Familia : Tetraodontidae
Texto © Giuseppe Mazza
Traducción en español de Ignacio Barrionuevo
Con su divertido hocico como un embudo, el Tamboril Coronado o Toby Rayado Negro (Canthigaster valentini) tiene una amplia distribución en el Indo-Pacífico tropical © Bernard Dupont
El pintoresco Tamboril Coronado o Toby Rayado Negro (Canthigaster valentini Bleeker, 1853), pertenece a la clase de los Actinopterygii, los peces con aletas radiadas, al orden Tetraodontiformes y a la familia Tetraodontidae que se divide en dos subfamilias: la de los Tetraodontinae que cuenta con 25 géneros (Amblyrhynchotes, Arothron, Auriglobus, Carinotetraodon, Chelonodon, Chonerhinos, Colomesus, Contusus, Ephippion, Feroxodon, Guentheridia, Javichthys, Lagocephalus, Liosaccus, Marilyna, Omegophora, Pelagocephalus, Polyspina, Reicheltia, Sphoeroides, Takifugu, Tetractenos, Tetraodon, Torquigener y Tylerius ) y la de los Canthigasterinae, con solo el género Canthigaster, que cuenta en contraposición con 35 especies, del total de alrededor de 200 especies que componen la familia.
De 10 cm de largo como máximo, redondeado en el dorso y más en el vientre si ha comido bien, suele vivir en aguas poco profundas y es raro a 50 m © Bernard Dupont
El nombre del género Canthigaster proviene del griego “κανθήλια” (kanthelia), cesta y “γαστήρ” (gaster), vientre. Es, por lo tanto, un pez con el vientre en forma de cesta.
No hay noticias precisas del origen del epíteto específico, valentini, de Valentin en latín.
Podría honrar la memoria del médico y fisiólogo alemán Prof. Dr. Gabriel Gustav Valentin (1810-1883) o más probablemente, dada la distribución geográfica de este pez, la del sacerdote holandés François Valentijn, gran viajero y malacólogo (1666-1727) que pasó muchos años en las Molucas y en la parte oriental de la isla de Java.
Como todos los tetradóntidos tiene sólo 4 dientes que forman un pequeño pico. La aleta caudal, a menudo cerrada, se abre como un abanico para desplazamientos rápidos © Giuseppe Mazza
Zoogeografía
El tamboril coronado presenta una vasta distribución en las aguas tropicales del Indopacífico.
Lo encontramos, a título indicativo, desde Sudáfrica hasta la parte meridional del mar Rojo y el golfo de Adén, en las islas Seychelles, Mauricio, Chagos, Cocos, Reunión, Maldivas y Andamán, en Indonesia, Australia, Nueva Guinea, Micronesia, Filipinas y Taiwan hasta la parte meridional de Japón. Hacia el este ha colonizado las islas de Samoa, Tonga, Cook y Tuamotu. Hacia el sur, en el Pacífico, la Gran Barrera de Coral, Nueva Caledonia y la isla de Lord Howe.
Omnívoro, libera a las madréporas de las algas infestantes, pero también devora sus pólipos. Muerde esponjas y ascidias y caza pequeños crustáceos, moluscos y gusanos © Klaus Stiefel
Ecología-Hábitat
Vive entre las formaciones coralinas, por lo general en aguas someras, hasta los 50 m de profundidad.
Morfofisiología
Es un pececillo de 10 cm con aspecto divertido y simpático. Redondeado en el dorso y aún más en el vientre, cuando ha comido a gusto, con el rostro que se estrecha hacia la boca, colocada en posición delantera, y dos incisivos por mandíbula que forman un pequeño pico como en todos los tetraodóntidos.
Es una especie territorial, con machos que poseen un harén y asignan a cada hembra un área de su pequeño reino © François Libert
También el esquema de las aletas es el clásico.
Faltan las ventrales; la dorsal y la anal, de pequeño tamaño, son idénticas y especulares con 9 radios inermes, colocadas muy hacia atrás; las pectorales flabeladas muestran 16-17 radios inermes y la propulsión está confiada principalmente a la ancha aleta caudal, más o menos truncada, portada sobre un robusto pedúnculo.
Los ojos, móviles y coloridos, que sobresalen de la cabeza, son muy expresivos, flanqueados por un característico dibujo azul-verde sobre un fondo anaranjado que se prolonga por las cuatro zonas oscuras del dorso que le han valido sus nombres comunes, especialmente el de toby negro rayado.
Vigilan el territorio, a menudo peleando con los machos vecinos y dejando entrar sólo a las hembras, contentándose por lo general con 7 © Klaus Stiefel
La segunda y tercera manchas alcanzan, después de estrecharse, la zona ventral, mientras la última tiñe de negro el borde superior de la aleta caudal amarilla. Sobre el color de fondo blancuzco destacan innumerables manchas ocráceas que se funden para formar bandas paralelas en el rostro, girando en torno al ojo sobre la frente.
La piel, sin escamas, está protegida por un mucus venenoso. Se trata de la famosa tetrodotoxina, que lo convierte en teóricamente peligroso para el hombre, a pesar de que nadie ha tenido en mente jamás comérselo, dada la modesta talla. Lo aprovechan los jóvenes de un mero tropical, el Plectropomus laevis, y un pequeño pez lija, el Paraluteres prionurus, que con una librea similar se mezclan a menudo con los Canthigaster valentini haciéndoles creer que son venenosos como este último, cuando son en realidad inocuos. Un engaño usado por diversas especies de animales, conocido como mimetismo batesiano.
Aquí hay una hembra esperando al macho. Ha cavado un nido en la arena en un área protegida y está lista para desovar © Klaus Stiefel
Etología-Biología Reproductiva
El tamboril coronado es omnívoro. Se ocupa de la limpieza del arrecife alimentándose de las algas filamentosas que infestan los corales, aunque luego, sin escrúpulos, devora los pólipos, por no hablar de los equinodermos, esponjas y ascidias que mordisquea alegremente, o de los pequeños crustáceos, los moluscos y los apetitosos gusanos que son incluidos sin problema en su dieta.
Es una especie territorial dominada por los machos que asignan a cada hembra de su harén un sector a defender. Cuando una de estas está preparada para poner los huevos escava temprano en la mañana un pequeño nido camuflado por algas en la arena de su territorio y meneando la cola, con movimientos característicos, indica al macho su disponibilidad.
Lo señala moviendo su cola de una manera característica, y los huevos fertilizados eclosionan después de 3 a 5 días. Canthigaster valentini no es una especie en peligro © Klaus Stiefel
Él, que patrulla regularmente sus dominios, no necesita que se lo diga dos veces y después se reparte entre las tareas habituales: ahuyentar a los machos jóvenes, satisfacer a las otras hembras y atraer otras nuevas (generalmente se contentan con 7).
Los numerosos huevos eclosionan entre las algas tras 3-5 días. La resiliencia es buena, con poblaciones que pueden duplicarse en 1,4-4,4 años, y el índice de vulnerabilidad de la especie es bajísimo: apenas 10 en una escala de 100.
Sinónimos
Tetraodon gronovii Cuvier, 1829; Tetraodon valentini Bleeker, 1853; Tetrodon taeniatus Peters, 1855.
→ Para informaciones generales sobre peces ver aquí.