Familia : Scaridae
Texto © Giuseppe Mazza
Traducción en español por el Prof. Juan Carlos Fernández-Ordóñez
Conocido principalmente en varios idiomas como pez loro de las Islas Carolinas o pez loro de ojos estrellados debido al patrón radial alrededor de los ojos, Calotomus carolinus (Valenciennes, 1840) pertenece a la clase Actinopterygii, los peces con aletas radiadas del orden de los Perciformes y a la familia Scaridae, los llamados peces loro, clasificados en unos diez géneros y unas cien especies.
De hecho, los vivos colores recuerdan a los loros multicolores de los trópicos, y como ellos tienen un pico robusto que nace de la fusión de los dientes de ambas mandíbulas para limpiar el arrecife de algas incrustadas.
Pero en Calotomus carolinus esta fusión no se produjo, y los dientes maxilares siguen ahí, en varias filas, para cortar limpiamente, como tijeras, distintas y más consistentes algas bentónicas, como las redondeadas del género Padina y las fanerógamas marinas de prados sumergidos.
De hecho, el nombre del género Calotomus proviene, no por casualidad, de “καλός” (kalos), hermoso, y “τομος” (tomos), cortante, en alusión justa a los cortes perfectos que realizan gracias a los dientes imbricados, mientras que el término específico carolinus nos recuerda en latín que es un pez frecuente en el Pacífico occidental en las Islas Carolinas, localidad señalada por Valenciennes.
Zoogeografía
En realidad, la distribución de esta especie es mucho más amplia. No se limita a Micronesia y nada en casi todas las aguas del Indo-Pacífico tropical.
Reemplazado en el Mar Rojo por el análogo Calotomus viridescens, lo encontramos a título indicativo, a partir del Golfo de Omán y el Golfo de Adén a lo largo de la costa africana, en Kenia, Tanzania y Mozambique, hasta Sudáfrica.
Está presente en las islas de Reunión, Mauricio, Seychelles, Chagos, Maldivas y Cocos, a lo largo de las costas de Tailandia, Indonesia, Timor-Leste, Papúa-Nueva Guinea, Australia, Islas Salomón y Nueva Caledonia.
Hacia el norte ha colonizado las aguas de Palau, Filipinas, Taiwán, RyuKyu y el sur de Japón.
Al este lo encontramos en las Islas Ogasawara, en las Marianas del Norte y Guam.
Es frecuente en Micronesia, con las ya mencionadas Islas Carolinas de Valenciennes, en las Islas Marshall, Kiribati, Samoa, Niue, Tonga, Cook, Tahití, Polinesia Francesa, Islas Marquesas, Pitcairn y finalmente Galápagos. Más al norte también ha llegado a las Islas Johnston, Hawái, las Islas Revillagigedo y las costas de México.
Ecología-Hábitat
Si bien se han registrado avistamientos en torno a los 70 m de profundidad, Calotomus carolinus es un pez bentopelágico diurno que suele nadar justo por debajo del límite de la marea baja, entre rocas ricas en algas y las formaciones coralinas que bordean los fondos arenosos y detríticos, donde se encuentran las fanerógamas de las cuales se alimenta, plantas que notoriamente necesitan luz.
Morfofisiología
El cuerpo de los adultos, ligeramente comprimido lateralmente, puede superar el medio metro, con el dorso relativamente alto y un arco ventral pronunciado.
La cabeza es maciza, el hocico alargado con un perfil que recuerda la forma de pico característica de los Scaridae y labios que ocultan la mayor parte de los dientes. Pero aquí, como hemos visto, los maxilares no se han fusionado para formar dos placas grandes y parecen entrelazados: una fila arriba, con 1-4 caninos en la parte inferior, y una fila debajo, reforzada al frente por otras filas de dientes superpuestos.
Los músculos faríngeos, a diferencia de los clásicos peces loro que muelen madréporas produciendo arena, sólo sirven para picar enteras las algas que pastan, a menudo cortándolas y desgarrándolas violentamente en manojos.
Hay una sola aleta dorsal con 9 radios espinosos y 10 blandos. La anal, más corta, tiene 3 radios espinosos y 9 inermes y las pectorales 12-13 radios blandos.
