Familia : Asteraceae
Texto © Eugenio Zanotti
Traducción en español de Ignacio Barrionuevo
Arnica montana crece en Eurasia, sobre suelo ácido, entre 500-2200 m de altitud © Giuseppe Mazza
Dos especies son nativas de Eurasia (Arnica montana y Arnica angustifolia).
El nombre del género “árnica” se supone que proviene de una corrupción de “ptàrmica”, derivado del griego “ptarmikos”, que significa estornudar, ya que la planta seca pulverizada induce el estornudo y era empleada a tal efecto por los campesinos de las regiones montanas del norte de Europa y Francia (aquí era antiguamente conocida como “tabac des Vosges”, ya que era fumada como el tabaco). Para otros el nombre está asociado a las palabras griegas “arna” = cordero y “arnakis” = piel de cordero, por las suaves hojas pelosas recorridas por delicadas nervaduras, todo lo cual las hace parecidas a la citada piel.
El epíteto específico deriva del latín “montanus” = montano, de montaña, y nos recuerda que es una orófita.
La Arnica montana L. (1753) es una planta herbácea perenne con rizoma oblicuo, truncado, marrón rojizo, con olor desagradable. Su tallo es erecto, de (10) 20-50 (60) cm de longitud, rígido, simple o con una o dos parejas de ramas opuestas, velloso-glanduloso gracias a pelos simples patentes, alargados, y pelos glandulares cortos.
Las hojas son sésiles o cortamente pecioladas, con entre 3 y 5 (rara vez hasta 7) nervios, pubescentes en el haz y casi glabras en el envés, enteras o denticuladas, las basales dispuestas en cruz, formando una roseta, y de forma espatulada (2-4 × 10-15 cm); mientras que las caulinares son opuestas, más pequeñas, lanceoladas o bracteiformes.
El capítulo floral es grande (de 6 a 8 cm de diámetro), único o bien uno en cada rama, con involucro vellos-glanduloso de entre 1 y 2 cm de diámetro con una serie de escamas linear-lanceoladas y escuámulas externas menores. Las flores son de color amarillo intenso o amarillo-anaranjado, las externas con lígula tridentada de 0,5 cm de anchura y 4 cm de longitud, mientras que las internas son tubulosas (flosculosas) de 1,5 cm de longitud. Florece de junio a agosto. Las cipselas son cilíndricas, de color marrón-negruzco y 6 mm de longitud, rugosas, pubescentes, provistas de un vilano de pelos uniseriados gris-amarillentos (de 6 mm de longitud). Crece en los pastos, prados áridos, páramos de rododendros, sobre suelos ácidos, desde los 500 a los 2200 (rara vez hasta los 2650) m de altitud (en algunas localidades está citada a altitudes incluso menores).
Florece de junio a agosto en pastos, prados áridos y páramos © Giuseppe Mazza
El árnica es una especie protegida en muchos países, siendo por tanto ampliamente cultivada para suplir la demanda comercial a lo largo de todo el mundo; su reproducción es llevada a cabo mediante semilla o por división de las matas. Es una de las poquísimas compuestas oficinales cuyas hojas son opuestas en lugar de alternas.
El rizoma es recogido en septiembre, pero los capítulos son mucho más utilizados, preferentemente recogidos a comienzos de la floración, y contienen arnicina (cuya acción es similar a la del alcanfor), arnisterina, citisina, helenalina, dihidrohelenalina, una sustancia amarga, un aceite esencial que contiene timol, ésteres de timol y ácidos grasos libres (acético, isobutírico, isovalérico, láurico, palmítico, metacrílico y tíglico), éteres glicéricos del ácido láurico y del palmítico, n-alcanos, lactonas sesquiterpénicas pseudoguayanolídicas, hidroxicumarinas, ácido cafeico y derivados, carotenoides, flavonoides (isoquercetina, astragalina, luteolín-7-glucósido), umbeliferona, escopoletina, polisacáridos, una sustancia colorante denominada arnicerina, taninos, resinas y sales minerales.
Los capítulos secos (“Flos arnicae”) tienen un aroma característico, especiado, y sabor amargo y acre. El rizoma, bien limpiado de la tierra y las raíces y lavado, así como las flores, se extienden a la sombra en lugares ventilados para que se sequen, tras lo cual se conservan en frascos de lata, vidrio o cerámica en lugares secos alejados de la luz. Antes de recoger las flores conviene controlar que no estén infestados de larvas negras de la mosca del árnica (Trypeta arnicivora), parásito que convierte en inservible el producto.
El árnica tiene propiedades antiasmáticas, antineurálgicas, antiespasmódicas, astringentes, broncosedantes, excitadoras del sistema nervioso y cardiovascular-neurotónicas. El uso familiar ha de restringirse al externo debido a la toxicidad en caso de dosis equivocada; el uso interno ha de restringirse al control de un médico. Actualmente los preparados a base de árnica son por lo general empleados externamente como antiequimóticos, revulsivos y astringentes. Está bajo estudio por su acción positiva sobre las enfermedades coronarias y sus efectos antibacterianos, fungicidas y antitumorales.
Los capítulos, de apariencia despeinada, alcanzan los 8 cm. Las flores y raíces tiene virtudes medicinales © G. Mazza
Preparaciones para uso externo:
Aceite de árnica
Tomar una parte de capítulos secados con 5 partes de aceite de oliva. Se emplea, solo durante pocos días y sobre una piel no herida, para resolver hematomas, distorsiones, dolores musculares y articulares, forúnculos, edemas subcutáneos, flebitis y tromboflebitis, flogosis de las mucosas orales, etc. Ha de comenzarse con pequeñas dosis ya que, sobre todo sobre la piel delicada de mujeres, niños y diversos grupos sensibles, puede causar dermatitis.
Infusión para emplastos y compresas
2 gramos de flores en 100 ml de agua en baño maría durante 20 minutos.
Sinónimos: Arnica montana L. var. alpina (L.) 1753; Doronicum montanum (L.) Lam. (1786); Arnica montana L. var. fulgens (Pursh) Nutt. (1818); Arnica montana L. var. angustifolia (Vahl) Hook (1834); Arnica montana L. var. alternifolia Cariot & St-Lager (1889); Arnica montana L. subsp. atlantica A.Bolòs (1948); Arnica montana var. atlantica (A.Bolòs) B.Bock (2012).
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