los depredadores imitando a la perfección sus pólipos, y gracias a su cambiante librea de camuflaje incluso su voraz pariente de 80 cm, Aulostomus chinensis, desaparece literalmente poniéndose vertical junto a los grandes abanicos de estos Alcionáceos dispuestos a sorprender a los pobres peces que pasan.
Luego están los que imitan el mundo verde. El maestro en este sentido es sin duda el dragón de mar frondoso (Phycodurus eques), que cuando nada tranquilo depredando sin ser depredado parece un montón de algas, pero en esta estrategia, a su escala, también destaca el pez fantasma robusto (Solenostomus cyanopterus Bleeker, 1854) bastante similar a un fragmento de hoja.
Con el pez fantasma adornado (Solenostomus paradoxus) pertenece a los Solenostomidae, una pequeña familia que hoy en día tiene sólo este género y 5 especies con caracteres intermedios entre los caballitos de mar y los peces pipa.
Sin embargo, a diferencia de éstos, los huevos no son incubados por los machos, sino protegidos por las hembras en un vistoso saco ventral que nace de la fusión de las aletas pélvicas.
El género Solenostomus, creado por Lacépède en 1803, deriva compuesto y latinizado del griego antiguo «σωλήν» (solen) = canal, tubo y «στόμα» (stóma), boca, por las mandíbulas fusionadas para formar un tubo, como en efecto sucede en todos los Syngnathiformes excepto en los adultos del género Bulbonaricus, que lo pierden, como Bulbonaricus brauni durante el crecimiento.
El término específico cyanopterus también proviene del griego antiguo “κύανος” (kyanos), azul, y “πτερόν” (ptéron), ala, con referencia a las dos manchas oscuras negro-azuladas presentes entre los radios espinosos de la primera aleta dorsal.
Zoogeografía
Solenostomus cyanopterus vive en las aguas tropicales del Indo-Pacífico occidental. A título orientativo, a partir del Mar Rojo, está presente a lo largo de las costas de Tanzania, Mozambique, Sudáfrica, Madagascar y las islas adyacentes de Comoras, Mayotte, Reunión y Mauricio. Más al norte llega a las Islas Maldivas, India y Sri Lanka.
Luego, al este, lo encontramos en las Islas Andamán, en las aguas de Tailandia, Indonesia, Timor-Leste, Papúa Nueva Guinea y Australia hasta Nueva Caledonia.
Presente en Palau, colonizó Taiwán y Japón por el norte, y por el este, después de Guam y las Islas Marianas del Norte, Micronesia, las Islas Marshall y finalmente Fiji.
Sin embargo, cabe añadir que hoy, en 2022, existen en esta vasta zona varias especies muy similares bajo el nombre de Solenostomus cyanopterus. Algunos ya se han separado y es probable que se descubran otros nuevos con biología molecular.
Solenostomus paegnius Jordan & Thompson, 1914, por ejemplo, se diferencia únicamente en la presencia de finos excrecencias de piel que le dan un aspecto peludo, y Solenostomus halimeda Orr, Fritzsche & Randall, 2002, especializado como su nombre indica, en imitar las algas del género Halimeda en gran detalle, añadió sólo unos flecos de camuflaje.
Ecología-Hábitat
Solenostomus cyanopterus no es un pez común y fácil de observar. De hecho, pasa la mayor parte de su vida en estado pelágico y llega al fondo del mar sólo cuando se ha convertido en adulto, para reproducirse una sola vez y concluir así su existencia.
Monógamo y siempre en pareja, se puede observar hasta unos 25 m de profundidad junto a corales o acantilados ricos en algas, en praderas de fanerógamas marinas y en fondos arenosos entre plantas colonizadoras y hojas muertas a las que también imita en su movimiento ondulante en posición vertical con la cabeza hacia abajo. Le encantan las aguas tranquilas de lagunas y puertos, pero también se adentra en las aguas salobres de estuarios profundos y claros.
Morfofisiología
El pez fantasma robusto, como su nombre vulgar indica, es el más grande de los peces fantasma, con un cuerpo alargado y delgado que puede alcanzar los 17 cm de longitud.
No tiene escamas, pero está protegido por 25-35 placas óseas en forma de estrella.
En 36 horas puede cambiar su color para imitar el entorno en el que vive. Su librea, salpicada de pequeñas manchas blancas y negras que imitan las incrustaciones foliares, puede en efecto presentar, según las circunstancias, tonalidades verdes, amarillas, rojas, pardas o negruzcas.
La cabeza, con su hocico tubular y pequeñas espinas curvas junto a la boca, ocupa cerca de un tercio de la longitud total, y con esta larga herramienta Solenostomus cyanopterus succiona fulminantemente, como los caballitos de mar y dragones de mar, todos los pequeños crustáceos que ve en los alrededores, manifestando una marcada predilección por los camarones microscópicos del orden Mysida y las larvas de los peces que muchas veces llegan en masa llevadas por las corrientes.
Hay dos aletas dorsales. La primera, relativamente grande, con 5 radios espinosos, está alineada con la pélvica, mientras que la segunda, idéntica a la anal, es baja y transparente, con 17-22 radios inermes. La única forma de ver estos últimos es observar su punto de unión con mucho cuidado, en los dos ensanchamientos tuberculosos colocados justo antes del pedúnculo caudal. También las pectorales, próximas a la cabeza, son diminutas y transparentes, con 25-27 radios finos. Por el contrario, llama la atención la aleta caudal de 16 radios, a menudo truncada de forma rectangular, portada por un corto y delgado pedúnculo claramente visible en los machos jóvenes, pero a veces casi inexistente en las hembras.
El opérculo, como en el pez fantasma adornado, tiene un diseño de tablero de ajedrez inusual. El dimorfismo sexual es evidente porque las hembras son aproximadamente un tercio más grandes que los machos, sin mencionar sus llamativas aletas pélvicas de 7 radios, soldadas al vientre para formar un gran bolsillo que puede acomodar hasta 350 huevos. Los machos, más delgados, suelen tener pequeños crecimientos ramificados en el hocico.
Etología-Biología Reproductiva
La biología de esta especie es poco conocida.
Después de la fertilización, los huevos se pegan al lado interno de las aletas pélvicas de la hembra en la bolsa de cría ventral, donde reciben alimento de la yema y las paredes vasculares maternas. Tienen menos de 1 mm de ancho y eclosionan después de aproximadamente 3 semanas.
Al igual que los machos de los caballitos de mar, para reducir los riesgos asociados a la dispersión, las pequeñas larvas transparentes son expulsadas en pequeños grupos escalonados en el tiempo con sucesivas contracciones.
Los recién nacidos son transparentes y, al igual que en el Pez fantasma ornado, los radios de las aletas son muy largos en comparación con los adultos, más aptos para nadar en su larga vida pelágica.
Miden unos 3 mm y nacen con ojos ya pigmentados, una espina visible y su pequeño tubo de succión.
El pez fantasma robusto no es pescado por el ser humano y ni siquiera es de interés para los acuariófilos debido a la dificultad para alimentarlo y la corta duración de su vida. El bajísimo índice de vulnerabilidad a la pesca marca apenas 10 en una escala de 100 y en la Lista Roja Solenostomus cyanopterus ahora se encuentra en bajo riesgo (Least Concern, LC).
Sinónimos
Solenostomus bleekerii Duméril, 1870; Solenostomatichthys bleekeri (Duméril, 1870); Solenichthys raceki Whitley, 1955.