Las aletas pélvicas tienen 1 radio espinoso y 5 inermes y la aleta caudal, redondeada y truncada en los juveniles, es ligeramente semilunar en los adultos.
Como suele ocurrir en los peces loro, la librea de Calotomus carolinus es extremadamente variable según la edad, el sexo y el estado de ánimo del pez.
Los machos son verdaderamente inconfundibles con esas rayas de color rosa intenso que irradian desde el ojo y franjas similares en la barbilla y el hocico. Un diseño característico que destaca, siempre visible, sobre el color de fondo azul, turquesa, verde o marrón rojizo que adopta el pez según las circunstancias.
Incluso las escamas grandes, típicas de los escáridos, muestran una línea rosa vertical. Las aletas dorsal y anal siguen el color del cuerpo con bandas longitudinales igualmente rosadas, presentes también en la aleta caudal y en el primer tercio de las aletas pectorales, donde luego se desvanecen a un verdoso translúcido.
Como suele ocurrir en los peces loro, también Calotomus carolinus tiene una librea nocturna con amplias manchas de camuflaje claras y negras sobre un fondo esmeralda o turquesa. Sin embargo, a diferencia de otros escáridos, esta especie no parece fabricar una burbuja protectora de mucosa para pasar la noche.
Las hembras adultas son de color marrón herrumbroso, rosado en el vientre y los costados de la pelvis, con grupos de escamas claras, grises o negras que cambian por un buen mimetismo con efecto jaspeado, de ahí también el nombre común de pez loro jaspeado.
Etología-Biología Reproductiva
Calotomus carolinus vive aislado o en pequeños grupos que pastan en las praderas sumergidas de Syringodium isoetifolium o Cymodocea rotundata. Se las tragan con organismos asociados, como las algas del género Padina y las que crecen sobre rocas muertas y corales.
Es una especie hermafrodita protógina monándrica, es decir, con hembras que, una vez alcanzado cierto tamaño, se transforman en machos.
Por tanto, como ocurre por ejemplo con Scarus psittacus, no existirían machos primarios, de nacimiento, con librea similar a la de las hembras.
En el Atolón de Aldabra, en enero y julio, se ha observado varias veces el desove durante la marea baja en el lado externo del arrecife.
El apareamiento está precedido por señales visuales.
Los machos, ataviados con una particular librea nupcial con el cuerpo blanco por debajo y gris negruzco por encima con puntos blancos y barras gris-amarillentas hacia la cola, rodean rápidamente a la hembra dispuesta a desovar.
Si ella está de acuerdo, los prometidos nadan en círculos hacia la superficie donde las olas dispersan mejor los huevos.
En el punto álgido de la excitación, la cabeza del macho se convierte en la parte más clara del cuerpo, de un amarillo verdoso brillante, de modo que el patrón de rayas característico casi desaparece.
Es la señal visual esperada por la hembra, el momento justo para soltar los huevos, inmediatamente fecundados y confiados a las corrientes.
Las larvas son pelágicas hasta medir unos 12 mm cuando comienzan a moverse hacia el fondo marino. Son transparentes, con numerosas manchas de camuflaje negras y una blanca en los dos primeros radios de la aleta dorsal.
A medida que crecen, los pececillos se oscurecen con manchas claras alineadas a los lados y un color de fondo muy variable que puede ir instantáneamente de verde a rojo oscuro, marrón oscuro o un patrón de camuflaje grisáceo con áreas casi en blanco y negro.
Calotomus carolinus a veces se pesca para el consumo local, pero ciertamente no es una especie en peligro de extinción. No les falta comida y la resiliencia es buena con una posible duplicación de la población en 1,4-4,4 años. De ello se deduce que a día de hoy, en 2021, el índice de vulnerabilidad de la especie es muy bajo, marcando apenas 24 en una escala de 100.
Sinónimos
Callyodon carolinus Valenciennes, 1840; Callyodon sandwicensis Valenciennes, 1840; Callyodon genistriatus Valenciennes, 1840; Callyodon brachysoma Bleeker, 1861; Leptoscarus brachysoma (Bleeker, 1861); Calotomus xenodon Gilbert, 1890; Calotomus irradians Jenkins, 1901; Calotomus snyderi Jenkins, 1903; Scarichthys rarotongae Seale, 1906; Cryptotomus albimarginatus Fourmanoir & Guézé, 1961.