Familia : Colubrariidae
Texto © Prof. Marco Oliverio
Traducción en español por el Prof. José Campos
La familia Colubrariidae debe su nombre al patrón cromático más extendido entre sus especies, con manchas de color marrón sobre un fondo amarillento o marrón claro, que recuerda al de varias serpientes. Al igual que estos reptiles, son especies venenosas, ya que producen un cóctel de toxinas que utilizan para su alimentación. También se las conoce como ‘caracoles vampiro’ ya que para muchos de ellos se ha descrito una alimentación hematófaga a costa de los peces. Junto con algunas especies de la familia Conidae, son los únicos gasterópodos capaces de depredar a vertebrados.
Zoogeografía
Actualmente, la familia comprende unas cincuenta especies clasificadas en una decena de géneros, pero la sistemática de este interesante grupo de neogasterópodos aún no está clara y podría sufrir cambios, incluso profundos, con los estudios en curso basados en el análisis de su DNA.
Los miembros de esta familia se encuentran distribuidos por todo el globo, en zonas templadas y tropicales, desde unos pocos metros hasta una profundidad de 200-300 metros, pero con mayor diversidad en aguas superficiales (hasta unos 50 metros). Cumia reticulata (Blainville, 1829) es la única especie actualmente en el Mediterráneo, conocida en el pasado como Colubraria reticulata, distribuida en los sectores meridionales del Mediterráneo. La notable variabilidad morfológica de la concha larval ha sugerido repetidamente la existencia de varias entidades específicas, pero esta hipótesis requiere verificación con datos genéticos.
El nombre genérico Cumia probablemente proviene de la aldea homónima de Messina, que a su vez deriva del árabe «Qumiyah» (aldea), mientras que el término específico reticulata se refiere a la escultura axial y espiral de la concha que le da el típico aspecto reticulado.
Morfofisiología
Los Colubrariidae cuya anatomía se ha estudiado muestran una serie de adaptaciones morfológicas a una alimentación basada en líquidos, en particular hematófaga, que incluye una larga probóscide, una masa bucal apical con una rádula muy pequeña y un estómago simple que puede llenarse con gran cantidad. de sangre.
Pero las características más interesantes, estudiadas precisamente en la especie mediterránea Cumia reticulata, se refieren a los cócteles venenosos producidos por las glándulas salivales y el tejido glandular del esófago medio. En estos dos órganos, las secreciones contienen decenas de moléculas distintas con propiedades anestésicas y anticoagulantes, y muchas otras producidas con funciones aún no identificadas.
Etología-Biología Reproductiva
Las escasas observaciones realizadas sobre diversas especies de Colubraria y Cumia indican que al menos las especies de aguas superficiales pasan las horas del día debajo de piedras, en grietas y cavidades de los acantilados, mientras que por la noche salen, como los vampiros de las leyendas, a alimentarse de la sangre de peces que encuentran refugio cerca de sus madrigueras.
Las especies de Colubrariidae estudiadas tienen sexos separados y se reproducen por fecundación interna. Pueden desarrollarse como larvas planctotróficas (es decir, que pueden alimentarse de plancton, y generalmente tienen una fase planctónica más larga) o lecitotróficas (que, en cambio, se nutren sólo de las reservas vitelinas y, por lo tanto, tienen una vida larvaria planctónica más corta o incluso inexistente), dependiendo de la especie (lecitotrófica en Cumia reticulata).
Sinónimos
Cumia decussata Bivona y Bernardi, 1838; Murex (Fusus) intertextus Helbling, 1779
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